Buenos Aires aprobó el revalúo fiscal

Tras tres sesiones frustradas, los diputados bonaerenses sesionaron con quórum casi perfecto luego que el gobernador Daniel Scioli decretara la actualización del valor fiscal de los campos, eje de la oposición de Carbap, FAA y SRA. El revalúo fiscal fue aprobado.

El breve decreto 442/2012, de sólo cuatro artículos, firmado por Scioli y todo su gabinete durante la mañana del jueves logró destrabar la situación en Diputados debido a que la oposición se negaba a avalar la actualización de los valores de las tierras, incluida dentro de un paquete de modificaciones fiscales más amplio.

En efecto, la oposición a este punto en particular hizo que el proyecto se frenara en sucesivas ocasiones hasta que el gobernador de la vecina provincia consintió en hacer uso de una potestad que la misma Legislatura le había habilitado a fines de 2011: actualizar el valor fiscal de las tierras, aunque no su la estructura impositiva.

La norma aprobada primero en Diputados, pasó luego a la Cámara Alta donde el voto de la senadora del peronismo Federal, Esther Barrionuevo, le permitió al oficialismo conseguir los dos tercios para el tratamiento del proyecto.

Finalmente, con 64 votos a favor y 27 en contra, la Legislatura bonaerense sancionó la ley de reforma impositiva que aumenta el impuesto inmobiliario rural, ingresos brutos, sellos, impuesto automotor y elimina beneficios fiscales.

Así, la provincia estima que recaudará 2.400 millones de pesos, mil de los cuales serán girados a los municipios. Asimismo, se amplió la capacidad de endeudamiento de la provincia a 2.000 millones de pesos. En síntesis, el proyecto original fue aprobado casi en su totalidad con un único cambio promovido por Nuevo Encuentro que implicó la eliminación del aumento de la alícuota de ingresos brutos a las cooperativas comerciales.

En rechazo a las modificaciones, las cámaras patronales agropecuarias lanzaron un cese de comercialización por nueve días, desde este viernes y hasta el domingo 10 de junio. Asimismo, quinientos ruralistas mostraron su disgusto frente al edificio de la Legislatura, derribando un vallado y arrojando huevos contra la puerta principal.

La “polémica” medida fija nuevas valuaciones inmobiliarias para la tierra libre de mejoras de las plantas rural y subrural, y faculta a la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA) a aplicar esos nuevos valores para la determinación de los tributos. Introduce aspectos progresivos por cuanto quienes concentran más tierra pagan más, y quienes poseen los campos más rentables, también.

A pesar del lamento de las cámaras patronales, el 62 por ciento de las partidas que hay en la provincia pagarán lo mismo o menos con la flamante actualización. De hecho, las regiones inundadas o en emergencia agropecuaria están exentas de pagar el tributo.

En los fundamentos del decreto, el gobernador bonaerense sostuvo que “la correcta valuación fiscal de los inmuebles permite captar la real capacidad contributiva y de esta manera consolidar la equidad del sistema tributario provincial, eje central en la política del gobierno”. Y recordó que “la única valuación fiscal importante fue realizada en 1955, en oportunidad de llevarse adelante el primer catastro”.

En tanto, Darío Golía, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, en ocasión de su exposición inaugural, afirmó que la finalidad del proyecto es “fortalecer los recursos de la provincia y los municipios (y) cumplir con servicios indispensables y con la pauta salarial»; a la vez que aseguró el revalúo de las tierras “tiene un claro criterio de equidad, productividad y progresividad”.

“Hoy, en términos fiscales, el valor de toda la tierra de la provincia de Buenos Aires es de 20.500 millones de pesos, menos de la mitad del parque automotor con un valor promedio de 1.050 pesos por hectárea”, ilustró y tomó como ejemplo la diferencia que paga el dueño de un auto con el propietario de un campo: quien posea un Peugeot 206 modelo 2008 paga por el impuesto automotor unos 1.500 pesos anuales, o un Ford Focus, unos 3.000 pesos, mientras que el valor “promedio de inmobiliario por hectárea es de 44 pesos por año”.

Por último, Golía indicó puntualmente que en la nueva base imponible “se aplica un sistema de valor óptimo y un índice de aptitud productiva que diferencia las distintas zonas y la productividad que tienen  los campos”; por eso algunas zonas pagan menos e incluso otras están libres de impuestos, como las ya mencionadas regiones inundadas o en emergencia agropecuaria.

En Diputados, la iniciativa contó en su totalidad con el apoyo de la bancada del Frente para la Victoria y Nuevo Encuentro y fue rechazado por la oposición que, en parte, sólo avaló los artículos referidos al endeudamiento para los que se requerían los dos tercios de los diputados presentes.

En tanto, en el Senado, donde el oficialismo cuenta con mayoría propia, el voto de la senadora del Peronismo Federal le permitió lograr los dos tercios no sólo para ingresar fuera de hora el proyecto, sino también para sancionar la norma.

Fuentes: Télam, Página 12