El ministro Florencio Randazzo dijo este viernes que “estamos devolviéndole parte de la historia que había perdido esta ciudad”, al arribar con la formación que realizó la primera prueba del tren Rosario-Buenos Aires.
“Este es el primer paso para la puesta en marcha de un proceso mayor que está vinculado con el tema de la carga”, afirmó también el ministro, quien confirmó que el servicio regular de una frecuencia diaria comenzará a funcionar el próximo 1º de abril.
Randazzo viajó en la flamante locomotora CKD8H0002 acompañado por el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, y el diputado y precandidato a gobernador santafesino por el justicialismo, Omar Perotti, entre otros.
En la estación Apeadero Sur, que está siendo reconstruida para recibir el nuevo servicio de tren, lo esperó la intendenta local, Mónica Fein, quien agradeció al ministro y al Gobierno por la inversión ferroviaria.
El servicio hizo paradas en las ciudades bonaerenses de Zárate y San Nicolás, donde también se están remodelando las estaciones locales.
“Este caso es muy particular porque estamos uniendo la Capital Federal con una de las regiones más importantes del país”, dijo Randazzo tras arribar a Rosario, donde lo esperaba una gran cantidad de vecinos.
En esa línea, agregó que “era un viejo sueño del conjunto de los argentinos: volver a poner en valor el sistema ferroviario nacional”.
Por su parte, el secretario Ramos explicó que “desde el punto de vista técnico se cumplió el objetivo que nos habíamos planteado con el ministro Randazzo”.
“La prueba fue exitosa”, dijo, y explicó que la realizada hoy fue “una prueba de vías”, mientras que el 17 de este mes se realizará “una de velocidad”.
“El 17 (de marzo) tenemos una prueba que tiene que ver con la velocidad, venimos avanzando en la otra vía y para septiembre ya estarían terminadas ambas”, detalló Ramos.
“A partir de allí –continuó explicando- vamos a mejorar los tiempos y a aumentar las frecuencias”.
La formación que realizó la prueba llegó a Rosario a las 18.30 y fue recibida por numerosos vecinos y militantes que saludaron el arribo del tren.
La locomotora hizo sonar su sirena hasta casi ensordecer a los presentes, que lejos de amilanarse por el estruendo levantaron sus banderas y sumaron sus gritos por el arribo del tren a Rosario.
