La imagen de una persona que tiene como hobby las miniatura de trenes en uno de los salones de una lujosa y misteriosa mansión, en donde se encierra durante días como poseído y cuyo mayor placer es destruir sus propias formaciones ferroviarias con explosivos, remite a muchos jovatos a Homero Adams, un personaje de la vieja serie televisiva Los Locos Adams que tuvo versiones cinematográficas.
La imagen de Florencio Randazzo no puede desligarse de sus fotos con los flamantes trenes y locomotoras que volvían durante su gestión como Ministro de Transporte y que parecían un sueño: viejos ramales volvían a ponerse en marcha. Pero era una voluntad de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, a la que respondía entonces con una supuesta fidelidad de fierro.
La imagen de un día gris de mayo remite, para jóvenes y viejos, a las estampas de la Revolución de Mayo, las pinturas reproducidas en manuales y revistas infantiles. Pero mayo es un mes que en lo social también retrotrae al recuerdo de muchos otros importantes, tanto para argentinos como para franceses, que incluye el mayo de los mártires de Chicago o también al mayo camporista, entre otros.
Mientras tanto, los actos en las escuela repiten el mismo sacrosanto escenario de representación de aquellas jornadas de mayo de 1810 con el reparto de escarapelas de Fench y Beruttti las damas bien vestidas, los vendedores ambulantes en la plaza y el candombe de los negros de fondo. Nadie se acuerda que el 25 de mayo para la ONU también en es el Día de África.
La imagen de Cristina Fernández de Kirchner en televisión paralizando a gran parte del país presto a escucharla remite a un pasado reciente que parece, en realidad, a siglos de distancia.
Volviendo a los hobbies, el de los trenes en miniaturas es uno muy particular. “Cuando uno comienza se va haciendo de más y más y más, ayer precisamente compré una locomotora que me va a costar 275 dólares, a veces entre más pequeña la pieza es más cara y comienzas a gastar”, dice un integrante de un famoso club internacional de miniaturas.
La imagen de un tipo acosando la marcha de los jueves de las Madres de la Plaza 25 de Mayo en Rosario, con insultos y haciendo el saludo nazi, es de ahora, es actual. Remite al cambio epocal, a “este mundo de locos y fachistas”, del que hablaba el flaco Spinetta a quien esta semana volvimos a escuchar luego de las nefastas declaraciones del filósofo macrista Alejandro Rozitchner que todavía no le perdona al músico una imagen: la del flaco con Néstor y luego del propio Luis en el sillón presidencial. Una actitud política que remitía al propio pasado peronista del músico que cantara “todo camino puede andar”, y que “ante quien ensucie sus manos como siempre relojes se pudren en sus mentes”.