Los trabajadores de Radio Nacional denunciaron que en los próximos días Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (RTA SE) dejará cesantes a 21 trabajadores de planta permanente. Los despedidos, se subraya a través de un comunicado, fueron directores durante la anterior gestión, entre ellos el periodista Jorge Ramírez, de Radio Nacional Rosario.

RTA SE reúne a las 49 radios públicas del país, y los trabajadores señalan que ante “la resolución tomada por el presidente de RTA, Miguel Pereyra, es evidente que estamos ante una situación de persecución ideológica instrumentada incluso con el nefasto simbolismo de listas negras, que retrotrae a épocas que creíamos superadas en nuestro país”.

En otro párrafo, se indica que “estas prácticas se llevan a cabo mientras el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, habla de pluralidad de voces y respeto por el derecho a la libre expresión en los medios públicos”.

Precisamente, Lombardi, en una carta publicada en su página de facebook, argumentó que «las filiales de Radio Nacional de todo el país tienen desde el año pasado nuevos directores. Algunos de los anteriores directores pretendieron quedarse y engrosar la planta de la radio utilizando argucias legales: una nueva capa geológica. No sucederá: Hemos decidido la cesantía de todos los directores políticos incorporados por la administración anterior».

El funcionario macrista elude en todo momento que la gran mayoría de los despedidos/as fueron designados/as luego de participar de concursos públicos de oposición y antecedentes, y fueron sacados de sus cargos tras la asunción de las autoridades de la alianza Cambiemos.

El texto completo del comunicado:

Hemos recibido información que en los próximos días Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (RTA SE), la empresa que reúne a las 49 radios públicas del país, dejará cesante a 21 trabajadores de planta permanente que fueron directores de otras tantas radios durante la anterior gestión.

Dado que esa es la característica que vincula a las personas mencionadas en un listado que acompaña como Anexo I la resolución tomada por el presidente de RTA, Miguel Pereyra, es evidente que estamos ante una situación de persecución ideológica instrumentada incluso con el nefasto simbolismo de listas negras, que retrotrae a épocas que creíamos superadas en nuestro país. La mayoría de los y las despedidas fuimos designados/as directores/as tras participar de concursos públicos de oposición y antecedentes. Todos fuimos sacados del cargo de director/a tras la asunción de las autoridades de la alianza Cambiemos.

Esta es una verdadera lista negra diseñada para castigar a quienes adscriben a ideas o valores diferentes a las de la alianza gobernante, y para disciplinar al resto de los trabajadores y trabajadoras. Esas listas fueron confeccionadas desde la conciencia del peor revanchismo, al estilo de épocas oscuras que parecen regresar.

Estas prácticas se llevan a cabo mientras el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, habla de pluralidad de voces y respeto por el derecho a la libre expresión en los medios públicos. Como se ve, sus palabras se dan de bruces con la realidad. Desde el Estado y las corporaciones que hoy lo instrumentan, han inaugurado la era de las máscaras: lo que llaman pluralidad es censura; lo que enuncian como «de todos» es solo para unos pocos; lo único que comunican son amenazas, prohibiciones y telegramas de despidos

En este mismo sentido, denunciamos que una vez más las autoridades del área de comunicación del gobierno de Cambiemos violan el articulado vigente de la ley 26522, de Servicios de Comunicación Audiovisual, dado que una decisión de esta naturaleza debería haber sido tomada por el directorio de RTA, y no solo por su presidente.

También advertimos que estos despidos vienen a sumarse a una serie de acciones llevadas adelante por las actuales autoridades que han provocado un desmantelamiento de las radios púbicas de todo el país, no solo en la infraestructura (que tanto costó recuperar después de años de olvido), sino también en los contenidos.

Así, mientras se habla de federalismo y de respeto por las voces locales, las emisoras del resto del país han sido obligadas a emitir programación local solo por una frecuencia, dado que la otra debe retransmitir a LRA1, Radio Nacional Buenos Aires.

El vaciamiento de los medios públicos toma la forma de un plan sistemático. Achicaron las horas de producción propia, perforaron el piso de calidad artística de los contenidos, restringieron la participación de los oyentes y en muchos casos reubicaron a los trabajadores en tareas aleatorias que no guardan relación con su formación profesional. El despido de personal, en ese contexto, es un punto de llegada de una política fríamente organizada más que un hecho caprichoso o desafortunado.

Firman:

Pablo Ferrero (La Pampa) – Elena Corvalán (Salta)– Jorge Ramírez (Rosario) – Ernesto Espeche (Mendoza)– Maria Eugenia Cisneros (Córdoba)– Ariel Loreto (Ushuaia)– Omar Turconi (Bahia Blanca) – Ramiro Rearte (Tucumán) – Federico Sanchez (Zapala) – Lorenzo Hernandez (Río Turbio) – Itumelia Torres (Iguazú) – Carlos Mendez Bogado (Las Lomitas) – Verónica Sesin (Santiago del Estero) – Sebastian Abraham (SS de Jujuy)– Martin Illanez (La Rioja) – Wences Rubio (San Luis) – Carlos Echeverría (Bariloche) – Matías Ciampini (Neuquén) – Pablo Zamorano (Ing Jacobacci) – Ghittoni Horacio (Paso de los Libres) – Rus Claudia.

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