Hace 11 años la Biblioteca Popular Pocho Lepratti abría por primera vez sus puertas. Este viernes, a partir de las 18.30, celebrarán el aniversario con un programa especial por FM Radio La Hormiga 104.3.
«Habíamos alquilado el local en el que aún seguimos, teníamos unos 300 libros, unas ganas enormes, y esa tarde preparamos unos sandwichitos de miga con la típica sangría rosarina», recordaron los impulsores de este proyecto que este viernes 18 de octubre cumple «11 años de trabajo de hormiga».
«Nos acompañaba la luminosidad de Rubén Naranjo y de Orlando Lepratti, el papá de Pocho entre muchos otros. A ellos los seguimos extrañando», comentaron, al mismo tiempo que ratificaron su apuesta: «Las ganas de aportar nuestro granito de arena por una sociedad sin exclusiones, con igualdad y derechos para todos y todas sigue en pie».
En este sentido, y con motivo de celebrarse un nuevo aniversario, quienes están al frente de la Biblioteca Popular, compartieron un escrito de una de las integrantes del proyecto, María José Draperi, que este medio reproduce a continuación.
«Enormes felicidades a mi querida Biblio por 11 años de trabajo de hormiga, de construcción desde abajo, en lo chiquito y lo cotidiano. Gracias por dejarme caminarte seguido, por ser un rincón de resistencia y de colores, por ser un espacio para discutir ideas, para encontrarnos con otrxs, para forjar sueños, cansarnos y re cansarnos.
Para crear autonomía, promover derechos, sembrar solidaridad, para abrir nuevas grietas y oportunidades de cambio, para saber que es poco lo que hacemos, mientras sentimos que hacemos más de lo que podemos… Cientos de gracias por los libros, las voces, lxs pibxs, la memoria, las comidas, los talleres, las pintadas, las visitas, las manos, el quilombo, lxs vecinxs, las fotos, las marchas, la alegría.
Miles de gracias a lxs que aportan cada día su granito de arena para la persistente construcción del hormiguero grande, ese por el que pedaleaba el Pocho, con las dificultades, la poca plata, el poco tiempo, los dolores, las injusticias y las ausencias…
Pero también con las muchas ganas, las voluntades, y los desafíos que nos animan a seguir apostando por un proyecto que trascienda las individualidades, que nos ayude a pensarnos y actuar desde lo colectivo. Por eso y por mucho más, millones de gracias. Por seguir buscando un mundo donde quepan todos los mundos. Por dejar que nuestras cabezas piensen donde los pies pisan…»
