Roberto shunk
Roberto shunk
El funcionario entrerriano desmintió a sus pares santafesinos con respecto a la posibilidad de preservar puestos de trabajo.

La empresa JBS Swift cerro su planta frigorífica de la localidad entrerriana de San José como sucedió en Venado Tuerto, con la diferencia que el gobierno de Entre Ríos se involucró y preservó los 500 puestos de trabajo.

El periódico venadense Pueblo Regional abordó el tema del cierre de la planta frigorífica de la multinacional, convencido que tanto el trabajo como los recursos alimentarios resultan estratégicos para una región desigual como la de Venado Tuerto.

Entrevistó dirigentes políticos del FPCyS-UCR, del FPCyS PS y del FpV, en este último caso hasta interpeló a dos de sus diputados nacionales, colaboró con información que poseía (incluso la reseña histórica sobre la permanente seguidilla de estafas empresarias de las que fue víctima la ciudad y los trabajadores a lo largo de los últimos 40 años) y la respuesta que obtuvo del Estado provincial fue: “No se puede hacer nada”.

En la nota de tapa de su ultimo número señala “Nadie jamás se interesó en la posibilidad de ‘hacer algo’ desde el rol protagónico que debería asumir el Estado, para que esta fuente de trabajo (la principal de Venado Tuerto) dejara de ser por primera vez en la historia, coto de caza de empresarios especuladores”.

La misma respuesta obtuvieron los trabajadores según menciona la nota.

“Sin embargo, al otro lado del río Paraná, existe una experiencia que deja a todos (a todos) en Off Side: es mentira ‘que no se puede’”, sostiene la nota de Pueblo Regional, debido que el gobierno de la provincia de Entre Ríos decidió tomar una decisión diferente a la que se tomó acá.

Pueblo Regional viajó hasta Paraná para dialogar con el Ministro de la Producción de la provincia, Roberto Shunk, artífice de este “se puede” y Redacción Rosario reproduce la entrevista a continuación.

Pueblo Regional: ¿Cómo toma conocimiento el gobierno de la provincia de Entre Ríos del cierre de la planta frigorífica que la empresa JBS-Swift tenía en San José?

Roberto Shunk: “El frigorífico San José ya venía con muchos problemas. Nosotros nos reunimos fundamentalmente con el sindicato en Buenos Aires porque en Entre Ríos la empresa JBS indemnizó a todos los trabajadores (fue en septiembre de 2010), y comenzamos a trabajar. No podíamos darnos el lujo de tener este frigorífico, de 400 trabajadores, cerrado. Ahí empezó este proceso. En la actualidad estamos a la espera de que el Banco Nación nos acredite un Crédito del Bicentenario (70 millones de pesos). Con eso vamos a cancelar el saldo que tenemos con JBS y a ponerlo en funcionamiento”.

P.R: En Venado Tuerto la empresa otorgó vacaciones a los trabajadores y, al concluir las mismas, en lugar de reincorporarlos le notificaron suspendida la actividad ¿En San José el anuncio también fue intempestivo?

R.S: “Les habían planteado a los trabajadores que podían llegar a cerrar sus puertas. Todos sabemos lo que significa para los trabajadores tener la espada de Damócles sobre sí… Por ello reaccionamos desde el Gobierno Provincial».

«Ante esta situación concreta, objetiva; lo que hicimos inmediatamente fue reunirnos con los trabajadores, con los distintos sectores de la actividad económica a los efectos de bucear entre las distintas alternativas para reactivar este frigorífico. Fue una clara decisión del gobernador de la provincia que, ante la imposibilidad de que se continuase funcionando a través de estos capitales brasileños, nosotros actuáramos inmediatamente. Nos contactamos con el Gobierno Nacional, discutí en el Ministerio de Agricultura de la Nación a los efectos de que nos dieran una mano porque esta no es una cuestión sencilla, estamos hablando de muchísimo dinero. Pero, la decisión fue claramente del gobierno provincial».

«Comenzamos a reunirnos con los diversos sectores para generar un proyecto conjunto, esto nos llevó algún tiempo, y terminamos trabajando con una cooperativa a la que inclusive el Gobierno Provincial le consiguió 33 toneladas de cuota Hilton».

«Es una cooperativa que está en el centro de la provincia y que venían realizando este tipo de operaciones y trabajando con trazabilidad, con ellos y con otros empresarios (algunos incluso que pertenecen a otra cadena de valor como la avícola) empezamos a hacer reuniones, a las que se sumaban las propias autoridades de JBS a los efectos de poder definir el precio de la planta frigorífica. En este sentido contratamos a la Universidad Nacional del Litoral que hizo una evaluación de cuánto era el costo, para poder saber cuánto debíamos ofrecer”.

