Bonfatti

El gobernador Antonio Bonfatti sostuvo este miércoles que la crisis desatada por un sector de la policía provincial “fue un acto de sedición”. «Se puede dialogar, pero nunca con un arma en las manos y destruyendo patrulleros», afirmó el mandatario.

«Fue lo más duro que nos tocó a los argentinos después de los levantamientos militares ocurridos en los primeros años de democracia. Son actos de sedición que están tipificados en el Código Penal. Se puede conversar, dialogar sobre estos temas, pero nunca con un arma en las manos, pinchando cubiertas de los móviles policiales», dijo Bonfatti en declaraciones a Canal 5 de Rosario.

«Esto empezó en Santa Fe por parte de un autodenominado sindicato que nosotros desconocemos y vamos a desconocer. En Santa Fe existe desde hace tres meses por resolución del Ministerio de Seguridad una mesa para dialogar. Siempre hemos planteado que los policías son trabajadores y que merecen evaluarse sus derechos. No pudimos hacer esa selección de temas por el problema de calle Salta y una serie de circunstancias, pero estaba esa mesa para conversar la cuestión salarial», añadió el gobernador.

El mandatario provincial sostuvo que el problema «empezó el viernes con algunos policías, muy pocos. A raíz de eso y en premio a los policías que no se plegaron a la protesta establecimos esta propuesta que impusimos por decreto y por una denuncia que hicimos en la Fiscalía Federal por acto de sedición. No hay conquista por parte de los efectivos policiales. Esto fue una decisión del Gobierno provincial porque sabe la situación que atraviesan los policías como todos los trabajadores estatales».

«Es sedición. Quien más tiene que dar el ejemplo, quien más tiene que ser respetado por la sociedad, cómo recupera eso ahora. Actuaban a cara tapada exactamente como actúan los delincuentes cuando quieren esconderse. ¿Cómo se ganan el respeto de la sociedad nuevamente cuando yo reclamaba que hay que volver a reconciliar a la policía con la sociedad. Eso no se gana de un día para otro. Requiere de mucho esfuerzo. Muchísimos policías no se plegaron a esta protesta. Este habrá sido un grupo minúsculo de 200, 300 o 400 frente a un total de 22 mil policías. Es inaceptable. Realicé una denuncia en la Justicia Federal y no la voy a retirar. Que la Justicia haga lo que tiene que hacer «, afirmó Bonfatti.

De forma tácita, el gobernador dedicó duras palabras al líder de Apropol, Alberto Martínez, de cuyo teléfono celular habrían partido mensajes amenazantes hacia su persona. «Me hizo tres intimidaciones en mi teléfono particular, que la Justicia siga actuando. No voy a permitir que alguien amenace no a Antonio Bonfatti sino al gobernador de Santa Fe. Yo no sé quién es, pero es un facineroso».

Con relación a las posibles sanciones que recibirían quienes incentivaron el conflicto, Bonfatti sostuvo: «No voy a identificar a uno por uno. Están las filmaciones hechas por la prensa de las personas que estaban en la jefatura de Rosario y de Santa Fe, frente a la Casa de Gobierno. No voy aplicar sanciones porque ha sido un compromiso».

«En el primer año, los policías tuvieron un incremento mayor que todos los trabajadores del Estado. A partir de ese momento el aumento fue automático. Si había un 30 por ciento de aumento para los empleados públicos, 30 por ciento para la policía. Nunca hubo un punto de menos. El aumento es automático. Reconocemos que los salarios estaban bajos. Para eso creamos una mesa de diálogo», agregó.

El gobernador señaló además que el incremento otorgado este martes fue un aumento «que le dio el gobierno a los policías que trabajaron. No lo lograron por presión. Saqué el aumento por decreto, sin acuerdo. Era mi decisión. Se premió a los policías que seguían trabajando a pesar del bloque de la Jefatura».

Por último, Bonfatti sostuvo que la actitud de los policías, no sólo en Santa Fe sino en las otras provincias, «fue una afrenta a la democracia. No era contra un gobierno en particular”.

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