Los seis marinos mercantes extranjeros, acusados de arrojar a cuatro polizones congoleños en alta mar, se negaron a declarar ante el juez federal Carlos Vera Barros en Los tribunales federales de Rosario.
El capitán del buque RM Power, su primer oficial, ambos de origen rumano y cuatro marineros filipinos fueron acusados por el homicidio de cuatro polizones congoleños, agravado por alevosía y participación grupal.
Además se investiga si uno de los sospechosos del cuádruple crimen, un marinero de nacionalidad filipina que desapareció el jueves pasado en el río Paraná frente a la costa de Arroyo Seco tras caer del RM Power, se suicidó o pudo haber sido víctima de asesinato.
A pocos días desde que el buque zarpó de las costas del Congo en los primeros días de julio, con destino a la terminal portuaria de Dreyfus en Arroyo Seco, fueron hallados siete polizones, a quienes se entregó a las autoridades pertinentes. Dos días después de aquel episodio y a 400 kilómetros de la costa africana, según testigos, cuatro polizones congoleños fueron descubiertos.
Según el testimonio de dos marineros arrepentidos, el capitán rumano Florin Filip y el primer oficial Robert Racovita ordenaron a cinco miembros que ataran de pies y manos a los congoleños, que los amordazaran y tras golpearlos en la cabeza, los arrojaron al mar. Tres días después del incidente, media docena de marineros filipinos plantearon que querían terminar la relación laboral con la empresa y volver a puerto. Esto alertó al gerente de WEM Lines SA, Binios Stravos, quien le pidió explicaciones al capitán Filip.
Y lo que obtuvo a cambio fue una confesión de lo ocurrido, que motivó una investigación interna que luego fue judicializada y terminó en manos del juez Vera Barros y el fiscal Gambacorta, ya que el primer puerto que tocó el RM Power fue el de Arroyo Seco.
Gambacorta solicitó a Vera Barros allanar la embarcación, de 200 metros de eslora, y en una de las bodegas fueron halladas botellas de agua, comida, ojotas y excrementos humanos, evidencia de la presencia en el barco de los polizones.
Los siete polizones devueltos fueron identificados por la policía congoleña y se presumen testigos muy calificados para la investigación abierta en suelo argentino, ya que podrían aportar datos sobre los cuatro hombres asesinados. Por tal razón, en los tribunales federales requerirán a las autoridades del país africano en cuaestión, la ubicación de estas personas para efectuar una videoconferencia.
Fuente: La Capital