La Cámara baja de la Nación sancionó la ley que habilita el voto optativo a jóvenes de 16 y 17 años. Previa a la votación, la oposición se retiró del recinto tras el encendido discurso del diputado kirchnerista Andrés Larroque, en el cual, entre otros puntos, los acusó de ser “esclavos de las corporaciones”.
Pese al ajustado quórum, el oficialismo logró convertir en ley el proyecto que incorporará cerca de un millón y medio de jóvenes al padrón electoral para las elecciones legislativas de 2013. Tras una maratónica sesión que duró cerca de 11 horas, 131 diputados dieron el sí a la iniciativa; hubo dos votos en contra y sólo una abstención. Al arribar al resultado final, las gradas superiores del recinto, colmadas por jóvenes que acompañaban la modificación, estallaron en vítores.
El punto más álgido del debate fue cuando los legisladores opositores se levantaron de sus bancas y dieron el portazo luego de la intervención del líder de La Cámpora, Andrés Cuervo Larroque, que replicó duramente los cuestionamientos de la oposición.
“Acá todos opinan en función de lo que dicen las corporaciones, como por ejemplo la tapa del diario Clarín del 2 de septiembre donde dice «el voto a los 16: un mercado de 2 millones de electores». Así llaman las corporaciones a nuestro pueblo: un mercado”, disparó y retrucó en seguida: “Nosotros los tratamos como seres humanos que son, plausibles de derechos”.
“He leído sobre el socialismo utópico, he leído sobre el socialismo científico, pero nunca he escuchado hablar del narcosocialismo”, fustigó Larroque en referencia al actual escándalo que sacude la provincia de Santa Fe –gobernada por el socialismo– tras la detención de su ex jefe policial, Hugo Tognoli, por presuntos vínculos con el tráfico de drogas.
Los radicales tampoco se salvaron de la lengua del Cuervo: “No pueden gobernar ni una calesita”, les espetó.
En respuesta, los representantes de la UCR, el socialismo, el Pro y otros bloques unipersonales abandonaron el recinto, no sin antes decirle al diputado lo que pensaban de él. Para el duhaldista Carlos Borwn, es “un pendejo importante”; en tanto para el radical Ricardo Gil Lavedra, es “un provocador profesional” que “de derechos humanos debe saber lo de un orangután”. “Es una muestra de la prepotencia y la arbitrariedad con que se maneja la juventud de la chequera”, añadió.
Para el jefe de bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, fue inexcusable la actitud de sus colegas, que en su opinión, “no pueden retirarse (del recinto) en función de la intensidad de un discurso”. De este modo, los instó a regresar.
El texto aprobado el miércoles define como electores nacionales a “los argentinos nativos y por opción desde los 16 años” y a “los argentinos naturalizados desde los 18 años”, pero al igual que con los mayores de 70, no se fija penalidad alguna para quienes no sufraguen.
“Dar el voto a los jóvenes significa reivindicar las banderas de los desaparecidos y saber que serán los jóvenes que se preparan para seguir llevando las banderas hasta la victoria siempre”, había dicho la titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, Diana Conti, al dar comienzo al debate cerca del mediodía.
Postura similar mantuvo el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien manifestó que “los jóvenes saben lo que está pasando y quieren participar en la construcción de su presente y su futuro”.
“Es así como se amplía la democracia con la que se constituirá la República: con instituciones que respondan al voto y la soberanía popular, no a las corporaciones de siempre, que se disfrazan de República, reservándose privilegios para ellas, para muy pocos, y no beneficiando la vida común de la totalidad de nuestro pueblo”, ponderó Conti.
No obstante, el discurso más emotivo fue el de Jorge Rivas, el diputado del FPV que quedó tetraplégico tras un asalto en 2007 y que desde entonces nunca había podido expresarse oralmente ante sus pares. Este miércoles defendió el voto joven.
Fuentes: Página 12, Télam | Fotos: Fernando Sturla/Télam
