Manuel Costa
Foto: Manuel Costa

Fuerza muchachos trabajadores del fútbol, deporte sagrado con 22 participantes disputando una pelota muchas veces maltratada y cuyo principal objetivo, la gran meta -aunque nuestros gloriosos gladiadores no lo sepan- consiste en meter la mística redonda en el arco de enfrente, ese armazón rectangular que tenemos adelante.

Sí muchachos, eso es el futbol, no sé si me entienden, lo que pasa es que ustedes nacieron en los noventa y se criaron con TyC Sport y siguen confundidos.

Fueron educados con el televisor, ustedes son de una generación que creyó lo poco y aburrido que le mostraban, los encandilaron con los reflectores del estadio, las ilusiones que marean y de repente algo que no se entiende, como alcanzados por un ataque de pánico el público se levantaba enfervorizado.

En la pantalla sólo veíamos gente exaltada, festejando muy exaltada, pero esa gente no piensen que se levantaba por contagio o antojo, había ocurrido lo esperado, gritaba un gol. Pero ustedes y yo no lo veíamos, muchachos, ustedes nunca vieron goles y por eso no me entienden ni saben que tienen que meterla.

No sé cómo explicar que para ganar un partido hay que meter la redonda, la redonda tiene que sacudir la red para que el público se levante de la tribuna, es necesario que se cumpla el deseo colectivo, la meta lograda, el gol aciago.

La prestancia del jugador no hace al ídolo ni tampoco fue ídolo el que estuvo más tiempo cerca del camarógrafo. El secreto de un equipo glorioso está en hacer goles aunque TyC Sport privilegiara los reflectores y la hinchada triunfalista.

Muchachos: no le hagan caso a la memoria y pónganse a jugar con alegría, ustedes fueron educados con televisores mentirosos que se comían los goles y ese no es el espíritu del fútbol, olviden lo que vieron en ese aparato cuadrado y castrador; mientras dure el partido olvídense de los reflectores de las cámaras de los televisores y hagan lo que quiere el público, metan la redonda en el rectángulo y en lo posible que sacuda esa telaraña de hilos que está detrás del arco, justamente, para embolsar la pelota.

No sé cómo decirlo pero les ruego: por favor hagan goles. Al Chango Cárdenas no se lo recuerda por la panza ni por el grito de la hinchada, sino por el gol que le hizo al Celtic.
Jueguen sin pensar en la prestancia y hagan goles comunes, simples, si quieren aburridos, olvídense del hincha, jueguen y disfruten que el fútbol es un trabajo lúdico, compartan el momento y la pelota.

Ustedes crecieron con las imágenes de mentira de TyC Sport sin goles, los educaron sin goles pero ahora TyC Sport y Clarín online se la pasan mostrando goles, cortos de goles, comentario de goles, show de goles.

A ver, cómo lo digo para que me entiendan: Maradona es Maradona por la mano de Dios, por los goles, por el pase a Caniggia que terminó con las ilusiones de Italia. Saben algo, quiero verlos jugando con la ilusión de un niño, poniendo los pies y la cabeza en la cancha y los ojos clavados en el arco chiquito pintado de blanco, ese armazón de caños redondos y hagan que pueda gritar un goooooooool enardecido, un larguísimo goooooooool con las cuerdas y el alma.

Sepan algo que está claro: nadie recuerda los goles que le hicimos al arco iris.

 

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Un comentario

  1. principiano

    26/03/2014 en 14:49

    EL FUTBOL:juego creativo,dinamico,la dinamica de lo impesado, el gol consecuencia fortuita del juego, LO MATARON, hoy es,lo que es. Atleticos gladiadores,trabajadores del sagrado mony/mony y el consumo de imagen para TyC Sport.

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