El líder de la hinchada roja, Pablo Alvarez, ingresó ilegalmente a Brasil el mismo día que Argentina jugó con Nigeria. “Bebote” integra la lista de Seguridad de 2100 hinchas con antecedentes violentos en el fútbol.
Pablo «Bebote» Alvarez, referente máximo de la hinchada del Club Atlético Independiente de la ciudad de Avellaneda, ingresó ilegalmente a Brasil por vía terrestre el mismo día del partido entre Argentina y Nigeria en Porto Alegre, correspondiente al Grupo F del Mundial
2014, según confirmaron este jueves fuente policiales de esa ciudad.
Alvarez cruzó el paso fronterizo de la localidad de Santana de Livramento, lindante con la ciudad uruguaya de Rivera, en la madrugada del miércoles, sin dejar registro de su identidad ante las autoriadades migratorias del país.
De acuerdo con las investigaciones realizadas, Alvarez cruzó a la 1 de este miércoles con su camioneta por el puente que une la localidad de Colón, en la provincia de Entre Ríos con Paysandú, ciudad uruguaya,
Las autoridades brasileñas analizan si su ingreso al estado
de Río Grande del Sur se produjo en el mismo vehículo o contó con
uno de apoyo en la localidad uruguaya de Tacuarembó, a 115
kilómetros de la frontera.
La misma ruta empleó Hernán Palavecino -considerado la «mano
derecha» de Alvarez-, que fue deportado por Brasil en Santana de Livramento el martes pasado por la mañana.
El líder de la barra de Independiente, sin restricciones para salir de Argentina, tenía prohibido su ingreso a Brasil al figurar en la lista de 2.100 hinchas informados por el Ministerio de Seguridad de la Nación por sus antecedentes violentos en espectáculos deportivos.
Sin embargo, efectivos de la Policía Federal Argentina, que trabajan en Brasil durante la disputa del Mundial 2014 en el marco de un convenio de cooperación y prevención de la violencia, reconocieron a «Bebote» en el estadio Beira-Rio de Porto Alegre, donde se jugó el partido con Nigeria.
El barra escapó del lugar antes que los efectivos brasileños lo demoraran para aplicarle la Ley del Extranjero, que otorga un plazo de 72 horas para abandonar el país.
Por lo sucedido, fuentes de seguridad brasileñas reconocieron que trabajarán para un control más exhaustivo en el paso fronterizo de Santana de Livramento, por donde se estima que llegaron otros barras con ingreso vedado.
Fuente: Télam