La concejala de la Unión Cívica Radical, María Eugenia Schmuck, requirió la intervención del subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita, ante la reapertura del boliche Al Diablo, “El municipio debe tener herramientas y voluntad para clausurar definitivamente”, afirmó.
Schmuck expuso que esa confitería fue escenario de una balacera que dejó 5 jóvenes heridos, poco tiempo atrás, por lo que exigió “controles más exhaustivos y severos”.
“Junto al concejal Boasso el jueves pasado le mandamos una nota formal a Luis Baita para que tome cartas en el asunto, porque nos habían llegado rumores de vecinos sobre la repertura del boliche”, señaló la legisladora.
Respecto del boliche y su dueño Schmuck contó: “Según nos cuentan los vecinos, el sábado reabrió y volvieron los disturbios. Es el mismo dueño de Ay Ramírez, que ha sido protagonista de varios disturbios, dejando entrar y vendiendo alcohol a menores y también generando situaciones conflictivas alrededor del boliche”.
Para la edila, “es importante rediscutir que ante las faltas graves la clausura definitiva debe ser inmediata, sin esperar a que actúe el Tribunal Municipal de Falta”. Además, destacó, “es la propuesta que impulsamos desde hace meses con Jorge Boasso. Creemos que ante faltas graves o acumulación de faltas la clausura debe ser definitiva”.
La edila también se refirió al desempeño del ejecutivo en la materia: “Cuando decimos que hay problemas en los sistemas de control de la ciudad, nos referimos también a lo que pasa en algunos locales de la noche rosarina. Existen muchos locales nocturnos que en la actualidad están funcionando con las mismas irregularidades con las que funciona Al Diablo. El Departamento Ejecutivo debe tener herramientas y voluntad de utilizarlas, no hace falta esperar a que se expidan otras instancias. Ante casos escandalosos el cierre debe ser inmediato y definitivo”.
“Si conocemos los graves antecedentes de estos locales administrados por el mismo grupo de personas es imperioso que el Ejecutivo municipal realice en los mismos controles más rigurosos y frecuentes”, afirmó Schmuck.
Y prosiguió aseverando que “estos llamados ‘bolicheros’ son los mismos que administraban bares como el ya clausurado Ay Ramírez, un espacio nocturno que estaba en avenida Alberdi al 100 bis, que había sido denunciado múltiples oportunidades a partir de reclamos de vecinos”.
Además Schmuck recordó que “el local antes de su clausura definitiva en febrero, contaba ya con ocho clausuras en forma transitoria, la mayoría por faltas graves debido a la tergiversación de rubro y venta de alcohol a menores” y acotó que “además en el lugar fueron apuñalados dos menores y hasta hubo amenazas del dueño a los vecinos”.
“Para disuadir y controlar que no se provoquen disturbios” la concejala radical presentó un proyecto, junto con Jorge Boasso, que obliga a los responsables de boliches a instalar cámaras fueras de los mismos conectadas al Centro de Monitoreo de la Municipalidad.
Más adelante continuó diciendo que, «si efectivamente hay voluntad de controlar para garantizar una noche más segura, es necesario que la dependencia que Baita conduce tome claramente la decisión de avanzar en mejores esquemas de control y mecanismos de respuesta más rápidos y efectivos. Nuestras propuestas en el Concejo tienen que ver con garantizar herramientas efectivas».
“Los vecinos plantean que es muy difícil vivir con estos desmanes y además denuncian que la comisaría 30º no toma cartas en el asunto”, denunció la edila y agregó que “ni siquiera hacen patrullajes por prevención”.
Finalmente dijo Schmuck que “las denuncias realizadas indican que los móviles policiales suelen estar afuera de Al Diablo mientras éste funciona, pero no está muy clara su función, no se sabe si brindan seguridad a los vecinos o a los mismos dueños del boliche, porque los disturbios son recurrentes”.
