Los funcionarios fueron citados al Concejo Municipal.
 

Convocados por los ediles Norma López y Roberto Sukerman (Frente para la Victoria), los secretarios de Gobierno y Convivencia de la Municipalidad, Fernando Asegurado y Pablo Seghezzo, concurrieron al Legislativo local, para explicar el control en la movida nocturna. Respondieron preguntas de 14 concejales, justificaron sus acciones y contraofertaron: habrá 100 inspectores más para la tarea, seleccionados en búsqueda interna, lo que de hecho se convirtió en titulares.

Los funcionarios fueron recibidos por la Comisión de Gobierno del Concejo que preside el radical Jorge Boasso. ¿Qué cuestiones se ventilaron? Habilitaciones, inspecciones y control de los lugares de diversión nocturna, entre los que se encuentran los polémicos sitios que funcionan como remanente del jolgorio, bien la mañana.

“La reunión fue una bisagra en relación al pasado y a los controles que se hicieron en la noche de Rosario”, dijo Sukerman. Y atendió a los funcionarios que exhibieron estadísticas de los controles realizados. “En la reunión, lo que hicieron Seghezzo y Asegurado fue un blindaje, no reconocieron responsabilidades ni nada que se haya hecho en relación al bar La Tienda, ni el resto de los afters, hay una actitud permisiva, el vaso rebalsó con la muerte de Gerardo Escobar”, comentó.

Ese, justamente, era el núcleo duro de la convocatoria: el control en los afters de alto perfil conflictivo. Entre los casos que ganaron titulares, está el citado La Tienda, Tucumán al 1100, de dónde se vio salir y ser perseguido a golpes a Escobar, quien apareció días después flotando en el río.

Fue el concejal Héctor Cavallero (Progreso Social), quien llevó a la mesa ampliada, los casos más calientes que salieron a la luz sobre el tema donde dijo que se mezclan “narcotraficantes, estafadores, narcos internacionales y barrabravas”. El Tigre mencionó el cierre de Esperanto, otro boliche en Marcos Paz y Avellaneda, el abortado caso de Hard Rock Café y más atrás en el tiempo, La Rosa y el Palacio de Berlusconi. Por su parte el edil Rodrigo López Molina (PRO), preguntó por Ay Ramírez, Alberdi 100 bis, denunciado decenas de veces por los vecinos.

Videovigilancia, registro de denuncias, control de inversiones y acuerdo con la Unidad de Información Financiera (UIF), también formaron parte de la agenda. Además de protocolo de inspección y rol de los agentes que la realizan.

Números

Los funcionarios municipales acudieron a sus anotaciones. Fue Seghezzo quien ofreció un detalle de sus 22 meses de gestión, que muchos consideran un avance con respecto a sus antecesores. Hubo 12.114 inspecciones a 260 locales nocturnos y salones de fiesta habilitados. De ese total, en el 83 por ciento de los controles, no hubo infracción. Del lote restante se labraron 2.050 faltas y se concretaron 202 clausuras. De estos cierres, justamente, 25 fueron para los polémicos alter.

¿Qué motivó esas clausura? Quisieron saber los ediles de la oposición que no ahorraron artillería. “El 50 por ciento por tergiversación de rubros o difusión musical fuera de hora”. Bingo. El mayor cuestionamiento de vecinos en sus denuncias.

Pero Seghezzo y Asegurado, bajaron el nivel de lo que implican las cifras: “la mayoría de los espacios no son conflictivos y no hay que demonizar la noche rosarina, los números indican que la mayoría de los establecimientos cumplen las normas”, dijeron cada uno a su turno.

Para Diego Giuliano, de Rosario Federal, “hay una diferencia notable entre lo que figura en la Municipalidad y la realidad. Donde en los papeles oficiales dice bar, en la realidad hay un boliche… y así muchos casos”. Como botón de muestra citó que en 2015, el municipio inspeccionó 52 veces a La Tienda y sólo en una ocasión detectó que no había sillas ni meses suficientes para ser un bar.

 

 

La 7.218

Si hubo una normativa invocada en los últimos tiempos en el Concejo, fue la ordenanza 7.218 que, con sus modificaciones, marca los andariveles por donde debería discurrir la diversión a la luz de la luna. “Lo importante es que está cubriendo un bache que tenía esta ordenanza y que teníamos la expectativa de que salga vía Concejo y que nos permita fijar un horario cierto de cierre», dijo Seghezzo.

Lo de vía Concejo lleva más de un año. En 2014, los ediles Giuliano, Jorge Boasso, Rodrigo López Molina y Osvaldo Miatello presentaron en sociedad un proyecto para reemplazarla en lo que, en ese momento también se leyó como una convergencia política; el tiempo lo desmintió. Pero el cuarteto sigue dando batalla con su iniciativa.

Además de los ediles citados, participaron Daniela León, Sebastián Chale, Carlos Comi, Aldo Poy, María Eugenia Schmuck, Manuel Sciutto, Martín Rossúa y Carlos Cardozo. Por el Ejecutivo, también estuvo el subsecretario de Gobierno, Claudio Diaz, y el titular de la Dirección de Habilitación de Industrias, Comercios y Servicios, Rodrigo Gutiérrez.

 

 

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