Desde la Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario expresaron su repudio a la agresión sufrida el viernes pasado por el equipo periodístico del programa televisivo 678.

“Repudiamos enérgicamente la agresión de la que fueron víctimas los compañeros que componen el equipo de exteriores de 678: el periodista Lucas Martínez, el camarógrafo Sergio Loguzzo y el productor Ezequiel Schneider”, expresaron desde el Sindicato de Prensa en un comunicado difundido el domingo último.

“La violencia de un sector social desconoció el valor de derecho humano y bien social que tiene la información con la que trabajan los periodistas. Las diferentes concepciones acerca del mundo y de la vida no pueden ser excusa para agredir a ninguna de las personas que con su trabajo posibilitan contar con elementos para construir el más amplio sistema del pensamiento humano”, dice el comunicado.

“El autoritarismo de un grupo de manifestantes –caceroleros que protestaban en Buenos Aires el viernes por la noche, contra medidas del gobierno nacional–, se transformó en golpes, patadas e insultos hacia los trabajadores”, añade.

“La ceguera que aparece cuando sólo importan los intereses sectoriales y corporativos –continúa el texto–, impide ver las necesidades del conjunto de la composición social y, la reflexión y el debate son remplazados por la intolerancia y el odio. Se trata de la creencia de un sector social acerca de que tiene derecho a agredir cuando, por otra parte, el discurso cotidiano hace que recurra al reclamo por la inseguridad mientras se convierte en agente de otra expresión de la inseguridad”.

“Quienes golpearon a los trabajadores del equipo de 678 de la TV Pública son, ellos mismos, generadores de violencia y sinrazón”, advierte el escrito. “Es por eso que el Sindicato de Prensa Rosario se solidariza con los compañeros, pero manifiesta que esa solidaridad se hace activa cada día, cuando trabajamos por el respeto por las voces plurales y contra los monopolios que azuzan los ánimos para obtener violencia”, sostiene.

“Se persigue la instalación de la idea de que el país es un caos y se trata de generar una sensación que atemoriza e influya de manera negativa en la percepción social de a realidad. El acompañamiento directo es el desconocimiento de la función social del trabajo periodístico. La libertad de expresión y el derecho a la información son derechos humanos y bienes sociales a cuidar y proteger. Nada de esto tuvieron en cuenta quienes de manera cobarde, y casi desquiciadamente, atacaron a los encargados de transmitir la información a la sociedad, en este caso los compañeros de 678”, concluye.

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