El capitán y cuatro marineros de un buque fueron detenidos en Rosario, acusados del homicidio de cuatro polizones congoleños que viajaban en la nave con destino al puerto de Arroyo Seco. 

La denuncia fue realizada por representantes de la empresa naviera responsable de la embarcación. El juez federal Nº 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, tomó declaraciones testimoniales a la tripulación, conformada por 21 hombres. Luego de escuchar los testimonios quedaron detenidos el capitán y cuatro marineros, oriundos de Rumania y Filipinas. Uno de los acusados por el incidente se ahogó en el Paraná.

En este contexto, la Justicia federal también investiga otro suceso vinculado al buque, el mismo tuvo lugar el jueves pasado cuando apareció ahogado en el río Paraná uno de los marineros que estaba apuntado como uno de los responsables del incidente con los polizones y ahora deberá establecerse si se trató de un accidente o un homicidio.

El asesinato de los cuatro polizones africanos fue denunciado por la empresa naviera responsable de la embarcación, con sede en las Islas de Marshall, un una ex colonia estadounidense ubicada en Oceanía. El dato sobre el incidente llegó a la firma naviera a través del relato de un tripulante, explicó una fuente judicial.

Según la denuncia, el barco RM Power, un carguero de unos 200 metros de eslora, zarpó en los primeros días de julio de Matadi, el principal puerto de la República Democrática del Congo. En esa terminal ubicada sobre el río Congo a 137 kilómetros del océano Atlántico, el RM Power dejó un cargamento y zarpó nuevamente.

El barco hizo una escala en el también congoleño puerto de Banana, ya en la costa atlántica, y continuó con destino al puerto de la empresa Dreyfus en Arroyo Seco, donde debía cargar cereales.

Allí arribó el dos de agosto y desde ese momento las autoridades de Prefectura Naval y de la Justicia Federal intervinieron en el caso.

En la presentación judicial se señaló que en Matadi siete polizones congoleños o de otra nacionalidad africana habían subido a la nave y se escondieron en el compartimento de la hélice. Sin embargo, durante la travesía fueron descubiertos por la tripulación y el capitán del barco, el rumano Robert Filip, decidió llevarlos de nuevo al Congo.

Sin embargo, cuando el buque retomó su viaje fueron descubiertos otros cuatro ciudadanos congoleños. En este caso, la decisión atribuida por fuentes judiciales al capitán fue la de arrojarlos sin salvavidas a las aguas del oceáno Atlántico.

Días atrás los tripulantes del RM Power, de nacionalidades filipina y rumana brindaron en inglés declaración testimonial en la Fiscalía Nº 3 de Rosario a cargo de Mario Gambacorta. En ese marco uno de los testigos rumanos contó lo que había ocurrido luego de un careo con otro marinero.

Luego de quebrarse, este tripulante pidió la baja y fue desvinculado de la tripulación. A partir de este testimonio, el capitán del barco y cuatro tripulantes quedaron detenidos imputados en forma preliminar de homicidio.

Este lunes iban a ser indagados por el juez federal Nº 3 Carlos Vera Barros asistidos por la defensora oficial Rosana Gambacorta, pero la medida judicial se suspendió por la ausencia de un traductor.

Según fuentes judiciales, el responsable de la embarcación primero negó el hecho y después lo admitió en su declaración como testigo. «Como estas personas hablan inglés debimos buscar un traductor. Además vamos a tomar contacto con el consultado de Rumania en Rosario para ponerlos al tanto de esto», explicó el portavoz consultado.

Fuente: La Capital

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