El nuevo informe pericial que pone en dudas que Liliana Montenegro, quien denunció el robo de sus mellizos, haya estado embarazada, agrega nuevos interrogantes y contradicciones a un caso cada vez más misterioso. ¿Cuáles son las principales dudas que persisten en la causa?
La ampliación del informe de una pericia realizada en Córdoba a Liliana Montenegro, la mujer radicada en Zavalla que denunció en julio pasado la presunta sustracción de sus mellizos recién nacidos, y que indica que no hay “certeza” de que haya cursado un embarazo y producido un alumbramiento, instalan mayor misterio y dudas acerca del caso que investiga la Justicia santafesina. El abogado de uno de los matrimonios imputados dijo a principios de octubre que su cliente había adquirido parte del ajuar para recibir a los mellizos –lo cual fue constatado con un allanamiento judicial- y que “había avisado a los cuatro vientos sus intenciones de adoptar, inclusive de realizar una adopción directa con esta mujer” que, según la última pericia, no estuvo encinta.
El acuerdo de adopción directa entre un matrimonio adinerado de Casilda y una mujer que no está embarazada no es la única contradicción aparente que aparece en el caso.
Los distintos informes periciales, que comenzaron señalando que “surgen signos indicativos de que la examinada ha cursado un embarazo reciente” y terminan por establecer que no hay “certeza” de ese estado ni de un parto también suman confusión.
Del mismo modo que la decisión del jefe comunal de Zavalla, Ignacio Mujica, de construirle una habitación a Montenegro por su estado de gravidez y la denuncia por sustracción de los mellizos que efectuó y de la que luego se retractó. ¿Basta con que una mujer le manifieste al presidente comunal de su localidad que está esperando mellizos para que el representante estatal, sin mediar ninguna otra comprobación, le amplíe la vivienda?
Liliana Beatriz Montenegro, de 39 años, es una mujer de condición humilde que se radicó en Zavalla luego de estar vinculada a un bunker de venta de drogas en el barrio Nuevo Alberdi de Rosario, en cuyas inmediaciones fueron heridos tres militantes juveniles del Movimiento Evita durante un tiroteo entre bandas que peleaban por el control territorial.
El 18 de julio denunció que cinco días antes había dado a luz a mellizos en una clínica de Casilda y que se los habían sustraído, luego de decirle que habían nacido muertos. Acusó a las hermanas Andrea y Mariana Novello y a sus esposos, German Sarvucci y Luis James, de haberle prestado ayuda durante el presunto embarazo haciéndose pasar por asistentes de la organización católica Cáritas.
Dijo que el parto la atendió un médico de Casilda, Roberto Calcaterra, que trabaja como obstetra en la clínica Primordial, propiedad de otro doctor de la misma especialidad, Dante Binner. Se trata del hermano del presidente del Partido Socialista y diputado nacional, Hermes Binner, quien sólo apareció ligado al caso a través de una denuncia pública realizada por la titular de la Red Infancia Robada, la hermana Martha Pelloni.
Según la religiosa, Dante Binner habría provisto una casa-quinta de su propiedad, ubicada en las afueras de Casilda, para que Montenegro fuera revisada por Calcaterra. Pero ninguno de los dos estuvo vinculado judicialmente al caso.
Un poquito embarazada
El 18 de julio el médico forense del Instituto Médico Legal (IML), Germán Sánchez Caranicolis, revisó a Montenegro. En un informe fechado cuatro días después, que envió a las fiscales del caso Lorena Aronne y Marianela Luna, escribió: “Con los elementos hasta aquí evaluados del informe médico forense realizado y la documental aportada, surgen signos indicativos de que la examinada ha cursado un embarazo reciente. A fin de dar fehacientemente certeza del mismo, solicito se remitan los resultados de la evaluación médica y de los estudios requeridos en este acto así como también la totalidad de la documental médica producida en ocasión de sus asistencia a los nosocomios referenciados. No he constatado signos de alteraciones morbosas o deficitarias de sus facultades mentales ni de personalidad con tendencia a la fabulación o mitomanía”.
Es decir que, a fines de julio, el forense encuentra “signos indicativos” de un embarazo y no halla en la mujer una personalidad tendiente “a la fabulación o la mitomanía”. De todos modos, y como se verá a lo largo de todos los informes periciales, Sánchez Caranicolis no cierra todas las puertas, al señalar que necesita más elementos para “dar fehaciente certeza”.
