El ex capellán de la Policía de Rosario durante la última dictadura, el sacerdote Eugenio Zitelli, deberá esperar detenido el juicio oral por delitos de lesa humanidad en el que está procesado, luego de que la Corte Suprema de Justicia dejara firme un resolución de la Cámara de Casación Penal en ese sentido.
Zitelli estaba en libertad luego de pagar una fianza fijada por la Cámara Federal de Rosario, quien le dictó la excarcelación en el proceso en el cual está acusado de privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas y de integrar una asociación ilícita.
Ante una apelación de la querella y la Fiscalía que sigue el caso, la Cámara de Casación Penal revocó el beneficio otorgado por el tribunal de segunda instancia rosarino, pero el defensor del cura presentó un recurso ante la Corte Suprema nacional.
El máximo tribunal rechazó el planteo de queja de la defensa por lo que dejó firme la resolución de Casación, que ordena la prisión preventiva de Zitelli hasta que se inicie el juicio oral.
El sacerdote, que luego de la dictadura siguió su magisterio en una parroquia de Casilda, fue capellán de la Policía de Rosario durante la última dictadura.
De acuerdo a los testimonios brindados por las víctimas del Terrorismo de Estado secuestradas en el Servicio de Informaciones (SI) de la policía local, el capellán participó de sesiones de torturas y avaló los métodos de la dictadura.
La abogada Luciana Censi, que integra una de las querellas particulares, dijo este miércoles que “presentamos un escrito solicitando que se efectivice la detención y que la misma sea en un servicio penitenciario común”.
“Porque hacer justicia –indicó en declaraciones radiales- no solo tiene que ver con investigar y juzgar a los culpables sino también con efectivizar su condena”.
Añadió que la resolución de la Cámara de Casación Penal que ahora quedó firme, indica que la detención de Zitelli debe producirse “con la celeridad y el resguardo que el caso impone”.
El juez federal 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, procesó en 2012 a Zitelli por 14 casos de privación ilegal de la libertad, y amplió el procesamiento un año después por nuevos casos.
En la misma causa, conocida como Feced III, estuvo procesado el primer presidente de facto de la última dictadura, Jorge Rafael Videla, pero la acción penal se extinguió con su muerte.
