Aunque el gobierno nacional quiere disfrazar la renuncia de Miguel Galuccio a la presidencia de YPF como una decisión de Mauricio Macri, lo cierto es que el titular de la petrolera estatal se va del directorio por las fuertes desavenencias con el ministro de Energía, Juan José Aranguren, ex CEO de Shell Argentina.
En los últimos días, tal como publicó Redacción Rosario, la compañía petrolera argentina fue noticia por temas que no formaban parte de su rutina desde 2012, cuando YPF volvió a manos del Estado.
Suspensiones en el segmento upstream –en principio unas dos mil–, caída de entre el 15 y el 35 por ciento en el plan de inversiones, la reducción de gastos dispuesta por el área energética, eran resistidas por Galuccio, quien el pasado 27 de enero, ya asumido el gobierno de Cambiemos, había advertido: “El precio del crudo nos obliga a elegir entre dos caminos: uno es dejar de producir y el otro es usar el ingenio y lograr, a través de tecnología y eficiencia, bajar nuestros costos de operaciones”. Es notorio que se impuso la primera opción, que es la que impulsa Aranguren.
Galuccio confirmó su alejamiento a sus principales allegados este mismo martes por la tarde, pero un despacho enviado este miércoles por la mañana por la agencia oficial de noticias Télam consigna que el Gobierno le pidió al CEO que renuncie a su cargo en la petrolera a partir de abril, “debido a cambios en la estructura de la compañía que el oficialismo tiene previsto para el mes próximo”.
Lo cierto es que el apartamiento de Galuccio de la conducción de la petrolera estatal que dirigió desde mayo de 2012 tras la estatización del 51 por ciento de las acciones que tenía la española Repsol fue por decisión propia.
De todos modos, el funcionario renunciaría en la próxima asamblea de directivos, a realizarse el 30 de abril, puesto que la asamblea de accionistas debe convalidar su decisión.
Operaciones mediáticas
El diario la Nación publicó que en el seno de YPF se estaba dando una pulseada entre un presunto bando «bando denominado «eficientista», que entre otros encabeza Gustavo Lopetegui, el ex jefe de la aerolínea LAN en el país, quien evaluaba sostenerlo (a Galuccio). Del otro lado estaba el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren. El ex presidente de Shell sostiene desde hace tiempo que, si fuese por su criterio, Galuccio debería abandonar la compañía».
En una nota publicada el domingo pasado, La Nación publicó una extensa entrevista al presidente saliente, en la que sostuvo: «La visión de YPF no ha sido rediscutida. YPF es una herramienta clave para el desarrollo del país y ésa es mi visión. No sé qué visión tiene Juan José Aranguren».
Con la cantinela de siempre –según sostuvo Aranguren, YPF estaba sobreendeudada–, el matutino de los Mitre ya comenzó a tirar nombres de los posibles sucesores de Galuccio al frente de la petrolera. Así, deslizó que «hasta la semana pasada, el presidente de YPF aceptaba la idea de dejar la Presidencia de la empresa (el Gobierno preveía que ese cargo quedaría para Miguel Gutiérrez, el ex CEO de Telefónica), pero se mantendría como CEO, es decir, en el rol de gerente general, aunque tenía previsto negociar cierta autonomía relativa».
Télam se sumó a la apuesta por Gutiérrez, no sin antes revelar que «el actual directorio de la petrolera no es un lugar de tránsito cómodo para Galuccio debido a que allí debe convivir con otros nombres fuertes llegados desde el sector empresario y especialistas en energía que libraron duras batallas contra la administración kirchnerista».
Para la agencia oficial, entre esos hombres fuertes «se encuentran Carlos Felices, ex presidente de Telecom Argentina, que pasó por YPF en los 90 durante la gestión de José Estenssoro; Fabián Rodríguez Simón, uno de los principales asesores del macrismo en temas judiciales; y los ex secretarios de Energía Emilio Apud y Daniel Montamat, entre otros».
Galuccio llegó a la Argentina en 2012 para conducir la nueva etapa estatal de la petrolera. Para eso dejó un trabajo muy redituable en Schlumberger, una de las mayores empresas de servicios petroleros del planeta. «Entre sus mayores logros está el incremento sustancial de la producción de hidrocarburos de la empresa, hasta un punto que logró revertir la caída sostenida en los niveles de extracción que mostraban hasta ese momento tanto YPF como el país». Si lo dice La Nación.