Varias instituciones de barrio, que vienen compartiendo experiencias y laburando mancomunadamente, marcharon juntas el 24 de marzo para exigir verdad y justicia.
Tal como lo vienen haciendo Rosario Central y Newell’s, los clubes barriales también dijeron presente en la marcha por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Una decena de instituciones sociales y deportivas de la ciudad se sumó a la inmensa columna que desandó las calles rosarinas en el 41 aniversario del golpe cívico militar y eclesiástico, bajo un pasacalle que rezaba: “Los clubes de barrio tienen Memoria”.
“Primero activamos la idea de marchar como club, pero después dijimos de sumar a otros clubes con los que venimos compartiendo experiencias y se prendieron al toque”, dice Sofía Ormaechea, del Social y Deportivo San Martín (Valentín Gómez 3765).
“Nosotros veníamos laburando en todo lo que es la recuperación de la memoria, incluso con otras instituciones del barrio como el colegio 514, que está a dos cuadras y que se llama Madres de Plaza 25 de Mayo”, aporta Lucas López, de 20 Amigos, entidad ubicada en Felipe Moré 3409, en el corazón de barrio Triángulo.
“La idea de marchar juntos prendió rápidamente, y aunque algunos nos perdimos, por la inmensa cantidad de gente que había, lo pudimos hacer”, completa Jeremías Salvo, del Suderland (Camino Aldao 528).
Barrios de almas inquietas
“Con chicos de distintos clubes de barrio nos venimos juntando una vez por mes para armar Clubes en Red, un espacio para interactuar y contar experiencias”, relata Jeremías Salvo. Y orgulloso narra la historia de su club: “Suderland estuvo intervenido por la Inspección General de Personas Jurídicas, se pudo normalizar y hoy tiene una Comisión Directiva integrada por chicos con un promedio de edad de 25 años. Y cuando hablábamos de la recuperación del club, uno de los temas era que había que tener memoria, entonces surgieron charlas en las que hacíamos hincapié en recordar que los clubes de barrio desaparecieron no sólo en la década de los 90 –por ausencia del Estado y por un fenómeno social– sino sobre todo porque la dictadura nos quitó una generación entera de dirigentes que estaban capacitados para conducir clubes, sindicatos”.
Sofía Ormaechea, una de las impulsoras de la convocatoria, relata que “hace un tiempo venimos activando en el club y nos fuimos poniendo en contacto con chicos de otros clubes, de otros barrios”. Entre esos encuentros surgió la idea de marchar, primero bajo la bandera de la institución, y luego la de sumar a las otras. “Muchos años asistíamos a las marchas con otras agrupaciones o sólo con amigos, y esta vez era la primera que los chicos de los demás clubes decidían ir con su bandera y a nosotros nos pasó lo mismo. Así que nos pusimos de acuerdo y nos encontramos, y marchamos”.
En el Club Social y Deportivo 20 Amigos, esa fecha no era una materia pendiente, tal como lo cuenta Lucas López: “Ya veníamos haciendo intervenciones y laburos conjuntos con el Colegio 514, Madres de Plaza 25 de Mayo, y en algún momento hasta se dio un taller de formación de derechos humanos”. Después se cruzaron los caminos “con uno de los chicos del San Martín y empezamos a compartir experiencias de laburo social en el territorio”, porque “compartíamos las mismas problemáticas e inquietudes con los chicos, y por el compromiso social y el pasado militante que nos unía a todos, y siempre alejados de la cuestión orgánica”.
Juntos a la par
Deportivo Unión Central, más conocido como “La Carpita”, Sportivo Alberdi, Teléfonos, José Ingenieros, La Gloria y Latinoamérica, entre algunos otros –además de los antes mencionados– se sumaron a la multitudinaria marcha bajo una misma bandera que flameaba en una de las últimas columnas. Aunque –aclaran– “algunos se fueron dispersando, por falta de organización, pero marcharon igual”.
Los pibes y pibas del San Martín hicieron la previa entre choripanes y coca en Valentín Gómez al 3700. “Fueron algunos de los chiquitos que van a los talleres, aprovechando que no tenían clases. Hablamos un poco sobre el tema, pero no fue algo tan intensivo porque no estaba todo tan preparado, pero la discusión política y el debate siempre están presentes”, dice Ormaechea, y continúa: “Ese día se sabía bien porqué era el día de la memoria. También estaban los más grandes, que se juntan a jugar a las bochas, que obviamente no iban a marchar, pero se interesaron y nos preguntaron sobre la temática”.
“A nosotros se nos había ocurrido marchar el 24 como club y da la casualidad que Santiago, del San Martín, justo me llama porque habían tenido la misma iniciativa y ya se habían reunido con chicos de otros clubes y querían marchar con una columna de clubes de barrio. Nos pareció genial y nos acoplamos al toque”, subraya López, de 20 Amigos.
La marcha no se detiene
Este 24 de marzo citó un precedente para los clubes humildes de distintos puntos de la ciudad. En el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia comenzaron a dar los primeros pasos, no sólo hacia el Monumento Nacional a la Bandera, sino también a la conformación de un conjunto de instituciones laburando a la par en los distintos temas sociales, tal como lo certifica Sofía Ormaechea, del San Martín: “El contacto quedó, así que el 24 que viene vamos a profundizar lo que hicimos en éste. La idea es darle más forma a esto, con todos los clubes juntos, porque pasan los años y los clubes de barrio están y cobran cada vez más importancia. La idea es seguir juntándose, seguir en contacto, para conformar un espacio”.
La joven sostiene que “después de estos últimos años de politización, y sobre todo en la juventud, está pasando mucho esto de pibes y pibas con ganas de hacer cosas, que se organizan a través de grupos de Whatsapp, de Facebook”.
Por eso, al trabajo que antes hacían con otras instituciones del barrio “sobre las distintas actividades o movidas que se iban dando”, ahora también sumarán a sus pares. “Este fue el primer año, y si bien la convocatoria no fue tan grande, la idea es que año a año haya una organización un poco mejor para coordinar más”, dice Sofía, y añade: “Además de marchar, nos propusimos trabajar el tema en el club. En la semana previa estuvimos convocando a los vecinos para charlar sobre esto, ya que mucha gente en el barrio que no está dentro de una organización política, generalmente no va a la marcha por cuenta propia”.
Por su parte, el dirigente de 20 Amigos, Lucas López, coincide en darle manija a esta idea, ya que –señala– “desde hace 2 años venimos tratando de lavar la imagen del club porque había búnkers antes que lleguemos”. Además, destaca que “en el último tiempo se acercó un grupo de vecinos con ganas de militar socialmente y dar una mano a la institución” que está en la puerta de Villa Banana.
Por último, el referente del Suderland Jeremías Salvo, también se muestra entusiasmado con la posibilidad de “seguir sumando clubes”, para así “marchar todos juntos pidiendo un lugar en la fila”, pensando en el 24 de marzo del año que viene. “Está bueno que marchen Rosario Central y Newell’s, pero también los clubes de barrio”, concluye.
Fuente: El Eslabón.