Con esos elementos, las fiscales solicitan una serie de medidas de prueba, entre ellas un allanamiento a la vivienda de Andrea Novello, donde la policía encuentra objetos de un ajuar que dan cuenta de la espera de dos niños.
El propio abogado de las imputadas, Germán Mahiue, reconoció el 2 de octubre en una entrevista con Radio Dos que “cuando la fiscalía realiza el allanamiento constata todo esto porque, efectivamente, la hermana de mi representada nada tenía que ocultar y había avisado a los cuatro vientos sus intenciones de adoptar, inclusive de realizar una adopción directa con esta mujer (por Montenegro)”.
El abogado también ratificó que las hermanas habían colaborado económicamente con Montenegro, aunque descartó que existiese un acuerdo para cambiar a sus mellizos por dinero. Sí aceptó un preacuerdo para realizar una adopción directa.
“Sí ha recibido ayuda de esta familia, dándole ajuar, tratando de mantenerla bien alimentada y demás, pero no había ningún otro rédito económico futuro o promesas de me das un chico, te doy dinero”, aclaró Mahieu.
“Incluso –siguió- ya estaban realizadas todas las averiguaciones con otro profesional de Casilda para realizar la adopción directa. Entonces, no había nada raro ni extraño detrás de todo esto”.
La última parte de la afirmación es por lo menos discutible. ¿Cómo no ver nada raro o extraño en un intento de adopción con una mujer que, según se encargó de intentar demostrar a lo largo del expediente el mismo abogado, nunca cursó un embarazo ni tuvo un parto?
Una posibilidad no descartada en la investigación es que Montenegro haya estado embarazada y haya sufrido un aborto natural. Las forenses de la junta médica del Superior Tribunal de Justicia de Córdoba, que analizaron el caso por pedido de las fiscales santafesinas, respondieron una consulta en ese sentido aunque tampoco brindaron precisiones.
Parto sin fecha
A solicitud de las fiscales, el forense Sánchez Caranicolis vuelve a opinar el 4 de agosto: “Con referencia al informe médico forense realizado por quien suscribe en el día 18/07/2014, en donde se informan elementos indicativos de cursado de embarazo reciente, con los elementos hasta aquí evaluados no se puede determinar la fecha de parto”, escribe.
Antes de que el forense del Instituto Médico Legal rosarino volviera a informar al respecto, Aronne y Luna dispusieron que Montenegro se realizara una pericia oficial en una junta médica del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, “una jurisdicción extraña”, como señalan en lenguaje judicial, para comprobar, por fin si la mujer estuvo embarazada o era una fabuladora que había logrado engañar a dos fiscales y una juez.
El 5 de septiembre pasado la junta médica cordobesa adelante un informe de las pericias, que la Fiscalía Regional Rosario tradujo en un comunicado oficial del siguiente modo: “Estuvo embarazada y ese parto fue por vía vaginal”.
Al recibir en cuentagotas la historia clínica de la mujer desde el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, al que las fiscales tuvieron que allanar en busca de información pero encontraron una carpeta con dos hojas en blanco, Aronne y Luna requirieron un nuevo informe a Sánchez Caranicolis.
El 29 de septiembre el médico forense ya había cambiado de opinión al analizar nuevos elementos: “No se han aportado evaluaciones obstétricas o exámenes complementarios, ecografías o análisis de laboratorio de rutina que son de rigor prenatal según la lex artis. Tampoco se ha aportado la historia clínica completa del H.E.E.P (del Eva Perón) como fuera solicitado por este perito… concluyendo que no hay documental objetiva que puedan dar fehacientemente certeza del cursado del embarazo”, sostuvo.
En medio de eso irrumpió extrañamente en la opinión pública otro forense del IML, el doctor Carlos Alonso, quien sin haber atendido a Montenegro ni tener por qué conocer el caso, opinó en varios medios de comunicación como perito de parte. Y negó que la mujer pudiera haber cursado un embarazo por lo que, lógicamente, era improbable el parto en la fecha que lo denunció.
Presumiblemente impulsado por la defensa de las hermanas Novello, Alonso habló por todos lados cuando su deber como perito de la Corte era guardar silencio.
Objetivamente desembarazada
En la misma línea que su entrometido colega, el 24 de octubre Sánchez Caranicolis volvió a emitir un informe con nuevos datos. Dice: “En función a los elementos aportados al suscripto hasta el momento, no se cuenta con documental médica que pueda dar fehacientemente certeza de que la señora Liliana Beatríz Montenegro haya cursado un embarazo reciente”. Y agrega sobre la aparición de un análisis: “Mediante el estudio cualitativo de subunidad beta de gonadotrofina coriónica realizado en el Hospital Eva Perón en fecha 02/12/2013, se ha descartado objetivamente que la señora Montenegro haya estado en ese momento embarazada”.
