Los padres de Paula Perassi –la mujer embarazada y madre de dos chicos que desapareció la noche del 18 de septiembre de 2011– denunciaron ante la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe al nuevo juez de la causa, Juan José Tutau, por supuestas irregularidades ante la no detención de sospechosos, entre ellos varios policías, según requería la fiscalía. Lo hicieron el miércoles pasado luego de suspender una huelga de hambre que iniciaron el martes, encadenados a los tribunales.
El magistrado debía expedirse el lunes 13 de abril, a más tardar, sobre el pedido de la Fiscalía de detener a nueve personas, entre ellas a cinco policías y al principal sospechoso de su desaparición, al amante de Paula y supuesto padre del bebé, Gabriel S.
Lejos de eso, el juez avisó a las partes antes de tomar una decisión e incluso a los abogados que nada tenían que ver con el expediente con lo que –siempre según los representantes de la familia Perassi– se puso en riesgo la recolección de pruebas.
“Lo que violenta es que haya dado aviso a abogados que no estaban vinculados en la causa”, señaló Adrián Ruiz, uno de los abogados de los Perassi a el eslabón.
El letrado explicó que Tutau avisó a dos abogados de la defensa y a otros ajenos al caso sobre la solicitud de los fiscales Ramón Moscetta y Donato Trotta, burlando, de alguna forma, el manual básico de la investigación: resguardar las pruebas. “Debería haber decretado el secreto de sumario”, apuntó.
En su escrito, Trotta y Moscetta requirieron la detención de dos altos jefes policiales de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, tres oficiales menores y cuatro civiles de Puerto General San Martín y Timbúes, que habrían colaborado para cometer y cubrir el secuestro, aborto y muerte de Paula.
Se trata del comisario principal Jorge K.; el comisario inspector, Daniel P.; y los oficiales María José G., Ramón G. y Aldo G., todos a cargo de la pesquisa.
Entre los civiles se cuentan Gabriel S.; su empleado, Darío D. y su pareja, Roxana M. Los dos primeros fueron procesados y desprocesados en 2012 pero continúan imputados.
Finalmente, hay una cuarta mujer involucrada, una tal Mirta R. que habría interrumpido el embarazo de Paula contra su voluntad.
Para Ruiz, entonces, esta presentación ante la Corte busca evitar nuevas dilaciones en una investigación que ya lleva tres años y siete meses. ¿Por qué tanto tiempo y ningún resultado? Para el abogado hay sólo una respuesta: “Porque hay funcionarios implicados”.
Alberto Perassi, el papá de Paula, sostiene lo mismo y es lo que señala desde hace tiempo. También en contacto con este medio recordó con amargura cuando, a poco de desaparecer su hija, el propio Gabriel S. lo acompañó a hacer la denuncia. Entonces eran amigos. Paula incluso lo había conocido a través de él.
“Me decía que me quedara tranquilo, que él tenía un amigo en la policía y yo estaba contento”, rememoró y dijo que nunca hubiera imaginado que esa persona en la que tanto confiaba iba a ser la primera interesada en encargarse de que la verdad no saliera a la luz. A entender del padre de Paula, más allá de que a Gabriel S. le dictaron la falta de mérito, este hombre está detrás de lo ocurrido con su hija.
“Sólo quiero que me den los huesos de Paula, los huesos de mi hija. Quiero saber qué pasó. La busco como cualquier padre en mi situación haría, porque quiero un día contarles a mis nietos qué sucedió con su madre, y que ellos no puedan decirme que yo no hice nada”, expresó Alberto Perassi.
El jueves pasado, como ya es habitual en San Lorenzo, los papás de Paula encabezaron una nueva marcha en la plaza principal pidiendo justicia.
Buscan en una cava y suben recompensa
El Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó la búsqueda del cuerpo de Paula Perassi en una cava ubicada en el límite entre Timbúes y Puerto General San Martín. Estimaron que el rastrillaje podría demorar hasta seis meses. En tanto, la semana pasada, el gobierno provincial triplicó el monto de la recompensa ofrecida a cambio de información sobre el caso, y llevó la cifra de 200 mil a 750 mil pesos. Para el papá de Paula es un número insuficiente. “Debería darles vergüenza. Hay mucho miedo sembrado en el caso Perassi. ¿Quién va a arriesgarse por ese monto?”, se preguntó.
Fuente: El Eslabón.