Denunciado por su participación en los llamados «vuelos de la muerte» mediante los cuales la dictadura argentina arrojaba a los detenidos políticos al Río de la Plata, Juan Carlos Bossi fue detenido en la ciudad colombiana de Medellín, cuando iba a abordar un taxi para dirigirse a una cita médica ya que padece un cáncer de pulmón, informó Interpol de Colombia.

La información se conoció este domingo. Bossi integraba la lista de represores por los que la Justicia argentina ofrece una recompensa de 100 mil pesos en el marco de la causa caratulada «Guerrieri, Pascual Oscar», por el coronel retirado que fue protagonista de la represión en el área del Segundo Cuerpo de Ejército con sede en Rosario.

A Bossi, que era un agente civil (PCI) de inteligencia del ejército, se lo conocía como «El Doctor» porque abordaba los vuelos de la muerte vestido con bata de médico, según denunciaron otros ex PCI.

Según testimonios, Bossi torturaba a los prisioneros asfixiándolos con las gomas utilizadas para hacer torniquetes en los brazos en las extracciones de sangre.

Bossi tenía un pedido de captura ordenado el 4 de abril de 2011 por el juez Federal de Rosario, Marcelo Bailaque, por delitos de lesa humanidad, como secuestro, tortura, desaparición y homicidio.

A Bossi, según el expediente, «se lo identifica como la persona que inyectaba y mataba a los detenidos».

Sin embargo, mucho antes de que se ordenara su detención, en 1981, Bossi huyó a España abandonando a su esposa e hijos, dónde permaneció escondido por casi tres décadas.

De 67 años y nacido en la ciudad de Santa Fe, Bossi vivió largo tiempo en Barcelona, hasta que en 2008, estando en Colombia, tomó la decisión de mudarse a Medellín.

Entró a Colombia clandestinamente por la frontera con Panamá y ya en Medellín logró obtener documentos de identidad fraudulentos con su nombre de pila.

Para tratar su enfermedad, Bossi se afilió a la Entidad Promotoras de Salud, y el jueves a las 12.40 del mediodía, cuando abordaba un taxi para ir al médico, lo detuvieron los agentes de Interpol.

Fuente: Télam

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