“No juzgues a tu prójimo hasta que no puedas imaginarte a ti mismo en su lugar”, dice el Talmud. La cita del antiguo texto suena muy oportuna por estos días en boca de Henry Siegman, uno de los líderes del movimiento judío estadounidense. No es la única voz judía que se alzó en contra de la masacre del pueblo palestino. Confundir al milenario pueblo judío con el Estado de Israel es una treta que saben utilizar muy bien tanto los antisemitas y nazis como el propio Estado de Israel.
De 1978 a 1994, Siegman fue director ejecutivo del Congreso Judío Americano, una de las más importantes organizaciones judías de Estados Unidos, junto con el Comité Judío Americano y la Liga Anti-Difamación. Su padre fue un líder del movimiento sionista europeo que impulsó la creación de un Estado judío. En Nueva York, Siegman estudió la religión y más tarde se convirtió en jefe del Consejo de Sinagogas de Estados Unidos. Hoy es presidente del Proyecto Estados Unidos-Oriente Medio.
Entrevistado por la periodista estadounidense Amy Goodman en el programa Democracy Now (Democracia ahora), el líder judío fue contundente a la hora de criticar las políticas del Estado de Israel hacia el pueblo palestino. “Israel tiene que dejar de matar palestinos y terminar con la ocupación”, señaló Siegman, apuntando a una cuestión central que los medios que defienden la masacre ocultan o relativizan: la franja de Gaza es un territorio ocupado militarmente por Israel.
“Gaza está controlada por completo, al igual que Cisjordania, ya que está totalmente rodeada por Israel. Israel no podría imponer el tipo de estrangulamiento en Gaza si su ejército no la rodeara, y no sólo en el territorio, sino también en el aire, en el mar. Nadie allí puede hacer el menor movimiento sin que entren en contacto con las fuerzas de defensa de Israel. Por lo tanto, no me encontré con nadie que sepa de derecho internacional y me haya sugerido que para el derecho internacional Gaza no se considera ocupada”, señaló el líder judío desmintiendo la propaganda falaz del Estado de Israel.
“Mi primera pregunta cuando me ocupo de cualquier asunto relacionado con la cuestión palestino-israelí: ¿Y si estuviéramos en su lugar? ¿Y si la situación fuera al revés, y la población judía fuera encerrada y se le dijera: Aquí tienen, menos del 2 por ciento de Palestina, así que ahora se comportan. No más resistencia. Nosotros nos encargamos del resto? ¿Hay algún judío que podría haber dicho que esta es una propuesta razonable, que dejemos nuestra resistencia, nuestro esfuerzo por establecer un Estado judío, al menos en la mitad de Palestina que está autorizada por la ONU? Nadie estaría de acuerdo con eso. Dirían que esto es absurdo. Estoy hablando acerca de la resistencia como un concepto, no de los cohetes, si están o no justificados. No lo están. Creo que el lanzamiento de cohetes que van a matar a civiles es un crimen. Pero que los palestinos intenten, en todo lo que puedan, poner fin a este estado de cosas, y esperar de ellos que pongan fin a su lucha y sólo se centren en menos del 2 por ciento para construir un país es absurdo. Eso es parte de la propaganda, no es un debate sobre la política o la moral”, agregó Siegman basándose en la sabiduría del Talmud.
Para Siegman resulta inaceptable que “el sueño sionista se base en la masacre repetida de inocentes” y agregó que la matanza “debe causar una profunda crisis en el pensamiento de todos los que estaban comprometidos con el establecimiento del Estado y de su éxito”. En este sentido, el líder de la comunidad judía fue más allá, y se refirió a las orígenes del Estado de Israel. “La masacre conduce prácticamente a todo un replanteo de este fenómeno histórico”. “La diferencia entre Hamás e Israel es que Israel está implementando una política de destrucción para evitar que haya un Estado palestino, que en realidad no existe. Millones de palestinos viven en una situación de total subordinación, sin derechos, sin seguridad, sin esperanza y sin futuro”, aseguró el líder judío, que no duda en repetir una y otra vez que esta masacre “la provocó Israel”.
Al ser consultado sobre la justificación que esgrime el Estado de Israel, el derecho a defenderse, Siegman calificó como “insulto moral” ese argumento: “Si en verdad no quieren matar palestinos, si en verdad no quieren causarles tanto dolor, lo que hay que hacer es dejar de asesinarlos. Y darles derechos. Y terminar con la ocupación. Culpar de la masacre y de la ocupación a los propios palestinos. ¿Por qué? ¿Porque quieren tener su propio Estado? Ellos quieren lo mismo que los judíos quisieron y consiguieron. Es un gran insulto moral echarles la culpa a los palestinos”.
Artículo publicado en la edición 155 del semanario El Eslabón.