P.R: ¿Se trata de una experiencia de producción bajo control obrero (del tipo “empresa recuperada” del 2001-2002) o esto está pensado como una herramienta para que los productores agropecuarios que trabajan en el sector ganadero puedan recuperar algo del valor agregado que de otra forma se lo llevaría JBS u otra empresa? Porque son dos cosas distintas…

R.S: “Esto está planteado para ser una herramienta de nuestros productores ganaderos entrerrianos. Tenemos alrededor de un 8,1 por ciento de las existencias ganaderas a nivel nacional, y el faenamiento es de solo el 3,4 por ciento… El valor agregado lo generan otras provincias y esto no es negocio. Nuestros productores se tienen que transformar en empresarios, y como esto no se hace de la noche a la mañana; por ello el Estado Provincial participa activamente con un 85 por ciento del paquete accionario de esta Sociedad Anónima; pero siempre pensando que este tiene que ser el instrumento más importante de nuestros productores ganaderos entrerrianos hacia el futuro. Queremos completar los eslabones de la cadena de valor en el ámbito de la provincia. Éste es el negocio en realidad. Si tomamos los últimos 40 años en la provincia de Entre Ríos, en 29 de ellos agregó más valor la ganadería que la agricultura. Somos una provincia históricamente ganadera, y por lo tanto nos parece que esta es una apuesta muy fuerte”.

P:R: ¿Cuáles serían los pasos a seguir para avanzar hacia una empresa mixta vinculada a la producción alimentaria, después de generar consenso entre los espacios productivos?

R.S: “Este no es el único proyecto que estamos llevando adelante con participación del Estado Provincial. Nos hicimos cargo de COOTAPA y creamos COOTAPA S.A, una cooperativa de más de 40 años en Paraná, que hoy está funcionando. Estamos trabajando en un proyecto similar en una fábrica de jugos en Villa del Rosario para pequeños productores, también esto se hace con el aporte del Estado Provincial y del Nacional. No fue un camino fácil de recorrer».

«Más allá de la decisión política tuvimos que armar todo el andamiaje jurídico, tuvimos que presentar distintas leyes en la Legislatura Provincial. Una de ellas debido a que si queríamos desarrollar este proyecto del frigorífico con control estatal con una parte del Crédito del Bicentenario vía Banco Nación, teníamos que presentar en garantía la Coparticipación Federal de los impuestos».

«Una jugada muy fuerte que hace el Gobierno Provincial porque entendemos que al haber quedado definido el perfil de provincia que el Gobernador Urribarry plantea de aquí a 15 o 20 años (agro-alimentario, industrial y turístico), es indudable que sitúa a estos sectores como claves de la economía al argo-alimentario. Por lo tanto, Tuvimos que ir a la Cámara de Diputados presentando el proyecto de inversión, les explicamos a los legisladores la situación y en beneficio de quién esto iba a redundar. Fue toda una pelea…»

«Finalmente se terminó aprobando por ley de qué forma el Estado participa con el 85 por ciento del paquete accionario. Nuestros legisladores avalaron el proyecto porque saben de la importancia estratégica que esta empresa tiene hacia el futuro”.

P.R: En este contexto donde la carrera de los precios resulta una dificultad para el pueblo, donde la puja redistributiva (o inflación) genera aumentos en los alimentos (o debate de renta) el avance del Estado sobre la cadena de valor alimenticia y su comercialización, podría plantearse como un horizonte alternativo para contrarrestar la concentración y los abusos permanentes.

R.S: “No tenga ninguna duda. Gran parte de las propuestas que nosotros estamos llevando adelante van en ese sentido. Ahora estamos trabajando en un gran mercado concentrador mayorista y minorista para todas las cadenas de valor de la provincia de Entre Ríos”.

“Nosotros somos conscientes de que el Estado tiene que intervenir en esto debido a que los mercados son, en la Provincia de Entre Ríos y en la mayoría de las cadenas de valor, fuertemente oligopólicos. Son muchos los productores que venden y pocos los mayoristas que compran que, a su vez, vuelven a ser pocos a la hora de venderle al público. El Estado debe estar presente allí”.

