Vendedores ambulantes africanos se manifestaron este miércoles en las inmediaciones de la Guardia Urbana Municipal, para denunciar discriminación e ilegítima interrupción de su trabajo por parte de la fuerza de seguridad rosarina.
Samba, uno de los damnificados que participó de la protesta frente al cuartel de la GUM, ubicado en Riccheri 1545, denunció a este medio que «hemos venido desde las ocho de la mañana para ver a Pablo Seghezzo (Secretario de Control y Convivencia Ciudadana de Rosario), para que explique porqué no nos dejan trabajar, y recién a las dos de la tarde nos recibió una secretaría para decirnos que va a programar una entrevista para otro día».
«Hace años que nos vienen persiguiendo, tenemos documentos, pagamos monotributo, tenemos obra social y jubilación. Lo que nos falta es la habilitación para trabajar en la calle», se expalyó el joven comerciante en medio del colorido despligue que incluyó banderas y música de percusión . Y con respecto a la hipótesis de que existe un ensañamiento contra los miembros de la comunidad africana —en su mayoría senegaleses—, que se dedica al comercio en la vía pública, el delegado dijo «parecería que están viendo nuestro color de piel», «ya que a otros que están menos en regla que nosotros no los molestan».
«No tenemos otro recurso, vendemos bijoutería de fantasía y otras cosas», «si hay que pelear vamos a pelear, porque si te sacan la mercadería no te la devuelven», senteció el indignado trabajador.
