En el cierre de la 26ª fecha, la Lepra venció 2 a 0 a Estudiantes en el estadio Único de La Plata, que lució la presencia de los hinchas rojinegros. Boyé y el pibe Rodríguez marcaron los goles del triunfo.
La victoria en la ciudad de las diagonales ratifica el buen momento que atraviesa el conjunto dirigido por Lucas Bernardi, que en la jornada anterior cortó una racha adversa de cotejos sin ganar, y a base de buen futbol, volvió a sumar de a tres.
El partido mostró desde el arranque una gran intensidad, que siempre tuvo como principal protagonista a Newell’s. A tal punto que al minuto de juego, Lucas Boyé de cabeza abrió el marcador y empezó a responder con goles las buenas actuaciones que mostró en sus primeros encuentros en los que sólo le faltó cerrar con un final feliz en la red.
La Lepra recuperaba rápido la pelota gracias a una buena actuación de Diego Mateo y a una presión alta, salía rápido del fondo y cuando pasaba la mitad de la cancha le imprimía mayor vértigo al ataque.
Así fue que forzó a Israel Damonte a cometer un error en la zona defensiva que le permitió al ex delantero de River quedar cara a cara con Hilario Navarro, pero la rápida salida del arquero le acotó el margen de definición.
Martín Tonso se convirtió en el jugador más participativo, aunque no estuvo del todo fino en el último pase. Ante de los veinte, apareció en soledad por detrás de toda la defensa, pero su disparo se fue arriba. Y en la jugada siguiente, volvió a resolver mal un regalo de la última línea.
La amplia superioridad del rojinegro en el campo de juego también se iba a justificar en el marcador a los 43’ cuando una combinación entre los primos Rodríguez culminó con una rosca perfecta de Denis para ampliar la diferencia.
A todo esto, el Pincha exigió poco y nada a Ezequiel Unsaín, que respondió bien ante las escasas insinuaciones. El conjunto visitante cerró una primera parte que hizo rememorar a aquel lejano buen rendimiento ante Racing en el debut de Lucas Bernardi.
Las necesidades del dueño de casa lo obligaron a adelantarse en el campo de juego en el complemento, y lo hizo notar con llegadas claras en el arco leproso.
A la salida del vestuario, Gabriel Báez derribó inocentemente dentro del área a Ezequiel Cerutti, pero Unsaín adivinó en el penal la intensión de Diego Mendoza, y con la ayuda del travesaño, evitó el descuento.
El arquerito avisó con esa tapada la gran noche que le esperaba. Con una rápida respuesta, le impidió a Lautaro Acosta achicar la diferencia, y sobre el final del partido, se estiró para desviar un tiro libre de David Barbona.
Después de superar algunas jugadas de riesgo, Newell’s lo pudo liquidar a través de Tonso, pero nuevamente no estuvo fino en la definición y el horizontal le ahogó lo que hubiese sido un merecido grito de gol.
Al rojinegro le alcanzó el gran desempeño de la primera parte para quedarse con los tres puntos. Aguantó las arremetidas del Pincha en el segundo tiempo, que siempre se encontró con la figura del juvenil arquero. Y le regaló un triunfo a las más de 5 mil almas que viajaron hasta La Plata, para presenciar la progresiva vuelta de los visitantes en el fútbol argentino.