Ante la posible suspensión del Gigante de Arroyito o clausura de un sector por la agresión sobre Gustavo Alfaro, el presidente de Central Raúl Broglia indicó que con esa medida “no se soluciona la violencia”.
Corrían pocos minutos del segundo tiempo en el partido entre el local Rosario Central y Tigre, cuando Gustavo Alfaro cayó producto del impacto de un proyectil en su cabeza, que provocó que el partido esté demorado casi diez minutos.
“Por un boludo no vamos a cortar el partido”, dijo el ex DT auriazul y el cotejo continuó. Pero la cuestión no terminó sólo en el triunfo agónico del canaya, sino que los inconvenientes aparecieron después con la casi segura suspensión del Gigante, o un sector de él, tal como lo adelantaron las autoridades provinciales de seguridad.
En diálogo con el canal de deportes TyC Sports, el presidente de Central, Raúl Broglia, aseguró este lunes que “clausurando el Gigante de Arroyito no se soluciona la violencia”, y se quejó porque “los clubes no pueden ser los responsables de la seguridad”.
Sobre el agresor, dijo que están “trabajando para identificar a esa persona”, e informó que este lunes habrá “una reunión para avanzar con el tema y la idea es expulsarlo si comprobamos que es socio y, si no lo es, denunciarlo en la Justicia”.
“Se contratarán efectivos de seguridad privada porque no puede ser que la Policía esté viendo el partido y no recorra el estadio”, agregó el mandamás.
Central, que debe cumplir una sanción cuando clasifique a alguna copa internacional por una agresión al arquero de Boca Agustín Orión en la pasada Copa Sudamericana, conocerá en el transcurso de la semana cuál será la medida que adopte el tribunal de disciplina de la AFA de cara al próximo compromiso de local, en la fecha 5 ante Temperley.