El precandidato a concejal por el Frente Justicialista, Fernando Chino Rosúa, afirmó que en estos comicios “también se plebiscita el endeudamiento que el socialismo propone como solución mágica a sus problemas de gestión”.
El ex edil señaló, además, que Rosario tiene dos agendas de demandas bien claras, “una histórica, de necesidades irresueltas en materia de infraestructura, democratización del acceso a la obra pública y a los servicios públicos de calidad, mantenimiento de los espacios públicos, entre otras deudas de una gestión municipal que lleva más de dos décadas”, a la que agregó una agenda urgente “nacida como consecuencia de las políticas de ajuste del gobierno nacional de Macri, que exige un abordaje inmediato de la emergencia alimentaria y laboral que están sufriendo muchos rosarinos hoy”.
Asimismo, Rosúa afirmó que en estas elecciones a concejales “también se plebiscita el proyecto de endeudamiento que el socialismo propone como solución mágica a sus problemas de gestión”. Y agregó: “No tengo dudas de que si el oficialismo y sus aliados en esto de colocar bonos de deuda por 200 millones de dólares en el mercado internacionales de capitales, obtienen respaldo electoral, en diciembre nos embarcan en su aventura, con consecuencias impredecibles para un municipio – sin capacidad para crear tributos – en un país con todos los factores de poder apostando a una nueva devaluación”.
El precandidato peronista planteó que “no hay que ser muy perspicaz para darse cuenta que el socialismo va a contar con los votos del Pro en el Concejo para ello”, en la medida que “se negó circunstancialmente por especulación preelectoral, pero coincide en el planteo por su política nacional”.
El Chino razonó que “Fein quiso instalar que no se pueden hacer obras con los recursos corrientes del Municipio, una gran falacia: del listado que propuso para justificar el endeudamiento, las obras estratégicas o con algún contenido de reparación social requieren de una inversión de 1500 millones de pesos”.
Rosúa amplió: “Estamos hablando de obras de tres años de ejecución, es decir 500 millones por año, para una ciudad como Rosario que tiene un presupuesto de 13 mil millones, y puede gestionar sin mayores problemas ante una provincia cuyo presupuesto es de 154 mil millones”.
En ese sentido, el precandidato planteó: “Fijar prioridades y llevar adelante una reingeniería presupuestaria”, además de “rediscutir con el Estado provincial, por ejemplo, la responsabilidad constitucional que tiene de sostener el sistema de salud local, que le insume a nuestro Municipio un 20 por ciento de sus recursos”.
Por último, señaló que “hay que dar una respuesta contundente en las urnas para resolver la agenda más urgente y desesperante: según un índice elaborado por el CESO, en base a mediciones realizadas en los barrios Casiano Casas, Mangrullo, La Sexta y La Lagunita, el costo de vida para una familia de sectores populares de Rosario ascendió en junio a casi 19 mil pesos, un 9,3 por ciento más que en marzo, muy lejos del salario mínimo, y ni hablar de los ingresos de los trabajadores informales”.
Rosúa concluyó: “Este proceso electoral tiene que convertir el malestar social por las políticas de ajuste del macrismo, en esperanza de reconstrucción de una clara alternativa política que se le oponga, en Rosario y en todo el país”.