“Estamos trabajando fuertemente como mecanismo de regulación del mercado en cada una de las cadenas de valor más importantes. Esto se hace absolutamente necesario, porque de lo contrario lo que va ha suceder es que se van a integrar verticalmente los grandes empresarios y terminan produciendo desde la materia prima hasta el producto final. Tenemos que propiciar el equilibrio dentro de cada uno de estos mercados. No tenemos empacho en decirlo. Trabajamos en la citricultura con una fábrica de jugos. Con la producción láctea. Con los pescadores a los que les pusimos un precio sostén y estamos generando una cadena de comercialización de alimentos haciendo locales con una estética y una política de comercialización propia (N. del E: se refiere a una suerte de Mac Donals entrerriano con fondos estatales). Vamos a hacer 5 grandes restaurantes, pero esta vez propiedad de las familias de los pescadores con asesoramiento empresarial y del Ministerio”.

P.R: Este tipo de recetas heterodoxas evidentemente no son la excepción…

R.S: “No. Estamos llevando muchos emprendimientos como el de faena móvil que será entregado para pequeños productores, para salvar el problema de no tener el financiamiento necesario para poner una planta para faenar ¿Entonces qué hace el Estado Provincial? Colabora poniendo a disposición de esos pequeños productores una sala de faena móvil para que a todos aquellos que produzcan corderos, lechones; no les pase lo que les está pasando hoy: carnean debajo de un árbol, que desde el punto de vista sanitario es muy grave. Ahora, los incorporamos al mercado”.

“Tenemos que generar herramientas apropiadas (heterogéneas, heterodoxas, creativas) para cada uno de los sectores productivos. A otra escala, eso es lo que hicimos con el frigorífico JBS”.

P.R: Algunos operadores del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, ante nuestro cuestionamiento por la pasividad asumida ante el cierre de la planta de Venado Tuerto (en contraste con la experiencia entrerriana), nos plantearon varias explicaciones: una de ellas, según dijeron, tenía que ver con que ‘el mapa productivo de la provincia de Santa Fe’ era ‘particularmente complejo’ (“hay alrededor de 50 frigoríficos, el Estado no puede involucrarse en uno y no en otros”, nos dijeron). Y otro que ‘sin el apoyo del Gobierno Nacional esto no se podía desarrollar’, y ‘difícilmente’ éste prestara igual colaboración a la provincia de Santa Fe por cuestiones políticas ¿Son atendibles estas razones, o son excusas?

R.S: “Nuestro gobernador siempre menciona ‘la diferencia entre el federalismo de los discursos y el federalismo de los recursos’. Nosotros, aquí en Entre Ríos, tenemos el mismo paisaje productivo que tiene la provincia de Santa Fe. Tenemos muchos frigoríficos que han tenido (y tienen) innumerables problemas a los cuales hemos prestado asistencia. Inclusive hasta con préstamos otorgados desde el Gobierno Provincial (a tasa netamente subsidiada) para preservarlos. Así que nuestro paisaje productivo es similar”.

“El tema acá pasa por una clara decisión política, no es un tema de mercados. Nosotros, en Entre Ríos, hemos asumido la clara decisión política de hacernos cargo de esta situación, a pesar de la coyuntura desfavorable en algunas situaciones. Lo dicen varios analistas (incluso el economista Carlos Sequiaro de Federación Agraria Argentina): ‘lo que ha hecho la provincia de Entre Ríos es lo que tenía que hacer, porque esto va a ser negocio en los próximos años’. Nosotros, como gobierno, no podemos solamente quedarnos en la coyuntura. Tenemos que tener una mirada estratégica de mediano y largo plazo; y estamos convencidos que la ganadería bovina va a ser un excelente negocio. Y pretendemos que este negocio sea para nuestros productores y no para capitales extranjeros”.

P.R: Otro de los argumentos que plantean desde el Gobierno Santafecino (off the record) es que el frigorífico JBS-Swift de Venado Tuerto, tiene una gran tecnología apuntada a la exportación, por tanto, si se modificara su estructura para redireccionar su producción al mercado interno se estaría retrocediendo ¿Cómo solucionaron ustedes ese tema?

R.S: “EL frigorífico de la planta de San José apunta básicamente también al mercado de exportación, con Cuota Hilton y otros cortes para otros mercados. Esto último creemos que es lo importante. Nosotros estuvimos, por ejemplo, con el embajador de Angola, cuando le planteamos que teníamos un frigorífico que iba a estar en un 85 por ciento en manos del Estado Provincial, inmediatamente nos solicitó enviáramos una carta de intención con la provisión de carnes a ese mercado como tema a tratar. Y así como este se están abriendo muchísimos mercados”.

