Un grupo de manifestantes que afirmaban ser empleados de la cadena de supermercados Coto, se manifestó este miércoles frente a la sede local del Ministerio de Trabajo de la provincia contra la ley de descanso dominical. «Queremos trabajar los domingos y nadie nos consultó», expresaron.
La protesta estaba constituida por poco más de medio centenar de personas, incluidas un par de decenas con más aspecto de custodios que de manifestantes, todos arribados al lugar a bordo de cinco autobuses de larga distancia, provenientes -según afirmaron- de Buenos Aires, Santa Fe capital, Villa la Lata y distintas sucursales de Coto.
La protesta se llevó a cabo frente a la sede local del Ministerio de Trabajo de la provincia (de Ovidio Lagos y San Lorenzo) y blandía como principal consigna su absoluto rechazo a la ley de descanso dominical, que a su vez y coincidentemente, fue el argumento esgrimido por la patronal para justificar la suspensión de más de un centenar de sus empleados.
Algunas características de la protesta, más allá de una consigna en absoluta sintonía con la patronal, despertaron dudas entre los trabajadores de prensa en cuanto a la espontaneidad y esencia de la misma. Cabe destacar entre aquellas, el arribo de los manifestantes en cinco ómnibus de una misma empresa de transporte privada.
Uno de ellos, consultados por este medio, contó que el autobús que lo trajo junto a un reducido grupo de jóvenes, los pasó a buscar por el barrio La Lata; otra joven que había recibido de parte de “uno de los organizadores” la camiseta con el logo de la empresa, afirmó que los autobuses habían traído empleados desde distintas sucursales de Coto de Rosario y de Santa Fe capital, en tanto que otro de los presentes dijo haber viajado en uno de los coches desde Buenos Aires.
Ninguno supo responder cómo se habían organizado para la contratación del transporte (cinco buses de larga distancia de doble piso) indisimuladamente estacionados a lo largo del cruce de Ovidio Lagos y San Lorenzo.
El grueso de los manifestantes, que no llegaba al medio centenar, se mantenía en medio de la calzada, desde donde arrojaban huevazos contra las ventanas de la sede de Trabajo, mientras que con un megáfono se expresaban consignas contra la aprobación de la ley de descanso dominical, intercaladas con insultos.
Llamó la atención la presencia de personas que a todas luces nada tenían que ver por su actitud y disposición con las razones de la protesta. En grupos de aproximadamente seis integrantes, custodiaban las esquinas del cruce de Lagos y San Lorenzo.
La protesta se da luego de que el ministro de Trabajo provincial Julio Genesini, en la misma línea que lo hiciera el propio gobernador, manifestara que la acción de suspender masivamente a empleados con la excusa de la ley de descanso dominical -cuya sanción definitiva esta pendiente en Diputados- es «inapropiada e inadmisible».
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