Si no estaba cursando un embarazo en diciembre pasado, mal podría haber parido el 13 de julio, como denunció. El caso comenzaba a cerrarse, aunque no se sabe por qué dicho análisis –crucial en la investigación- apareció más de dos meses después de iniciada la causa.
Finalmente, la junta médica de Córdoba amplió su informe y coincidió nuevamente con Sánchez Caranicolis. Antes habían concordado en que Montenegro había estado embarazada, ahora en que no.
“De la revisión médica que se le había realizado a la denunciante, las médicas respondieron que atento a las características fisonómicas de la señora y luego de 45 días de haberse realizado el eventual parto, y siendo una persona multípara (que tuvo varios partos), no podían dar certeza de embarazo y de parto”, dijo esta semana la fiscal Aronne en rueda de prensa, tras recibir el informe cordobés.
Vale destacar que las peritos Liliana Morán y Perla Wior, del tribunal de Córdoba, no son taxativas en su informe. Señalan que no podían “dar certezas” de la existencia del embarazo.
En otro párrafo señalan que “las respuestas del informe pericial médico se sustentaron en la documentación aportada la cual no fue una historia clínica completa, sino evoluciones de distintos especialistas médicos que tuvieron contacto con la señora Montenegro, por lo que se expresa que no se puede afirmar las conclusiones de que si tuvo o no un parto prematuro o parto o que pasó con el desarrollo del supuesto embarazo”.
Finalmente, las peritos cordobesas le tiran la pelota a su colega local. Al referirse al informe anterior en el que señalaban la presunta existencia del embarazo, manifiestan que “la documentación tenida en cuenta en la primer pericia médica fueron las certificaciones escritas de los médicos que la asistieron, son ellos quienes deberán con rigor científico ratificar o rectificar sus conclusiones”.
Eso es lo que dijeron las fiscales que harán: pedirle un definitivo informe al perito rosarino, para que explique cómo pasó de los “signos indicativos” del embarazo a dejar “descartado objetivamente” el estado de gravidez en la fecha indicada por la denunciante.
Interrogantes
El pedido de las fiscales al perito parecen tener como último fin salvaguardar sus actuaciones. Que de todos modos, y como dijeron la propia Aronne y Luna, estuvieron avaladas por la jueza que intervino en el caso y que le dictó 40 días de prisión preventiva a los dos matrimonios de Casilda. Ella tampoco objetó la investigación.
Como sea, si finalmente se ratifica la inexistencia del embarazo de Montenegro, desaparece la posibilidad de persecución penal del delito achacado a las hermanas Novello y sus maridos. Nadie puede sustraer dos mellizos que nunca nacieron y, más aún, que ni siquiera fueron gestados.
Aun así, los interrogantes planteados más arriba persistirán allende el Código Penal: la pasión constructiva del jefe comunal de Zavalla ante anoticiamientos verbales de embarazos; los peritos de múltiples versiones; el matrimonio que acuerda una adopción directa con una mujer que no está encinta son preguntas por ahora sin respuestas.
El adelantado
Otro hecho curioso en el entrevero en que se convirtió la causa por la presunta sustracción de los mellizos de Liliana Montenegro fue la visión del médico Dante Binner sobre la posible inexistencia del embarazo.
El 29 de agosto pasado, antes que los peritos comenzaran a dudar del estado de gravidez de la mujer radicada en Zavalla, el propio Binner adelantó que tal cosa era posible.
Al desmentir la denuncia de la hermana Martha Pelloni que lo involucraba como parte de una “mafia” destinada a sustraer recién nacidos, el hermano del diputado Hermes Binner dijo: “Desmiento categóricamente lo que dijo la hermana. Todo es absolutamente falso, es un verdadero circo, no la conocemos, no la vimos nunca (a Montenegro) y tenemos la presunción de que nunca hubo un parto”.
Es llamativo, además, que presumiera la inexistencia del embarazo cuando no la conocía a la denunciante ni nunca la había visto. Pero es evidente que ya algo sabía.
Este artículo acompaña la edición de este sábado del semanario El Eslabón.
Carlos Ignacio
08/11/2014 en 19:44
Solamente una pregunta.¿Hay gente importante que esta involucrada? Si lo hay, nada más que decir.