“La propia China está abriendo sus mercados para la carne bovina. Además de la Unión Europea, Rusia nos compra mucho. Los demás países latinoamericanos (especialmente Chile). Hay espacio para abordar todos los mercados”.

“Con este proyecto nosotros no vamos a apuntar exclusivamente al mercado interno. Vamos a tratar de generar actividad como para que este sea un buen negocio, y este frigorífico no va a implicar tener problemas con los pequeños frigoríficos que tenemos en nuestro paisaje productivo. Todo lo contrario, lo que pretendemos con esto es acercar al productor con el consumidor. Esto de crear un mercado concentrador mayorista y minorista para poner ahí todas las cadenas de valor va en ese sentido”.

“Uno de los problemas centrales de la economía Argentina, y esto lo digo con todas las letras (en el caso concreto de la inflación), tiene que ver con haber extranjerizado y centralizado gran parte de la comercialización; y en la medida en que nosotros no participemos con mecanismos alternativos para la regulación de estas grandes cadenas nos va ha pasar que se van a llevar todo nuestro esfuerzo. Ellos son grandes responsables de la inflación de la Argentina”.

“A un pequeño productor de un queso sardo de mi provincia le pagan $14, y cuando uno va a la góndola ese mismo queso sale más de $40 ¿Quién se queda entonces con el esfuerzo de los productores y de los consumidores? Una gran cadena de intermediación de la que están participando las grandes cadenas internacionales”.

P.R: Cuando el frigorífico reciba el Crédito del Bicentenario y empiece a funcionar ¿Cuál va a ser la perspectiva hacia delante?

S.R: “Esta fue una decisión que apunta a un proyecto de inversión absolutamente racional. Lo que garantizamos con ese proyecto de inversión es el repago del Crédito del Bicentenario. La puesta en marcha la queremos hacer en forma gradual y responsable, en la medida de cómo se vayan dando los mercados. No podemos tomar decisiones alocadas porque esto pertenezca al sector público. Esto debe tener absoluta racionalidad (lo saben los trabajadores). Pero nunca pensamos en la coyuntura. Jamás una decisión de este tipo puede ser pensada en la coyuntura. Fíjese que meses después de nuestra apuesta al frigorífico ya se bajaron las retenciones a las exportaciones de carne. Esto va a ir cambiando porque las decisiones son a mediano y largo plazo…”.

En Venado Tuerto quienes llevaron adelante la negociación plantean que la empresa no quiere vender. Si JBS no hubiera querido venderles la planta de San José, le preguntamos al Ministro de la Producción de Entre Ríos ¿De existir una negativa empresaria para vender, acaso hubieran avanzado hacia una expropiación considerando lo estratégico del recurso?

Respondió: “Creo que tiene que ver con un proceso de negociación. En el caso nuestro pasó lo mismo. La empresa nos planteaba que no quería vender, porque también el querer vender depende de la oferta económica que uno haga. Nosotros, avalados por este estudio de la UNL (Universidad Nacional del Litoral), asistimos a una cantidad de reuniones, de situaciones que tuvimos que atravesar para que ellos tomen la decisión. No fue una decisión sencilla. Pero para ello está el proceso de negociación que llevamos adelante, que llevó muchísimo tiempo… Distintos métodos de presión (de esto tenemos que ser conscientes: no debe haber sido fácil para los sectores empresarios). Pero usted también no debe olvidarse que en el proceso de negociación participaron los trabajadores y esta fue una ayuda muy importante para que el Gobierno Provincial siguiera adelante”.

PR: ¿Resulta una actitud lógica, ante el anuncio empresario de cierre de un gran frigorífico de 500 empleados (que produce para exportar) el quedarse de brazos cruzados, aguardando o bien que la coyuntura nacional (o internacional) cambie, o que sea la lógica empresaria la que se modifique?

RS: “No. No, porque estamos hablando de una de las cadenas más importantes. Nosotros nunca podemos cruzarnos de brazos y dejar que el mercado actúe. Sería irresponsable. Por eso yo insisto: nosotros actuamos, y lo que hicimos fue tratar de buscar consenso entre los distintos sectores productivos. Pero fundamentalmente con los trabajadores, porque el proceso de negociación para la compra del frigorífico fue arduo. Empezamos hablando de cifras que eran siderales, que la provincia jamás podía llegar a plantearse de poder pagar; pero sin embargo llegamos a un precio razonable. En la mesa de negociación, además de empresarios, estuvieron siempre los trabajadores a través de sus representantes”.

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