Bajo el lema “El nacimiento y la economía” este lunes culmina la Semana Mundial del Parto Respetado que arrancó el 21 de mayo, declarado en nuestro país de interés nacional por la Cámara de Diputados.
La declaración de interés fue impulsada por la diputada santafesina Celia Arena del FpV y hace referencia a la necesidad de promover un marco parturiento que contemple el bienestar de la madre, el recién nacido y su entorno.
Tal iniciativa comenzó en Francia en 2003 impulsada por la organización sin fines de lucro AFAR (Alliance Francophone pour l’Accouchement Respecté; en español: Asociación Francoparlante por el Parto Respetado). Todos los años dedica la campaña a un tema concreto: “La episiotomía” en 2004; “Las posiciones para parir” en 2005; “El tiempo para nacer” en 2006; “El entorno amoroso durante el parto” en 2007; “La inutilidad de la separación del bebe de su madre o padre” en 2008; “La urgente reducción de las cesáreas innecesarias” en 2009; “Nacimiento traumático: cómo evitarlo. Nacimiento placentero: cómo lograrlo” en 2010; y “El derecho a nacer y parir cómo quieras, dónde quieras y con quién quieras” en 2011. Este año, el tópico convocante fue “El nacimiento y la economía”.
La obstetricia Noelia Roth reflexiona que “si en el 2012 se sigue celebrando la Semana Mundial por un Parto Respetado es porque aún, y también en los países avanzados, los nacimientos incumplen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud”, es decir, “no se respetan las necesidades de los bebés y los deseos de las madres, se medicaliza en exceso y con consecuencias”, puntualiza Roth.
En tanto, la legisladora nacional apuntó a las transformaciones en “los estilos, condiciones y modos de vivir el parto” y en tal sentido ponderó “las normativas dictadas para regularlos”.
En efecto, en 2003 se sancionó la Ley que creó el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable con el objetivo de fortalecer la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual y planificación familiar. Años más tarde, se sancionó la Ley 26.484 denominada Ley de Protección Integral para prevenir y erradicar la violencia contra la Mujer, donde se estableció como «violencia obstétrica» aquella que puede ejercer el personal de salud al momento del parto.
“Los derechos que asisten a la mujer durante el parto, se encuentran específicamente reglamentados en la Ley Nacional25.929”, señaló Arena y explicó: “Esta normativa establece por ejemplo que la mamá deber ser tratada con respeto y se le debe considerar sus pautas culturales. La parturienta deber ser informada de las prácticas médicas que le realizarán y puede estar acompañada, por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto”. Por otro lado, lamentó que ello no se cumpliera efectivamente “en todo el territorio del país de la misma manera”.
Roth coincidió con el planteo de la diputada santafesina y admitió que “a veces, lo que ocurre en los partos se aleja de lo que debería y podría ser un nacimiento. La manera de parir y nacer no es trivial, es vital”.
“A pesar de las leyes vigentes, muchas argentinas no están respaldadas por normas que regulen su decisión de tener su parto en casa, se les niega el acompañamiento de la persona en la que han depositado su confianza, o se les practican episiotomías y cesáreas innecesarias”, advirtió Arena y auguró que “existan en nuestro país muchos más casos de partos naturales, respetuosos de los tiempos biológicos y psicológicos de las parturientas y de los niños y niñas por nacer”.
Un parto respetado significa…
• Reconocer en padres e hijos a los verdaderos protagonistas.
• No intervenir o interferir rutinariamente en este proceso natural, no habiendo una situación de riesgo evidente.
• Reconocer y respetar las necesidades individuales de cada mujer/pareja y el modo en que desean transcurrir esta experiencia (en una institución o en su domicilio).
• Respetar la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento.
• Favorecer la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto (parto en cuclillas, en el agua, semi sentada o como desee).
• Promover el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia profesional.
• Respetar la necesidad de elección de la mujer de las personas que la acompañarán en el parto.
• Cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido, evitando someter al niño a cualquier maniobra de resucitación o exámenes innecesarios.
Fuente: El Argentino.