Un camionero atropelló este lunes a la tarde a un hombre de 52 años en la zona norte de la ciudad; más precisamente en las inmediaciones de Lusuriaga al 2600. Aquí es donde el relato se divide en dos versiones: por un lado la policía que arribó al lugar tras el accidente informó que vecinos del barrio decidieron prender fuego al rodado para vengar al difunto por lo que tuvieron que intervenir; en tanto el cuñado de la victima aseguró que los efectivos de la subcomisaría 2ª los reprimieron duramente aún antes de incendiado el camión.

“Nosotros pensábamos que venían a ayudarnos, pero su accionar fue malísimo”, contó este martes al programa de Radio Nacional Rosario, Aire Público, Ramón Ferreyra, cuñado del hombre atropellado.

Ferreyra afirmó que recién cuando llegaron varios móviles más, luego de que dos patrulleros se hicieran presentes en el lugar, los efectivos policiales cayeron con fuerza sobre los vecinos de Nuevo Alberdi: irrumpieron en los domicilios y tiraron balas de goma a la gente, lo que derivó luego en la quema del camión.

“En todo momento trataron de amedrentarnos”, reveló el entrevistado a la vez que aseguró que en ningún momento –pese a lo que les decían los mismos policías– ellos procuraron agredir a los agentes o sus móviles. E incluso con sorna, recordó Ramón, los uniformados les espetaron: “Hagan todas las denuncias que quieran nosotros estamos podridos de las denuncias”.

No obstante, Ferreyra señaló que en el momento en que tuvo que llevar a su esposa al hospital Alberdi por las hemorragias causadas por las balas de gomas, “ahí se dieron cuenta; nos decían: «Nosotros no tenemos la culpa»”.

Finalmente, indicó que sin éxito intentaron comunicarse con el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto.

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