La Justicia Federal dictó el procesamiento con prisión preventiva a cuatro hombres que habían secuestrado a un joven el pasado 31 de marzo, y por el cual la familia pagó un rescate para que sea liberado.
El juez federal Marcelo Bailaque dictó el procesamiento con prisión preventiva y embargó en 200 mil pesos a cuatro hombres que el 31 de marzo pasado intervinieron en la interceptación y el secuestro en la vía pública de un joven de 24 años. La familia pagó un rescate de 85 mil pesos y alhajas y la víctima fue liberada. Otras tres personas fueron beneficiadas con la falta de mérito, que será apelada por el Ministerio Público Fiscal.
La investigación fue dirigida por el fiscal a cargo de la Fiscalía Federal N°2, Mario Gambacorta, quien contó con la asistencia de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE).
La resolución del juez alcanza a Miguel Ángel Capobianchi (56 años), Diego Sebastián Gamboa (39), Dionisio Oscar Gutiérrez (64) y Jonatán Andrés Sosa (27), sobre quienes además se dispuso el embargo sobre los bienes de cada uno en 200 mil pesos. El magistrado calificó los hechos como secuestro extorsivo agravado por haberse cobrado el rescate, por el número de intervinientes y por el uso de armas, y robo agravado por la utilización de armas de fuego, en lugar poblado y en banda.
Además, Bailaque dictó la falta de mérito a Miguel Prado (54), José Luis Prado (21) y Nilce Ariana Tabarez Brites (19). Ese punto de la resolución será apelado por el Ministerio Público Fiscal.
Una noche de terror
El juez consideró acreditado que los procesados participaron de la sustracción, la retención y el ocultamiento, con el objeto de obtener rescate, de I.P., quien fue interceptado a las 23.45 del 1° de marzo pasado cuando conducía su automóvil Ford Fiesta en Solís y Zuviría. De acuerdo con las pruebas, Gamboa y Capobianchi dieron alcance a la víctima a bordo de un Chevrolet Aveo. Fingieron ser policías y con armas de fuego lo hicieron descender y lo ubicaron en el asiento trasero de su propio vehículo, donde lo maniataron con precintos.
Desde allí, el joven fue trasladado a una finca situada en la calle Rodríguez al 3800 de la misma ciudad, donde lo mantuvieron secuestrado. Luego, los captores abandonaron el vehículo de la víctima en la calle Saavedra, entre Rodríguez y Callao.
En la madrugada del 1° de abril, a las 00.24, la madre del joven recibió el primer llamado extorsivo desde un teléfono celular utilizado por Gamboa. En la comunicación, amenazaron con cortarle un dedo a su hijo y hasta darle muerte, y le exigieron el pago de un rescate de 100 mil pesos para la liberación. Finalmente, la mujer acordó con los secuestradores el pago de 85 mil pesos y la entrega de alhajas de la familia.
El pago se produjo cerca de las 4 del mismo día en cercanías de un santuario del Gauchito Gil, en Acevedo entre Carrasco y Ovidio Lagos. La víctima fue liberada pocos minutos después en Sastre y Garay, y pudo arribar a su casa en un taxi alrededor de las 5.
Durante la investigación fueron determinantes las declaraciones de la víctima, quien no dudó en identificar tanto a sus captores como al vehículo que lo interceptó, y fue precisa en las descripciones de sonidos y lugares.