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Tras el rechazo de Macri a la ley antidespidos, en lugar de un paro general las centrales gremiales resolvieron convocar a actos y movilizaciones. Las CTA arrancan el 2 de junio. Las CGT todavía no pusieron fecha pero anunciaron que habrá ollas populares.

Aunque se cuidaron de exacerbar la diferencia, lo cierto es que las centrales sindicales no pudieron mantener la mentada unidad de acción tras la decisión del presidente Mauricio Macri de vetar la ley antidespidos sancionada por el Congreso nacional. Las dos CTA optaron por convocar para el próximo jueves 2 de junio a una protesta callejera con cese de actividades a partir del mediodía. Por el lado de las CGT, en cambio, el repudio al veto, al menos por ahora, se limitará a la protesta en las calles, aún sin fecha definida.

Tales definiciones se difundieron este último viernes, luego de una semana de conversaciones y cabildeos no exentos de polémica. Es que las centrales obreras más tradicionales, conducidas por el camionero Hugo Moyano y el metalúrgico Antonio Caló, optaron por no jugar todavía la carta del paro, que parecía cantada luego de la gran movilización por el Día del Trabajador. En aquella jornada, se sucedieron las advertencias de una movida más “contundente” en el caso de que Maurico Macri echara mano al veto contra la iniciativa para frenar los despidos. Pero no hay manera de ver más contundencia en la “jornada de protesta con ollas populares” a la que llamó Moyano que en aquella multitudinaria concentración del 29 de abril.

El rebaje que metieron los líderes cegetistas fue leído por muchos como un gesto hacia el gobierno nacional en reconocimiento a un prometido auxilio financiero oficial para las obras sociales sindicales. “Otra vez se bajaron los pantalones, son unos traidores, los compraron”, fue la traducción en el código redes sociales, que algunos movileros de televisión trasladaron al dirigente camionero hasta el punto de hacerlo enojar y agarrársela con algunos medios y periodistas. “A nosotros nadie nos marca los tiempos”, apostrofó Moyano.

El freno de las CGT lógicamente condicionó a las CTA, que aunque se cuidaron de quedar en el lugar de los apuradores repudiados por Moyano, aprovecharon para marcar su matiz más combativo convocando, si no a un paro con todas las letras, sí a un “cese de actividades” desde el mediodía del jueves que viene, para acompañar una posterior movilización a Plaza de Mayo contra los despidos y también en rechazo a los tarifazos.

“No vamos a juzgar lo que han resuelto los compañeros de la CGT”, coincidieron Hugo Yasky y Pablo Micheli, líderes de las centrales con origen común en la crisis de los años 90, esa que otra vez golpea a los trabajadores y reanima los músculos de la pelea sindical.

En Rosario, agenda propia

El Movimiento Sindical Rosarino convocó a un acto, el próximo martes 7 de junio a las 15 en la Plaza Montenegro, «por la Defensa del Trabajo y la Producción Nacional», según se anunció a través de un comunicado.

“Repudiamos el veto presidencial a la Ley de Emergencia Ocupacional que ignora la multitudinaria manifestación de trabajadores realizada el pasado 29 de abrir en la ciudad de Buenos Aires, como así también la iniciativa del movimiento obrero organizado de impulsar y promover su votación en el Congreso Nacional”, sostuvieron desde el movimiento local, que lanzó la convocatoria el miércoles 25 de mayo, antes que se difundieran los llamados a las protestas de las centrales sindicales nacionales.

Así, el Movimiento Sindical Rosarino, agrupamiento conformado por sindicatos de tradición cegetista, dio una nueva muestra de autonomía a la hora de resolver los pasos a seguir en un contexto que preocupa a sus referentes.

“Enfriamiento de la economía, baja del consumo interno, inflación descontrolada, tarifazo, devaluación y desocupación son factores desencadenantes de mayor pobreza y de disciplinamiento laboral”, remarcaron, para ratificar después que van a “resistir este modelo económico que es una burda copia de la receta de los años noventa, generando altos índices de desempleo como caldo de cultivo para promover recetas flexibilizadoras con tercerizaciones y trabajo precario”.

En el Movimiento Sindical Rosarino confluyen los sindicatos de Luz y Fuerza, Trabajadores Municipales, Trabajadores Judiciales de la Provincia de Santa Fe, Asociación Bancaria, Asociación Empleados de Comercio, Federación Gráfica Rosarina, Correos y Telecomunicaciones, Sadop, Sitratel, Empleados Jockey Club, Apel, Atsa, Smata, UOM, Sitrabur,  Apops, Apur, Aefip, Industria de la Carne, Industria de la Madera, Confiteros, Unión Ferroviaria, Utsa, Supara, Sutracovi, Supe, Ceramistas, Uocra, UPCN, Soeme, Farmacia, Peluqueros y Peinadores, Barrido y Limpieza,  Sacra,  Sitraju, Amet, Vendedores de Diarios y Revistas, Atfa e Industria de la Alimentación.

Fuente: El Eslabón

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