El Gobierno ratificó su apoyo «al camino elegido por el pueblo venezolano en las últimas elecciones» en las que triunfó Maduro y se manifestó por el respeto «a la vida, a la paz y por sobre todo defender las instituciones».
Así lo señaló el canciller argentino Héctor Timerman, en una conferencia de prensa conjunta con su par de Venezuela, Elías Jaua, luego de una reunión de una hora que el funcionario venezolano mantuvo con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Residencia de Olivos.
En la rueda de prensa, realizada en la Casa Rosada, Jaua dijo que «hemos encontrado en la Argentina una firme posición en defensa de los valores fundamentales de la democracia y del derecho a vivir en paz que tenemos los venezolanos».
El funcionario agradeció el «apoyo firme, decidido, sin ambigüedades de la presidenta Cristina Fernández, de su gobierno, y de la mayoría del pueblo argentino a favor de la democracia en nuestro país».
Jaua, quien llegó a la Argentina en el marco de una gira para informar en detalle a los gobiernos de la región sobre los recientes sucesos en su país, anunció que «estamos convocando a una reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para discutir la situación actual, y seguir defendiendo nuestro derecho a construir una sociedad inclusiva».
Timerman, por su parte, enfatizó que «vamos a apoyar el derecho del pueblo venezolano a ser gobernado por Nicolás Maduro como fue expresado en elecciones libres hace 8 meses», y añadió que «nosotros, y por nuestra historia, vamos a pedirle a quienes quieran hacer sus reclamos en Venezuela que respeten la democracia y se sienten en una mesa de diálogo».
«Elías, cuentas con el apoyo del gobierno y del pueblo argentino», aseveró el canciller argentino, quien sostuvo que «nadie en la región va a apoyar una destitución» y que «las instituciones y la voluntad popular deben ser respetadas».
Panorama interno de Venezuela
Jaua trazó luego un detallado panorama de la situación interna de su país, señalando que «los focos violentos se han concentrado en 18 municipios sobre más de 335 que tiene Venezuela», pero remarcó que quedan «muchos menos, cinco o seis tal vez» porque «las fuerzas de las instituciones democráticas lograron reducir estos focos».
Aseguró que «las corrientes violentas no son el resultado de un malestar político y social, sino que son el resultado de una estrategia alentada, preparada y promovida desde hace por lo menos cinco años para derrocar al gobierno democrático, y tienen naturaleza política».
Puntualizó que los «grupos violentos tienen una estructura militar, con mandos intermedios y locales» y acusó «a un general retirado hace bastantes años de la Fuerza Nacional Bolivariana, el general Rivero» de ser «el jefe de la operación militar en la calle, en la clandestinidad y prófugo hoy de la justicia».
Jaua añadió que esa violencia ha generado 14 muertes y algunas otras, por fuera de los incidentes, derivadas de los trastornos que generaron las barricadas en el traslado de personas que requerían atención médica urgente.
Denunció Jaua la existencia de una «campaña de las cadenas internacionales de los grandes medios, para satanizar al gobierno venezolano, mostrando imágenes descontextualizadas, sin origen y sin fuente para hacer ver la imagen de una brutal represión».
Luego viene la intervención u opinión directa de algunos gobiernos, pocos, como el de Estados Unidos y los de algunos países europeos, de equiparar a un gobierno legítimo y democrático con los grupos que intentan derrocarlos», expresó el canciller.
Recordó que hoy se cumplen 25 años del denominado «Caracazo», la rebelión popular de la cual -dijo- «surgió la fuerza popular democrática comandada por (Hugo) Chávez, que hoy gobierna Venezuela, que optó por el camino democrático y pacífico, y así ha ganado 18 de 19 procesos electorales».
Jaua destacó la «legitimidad profunda de una fuerza que hace apenas 10 semanas obtuvo el 75 por ciento de las alcaldías, el 56 por ciento de los votos totales en esas elecciones» y que el presidente Maduro «al día siguiente de esa gran victoria convocó a un gran diálogo nacional».
Enfatizó que «lo importante ahora es que comience el diálogo» y destacó la participación en la reciente ronda convocada por el gobierno bolivariano de los principales actores sociales del país, entre ellos las centrales empresariales y las iglesias.
Aseguró que los sectores opositores «están sometidos al chantaje de los grupos neofascistas y violentos que controlan gran parte de los medios de comunicación» y aseguró que «mucha gente no fue ayer a la reunión por miedo al linchamiento mediático, político y moral, inclusive agresión a sus familias».
A pesar de la ausencia de los partidos políticos de la oposición, sí participaron los principales sectores sociales, entre los que destacó a Fedecámaras y las distintas iglesias y asistieron tres alcaldes de la oposición, que rompieron el mandato de la Mesa de la Unidad Democrática, que ordenó no asistir.
