Un gobierno de gerentes, de lobistas. Una gestión a favor de la patria financiera y las grandes corporaciones. Eso es lo que asegura Hillary Clinton, y lo asegura sin las excentricidades ni las patologías impredecibles del candidato republicano Donald Trump.
Pero hay mucho de hipocresía y mascarada. La candidata por el Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU designó al ex secretario del Interior, Ken Salazar, como titular de su equipo de campaña y del grupo de asesores que la ayudará a formar gobierno en caso de triunfar.
Según informó el sitio estadounidense Democracia Ahora, Salazar fue senador por Colorado y actualmente trabaja en WilmerHale, una de las empresas lobistas más influyentes de Washington.
Para diferenciarse de Trump, la candidata ha venido sobreactuando algunas posturas progresistas en ciertos temas puntuales, pero cada vez son más los que están convencidos de que, una vez en el poder, será una fiel defensora de los poderes fácticos y los intereses económicos más concentrados, que son los que realmente gobiernan.
La democracia estadounidense, que se autoproclama ejemplar, es apenas una plutocracia. Gobierna una oligarquía cada vez más concentrada y con menos relación con la voluntad popular, que apenas se expresa en elecciones con muy poca participación de la ciudadanía.
Diversos grupos progresistas y militantes por los derechos ambientales pusieron el grito en el cielo ante la designación. Salazar apoya abiertamente la fracturación hidráulica (fracking), el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y la construcción del oleoducto Keystone XL.
En este sentido, Greenpeace EEUU marcó claramente la contradicción entre las promesas de campaña de Hillary y sus designaciones: “Si Clinton tiene previsto enfrentar eficazmente el cambio climático, lo último que su equipo necesita es a una persona involucrada en la industria, como Ken Salazar. La trayectoria de Salazar evidencia que está del lado de las grandes empresas y no de las personas. Su más reciente oposición a las iniciativas antifracking en su estado natal de Colorado pone en entredicho el supuesto apoyo de Clinton al control local sobre el fracking”.
El sitio estadounidense reprodujo declaraciones de Salazar sobre esta práctica contra la que luchan tantos grupos ambientalistas de todo el mundo: “Creo que el fracking es parte necesaria del futuro del gas natural, ya que sin esta nueva tecnología, la cantidad de gas natural disponible en el país ha disminuido mucho. Y creo que el fracking puede realizarse de una manera segura, ambientalmente responsable, sin generar todas las preocupaciones que está generando en todo el país en este momento”, señaló el ex senador por Colorado.
Entrevistado por el equipo de Democracia Ahora, el editor de la sección investigaciones de la revista International Busnisess Times, David Sirota, explicó qué significa pertenecer a un grupo de presión tan poderoso como WilmerHale. “Ellos representan a clientes corporativos en todos los ámbitos: Cigna, por ejemplo. Cigna es un gigante del sector sanitario que lucha por llevar a cabo una fusión con Anthem”, señaló el investigador.
“WilmerHale representa a Delta Airlines, Verizon, diferentes empresas de inversión y a una empresa minera. De modo que WilmerHale es un importante bufete de abogados y un grupo de presión. Ken Salazar no es un lobista registrado en WilmerHale, es uno de los socios”, agregó Sirota, al tiempo que marcó que “curiosamente, hace un año, Hillary Clinton publicó un artículo de opinión en el que ridiculizaba las puertas giratorias que permitían a los legisladores, al término de su mandato, pasar a formar parte de grupos de presión o apoyar determinados intereses”.
En esa oportunidad, Hillary dijo, específicamente, que “la preocupaban los legisladores que realizaban ese tipo de trabajo, llevando a cabo trabajos en política pública para clientes corporativos, sin registrarse como lobistas, descripción que se ajusta, precisamente, a Ken Salazar”, recordó Sirota.
La aparición del precandidato demócrata Bernie Sanders obligó a Hillary a utilizar una máscara progresista que no le sienta nada bien. “Clinton hizo campaña como progresista dado el desafío que suponía enfrentarse a Bernie Sanders, por lo que generó la esperanza en algunas personas de que su equipo de transición y su gobierno reflejarían algo diferente de lo que la gente considera que es Clintonismo, y tal vez más progresista que el gobierno de Obama”, señaló el editor.
“Su equipo de transición, sin embargo, parece demostrar una mayor continuidad de la clase política dirigente, y que las personas que están dirigiendo esto son gente que viene del gobierno de Obama, y del ala del Partido Demócrata más cercana a la comunidad empresarial, la cual es considerada generalmente como la clase dirigente del partido. Así que no conocemos aún sus políticas, pero si el personal escogido va a marcar las políticas, esto parece querer lanzar un mensaje a la clase dirigente, de que va a haber una continuidad en el gobierno que se constituirá”, explicó el investigador.
A esto hay que agregar las fundadas sospechas de corrupción que involucran a la Fundación Clinton, el multimillonario kiosco que montaron el ex presidente y su esposa. La “fundación” no pude justificar los miles de millones de dólares que maneja, y menos aún sus obscenas relaciones con el gobierno.
“Sabemos que había empresas que estaban pagando a Bill Clinton por dar discursos, al mismo tiempo que presionaban al Departamento de Estado. Sabemos que otros intereses, otros intereses corporativos, estaban dando dinero a la fundación al mismo tiempo que tenían negocios y/o presionaban al Departamento de Estado”, precisó Sirota, quien no descartó que existan más conexiones entre el Departamento de Estado y la Fundación Clinton.
La única “virtud” que tiene Hillary se llama Donald Trump.
Los hackers y el sistema de voto electrónico
Grupos de hackers que operan fuera de EEUU infi ltraron las bases de datos electorales de dos estados de ese país, lo que planteó nuevas preocupaciones acerca de la ciberseguridad en momentos previos a las elecciones presidenciales, según informó Democracia Ahora.
De acuerdo a una nueva investigación realizada por el sitio de noticias Yahoo News, la División de delitos cibernéticos del FBI (Policía Federal de EEUU) emitió un alerta a principio de este mes y advirtió a los funcionarios electorales de todo el país que “tomen nuevas medidas para reforzar la seguridad de sus sistemas de computación”.
Arizona e Illinois fueron los dos estados comprometidos por los hackeos. El ataque a la seguridad informática de Illinois provocó más daño y obligó a los funcionarios a cerrar el sistema de empadronamiento de votantes por diez días en el mes de julio, después de que los hackers lograran bajar datos personales de hasta doscientos mil votantes de ese estado.
Fuente: El Eslabón
adhemarprincipiano
10/09/2016 en 14:16
Yo pregunto»si en vez de informar sobre desavenencias de la ambicion de los gerenciadores del poder supremo del mundo, no se comienza a ir tirando pautas de conciencia para, algun dia,exterminar al sangriento monstruo?