Trabajadores de empresa de cosméticos denunciaron desmanejos de sus propietarios luego del cierre de la planta de Soldini este último lunes; y esperan retomar el trabajo y constituirse como cooperativa. Desde mayo que no cobran.Ante el sorpresivo cierre del laboratorio de cosméticos que fabrica productos Prunelle en la vecina localidad de Soldini este lunes pasado, empleados de la firma denunciaron un abandono patronal y comenzaron a gestionar la reapertura de la planta y los trámites pertinentes para constituirse como cooperativa.
Ramón Arias, delegado representante de los cuarenta trabajadores en conflicto, adelantó que este jueves por la tarde se reunirán con los antiguos dueños de la empresa, “para que nos den las llaves”, y así, como primera instancia, “retomar las actividades en la planta”.
El lunes pasado, los laburantes se dirigieron a la empresa como todos los días, y encontraron la puerta de la planta cerrada con un candado. A partir de ese momento, los trabajadores no se movieron del lugar y comenzaron un derrotero de acciones en función de que la empresa siga funcionando.
En diálogo con LT8, Arias manifestó que la intención de los trabajadores es que se reabra la planta y que se pueda comercializar en principio “toda la mercadería que quedo”.
También admitió apoyo de la comuna de Soldini y el asesoramiento de personal especializado en cooperativismo, profesionales que intervinieron en la constitución de otras cooperativas como Mil Hojas, La Cabaña y Parrilla del Centro.
El delegado contó las dificultades y los desmanejos que vienen sucediendo en Prunelle. En 2011, “los anteriores dueños” vendieron parte del patrimonio de la firma a un empresario porteño, el 51 por ciento. “Se administró mal y se vino todo abajo”, manifiesta Arias. Y agregó: “Se le empezó a deber a los proveedores, entonces comenzó a escasear los insumos. La empresa comenzó con el ‘rojo’ en el banco, y dejaron de pagar los sueldos, desde mayo que no cobramos”, admitió el trabajador.
Hace unos meses, según cuenta Ramón Arias, ante la crisis imperante en la empresa, los antiguos dueños, que conservaban el 49 por ciento del total, prometieron el desembarco de nuevos inversores que nunca llegaron. “Hasta nos cortaron la luz hace un mes y medio”, recordó el delegado.
Los trabajadores hicieron un poder para presentar la quiebra, y esperan que el juez les conceda la chance de constituirse como cooperativa. “Somos cuarenta familias que trabajamos en la empresa. Queremos trabajar como cooperativa, sino estamos despedidos, nosotros queremos trabajar”, insistió.
