Foto: Télam
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El jefe de Gabinete Jorge Capitanich manifestó este lunes que el proyecto propuesto por el legislador Kunkel «no constituye una iniciativa del Ejecutivo», aunque señaló que es propicia la discusión por parte de las cámaras legislativas. El diputado Juan Carlos Kunkel, por su parte, subrayó que el espíritu del proyecto es persuasivo y no represivo.

El proyecto de ley de Convivencia en Manifestaciones Públicas, iniciativa encabezada por el diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Juan Carlos Kunkel, generó ruido y rebotes por dentro y fuera del oficialismo apenas vio la luz.

Este lunes por la mañana, el ministro Jorge Capitanich indicó en su conferencia habitual en la Rosada que el gobierno considera que debe darse  en el parlamento un “debate abierto, plural y democrático de este tipo de propuestas», aunque aclaró que “no constituye una iniciativa del Ejecutivo».

El jefe de Gabinete admitió que “no cabe duda que hay una demanda social, un hartazgo social por interrupción del tránsito por núcleos reducidos de manifestantes que generan inconvenientes en el desenvolvimiento del tránsito».

En relación a este último punto, Kunkel, coautor de la letra del proyecto de ley, estimó que “las protestas no deberían interrumpir toda la circulación”. Pero admitió que si se produce una manifestación con 10 mil personas “no le vamos a pedir que garanticen la libre circulación. Si hay tanta cantidad de gente es que porque existe una necesidad”.

El diputado chicaneó a los sectores de la oposición que dispararon críticas una vez conocida la noticia del proyecto: “Estamos dispuestos a debatir y queremos que los partidos de oposición se sinceren. Si están de acuerdo con que 50 personas corten una autopista, nosotros, desde el oficialismo, no vamos a impulsar la sanción de esta ley”.

Kunkel, mencionó un hecho reciente,  el corte en Puente Pueyrredon del pasado 12 de marzo que dejó una persona discapacitada herida: “No puede ser que gente como la del gremio del SUPA, que responde a Moyano, se planten en un puente y tiren a un trabajador. Tenemos que actuar para que esas situaciones no vuelvan a repetirse”.

El legislador kirchnerista  aclaró también que una vez debatida la ley en el Congreso nacional, después “cada provincia deberá aprobar una normativa para ver como se encuadran estas protestas”.

Algunos sectores del amplio espectro del oficialismo manifestaron su descontento apenas difundida la iniciativa. Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), su presidente, el periodista Horacio Verbitsky, dijo que la medida “es un retroceso respecto de estándares sobre protesta social que se fueron construyendo durante todos estos años”. Por su parte, el dirigente social Luis D’elia se había mostrado molesto:  «Faltó convocarnos a todos los movimientos sociales que formamos el espacio kirchnerista y preguntarnos qué opinábamos sobre el tema, qué matices teníamos, en qué cosas acordábamos, en qué cosas no”.

En sus últimas declaraciones, Kunkel salió a darle marco y coyuntura a su proyecto al sentenciar: “Hoy, estamos ante una situación social que mejoró con la creación de seis millones de puestos de trabajo, cuatro millones de Asignaciones Universales por Hijo y más de 1700 convenciones colectivas”.

El proyecto de ley de Convivencia en Manifestaciones Públicas consta de 34 artículos y en unos de sus puntos salientes establece que los organizadores de una protesta, marcha o manifestación informen a las autoridades 48 horas antes de llevarla a cabo. La temática se corresponde con un anuncio que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner formulara el pasado primero de marzo, durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.

Fuente: Télam.

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