Venezuela sigue en el ojo de la tormenta. Luego de la impresionante movilización popular en la votación del domingo 30 de julio pasado para conformar una Asamblea Nacional Constituyente –a pesar del durísimo boicot por parte de los opositores que cortaron rutas, anularon servicios de transporte y hasta amenazaron con armas e incluso dispararon a quienes se atrevían a salir rumbo a los centros de sufragio– el gobierno de Nicolás Maduro tuvo que enfrentar denuncias de fraude, en especial una inesperada por parte de la misma empresa privada a cargo del sistema de elección electrónica, que dio pie a una nueva andanada de tapas de escándalo en los grandes emporios de la prensa internacional, y que tensó más el clima. Sin embargo, la iniciativa política quedó en manos del oficialismo.
La multitudinaria participación en el acto eleccionario, que el gobierno estimó en más de 8 millones de personas (41,5% del padrón electoral), se vio empañada por una sorpresiva denuncia del gerente de la empresa SmartMatic –encargada del sistema de votación electrónica– sobre una presunta manipulación de al menos un millón de votos.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, rechazó la acusación que calificó como una «opinión sin precedente por parte de una empresa cuyo único rol es el de proveer ciertos servicios y soporte técnico no determinante en sus resultados».
El tema es que al no haber veedores de la oposición, que decidieron no participar como forma de rechazo de plano a la propuesta, la denuncia del supuesto fraude carecería de un sustento probatorio de peso.
Pero eso, es apenas un detalle. La noticia y el escándalo del “régimen” de Maduro volvieron a las primeras planas de las corporaciones mediáticas internacionales.
En ese marco, la fiscal general, Luisa Ortega, una abogada independiente devenida ahora en figura opositora, anunció una investigación a los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) por el supuesto fraude en los comicios, que consideró un «hecho escandaloso».
La conformación de la Asamblea Constituyente se postergó un día y el gobierno acusó a la empresa SmartMatic –la misma que ideó el sistema de votación y lo asiste técnicamente desde hace 13 años–, de “manchar” el proceso electoral por “las presiones de cierre de cuentas (bancarias)” por parte de Estados Unidos.
El gobierno estadounidense de Donald Trump volvió a calificar de “dictador a Maduro”, y a él se sumaron el resto de sus aliados y subordinados, entre ellos, por supuesto, el gobierno argentino de Mauricio Macri.
Desconcierto opositor
Pero la dinámica política que atraviesa la Revolución Bolivariana no se detiene nunca y hasta los analistas más críticos coinciden que el gobierno tomó la delantera con un gran respaldo propio en las urnas, lo que volvió a evidenciar una alta fidelidad del chavismo.
Pero además, puso en encrucijada a los opositores: “La oposición debe definir el camino a seguir en su lucha por tomar el poder con un dilema inmediato: ir o no a una elección de gobernadores”, reseña una de las notas firmadas por Alex Vásquez de la agencia de noticias francesa AFP. El tiempo apremia: la inscripción de candidatura se inicia el próximo martes.
«Hay que ir, ganar lo que se pueda, y desde ahí fastidiar. Si no, se agarran todo», dijo Adolfo Sucre, de 23 años, empleado de una empresa de sistemas.
Pero no todos piensan así: «Unas elecciones, si no hay confianza en el organismo electoral, no son viables», afirmó Elieva Gil, publicista de 40 años.
El informe del jueves pasado de la AFP añade: “En la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el debate ha consumido horas de reuniones, sin decisión”.
El veterano diputado opositor Henry Ramos Allup, según la misma agencia, sostuvo que probablemente la MUD, coalición integrada por una treintena de partidos, participará.
«Si no te inscribes, ¿qué pasa? El gobierno hace las elecciones y se le entregan las 23 gobernaciones (actualmente 20 del chavismo y tres de la oposición)», fue la reflexión.
Maduro, por su parte, celebró que algunos opositores consideren competir. La propia agencia francesa recordó que “en 2005, tras denunciar un fraude electoral en un referendo contra el fallecido ex presidente Hugo Chávez el año anterior, la oposición decidió no ir a las elecciones parlamentarias, y eso le dio control absoluto al chavismo sobre el Parlamento durante cinco años”.
Un riesgo de que la MUD inscriba candidatos a gobernadores, aseguran analistas, es que se desinflen las protestas que desde hace más de cuatro meses exigen la salida de Maduro, con saldo de unos 125 muertos.
Para el analista Carlos Aznárez que publica sus opiniones en Telesur “todo huele a derrota en la bolsa de gatos opositora, y peor será cuando en las próximas horas se venzan los plazos para presentar candidatos a fin de participar en los comicios regionales y gubernamentales de diciembre, ya que los dos sectores que se disputan el liderazgo opositor no coinciden sobre si subirse al escenario o dejar pasar el convite apelando a la fantasía de que el gobierno “pronto va a caer”.
Voto electrónico entre sombras
Con la denuncia por parte de la empresa SmartMatic y las contrapartes de la CNE volvió a quedar expuesto lo frágil de un sistema que había sido vendido como de gran seguridad, más allá de que el principal disparador de las dudas haya sido la ausencia del control por parte de los opositores que decidieron motu proprio, boicotear el acto eleccionario y no participar.
Luego de la acusación desde Londres por parte de uno de los gerentes de SmartMatic, Antonio Mugica, salió también a la luz el lado más oscuro de una empresa que “pasó de ser una pequeña startup tecnológica a un importante actor en el mercado catapultado por su participación en el referendo revocatorio (de Hugo Chávez) de agosto de 2004″, según describe un cable de la embajada de EEUU. en Caracas, fechado en julio de 2006 y filtrado por WikiLeaks, que reprodujo la BBC.
Ahí también se afirma que, aunque la empresa, con sede en Londres, afirma tener origen estadounidense, «sus verdaderos dueños –probablemente miembros de la élite venezolana de diferentes afiliaciones políticas– permanecen ocultos detrás de una red de holdings en Holanda y Barbados».
Según la BBC, varios de los comicios en los que ha participado –como las elecciones presidenciales de Filipinas de 2010 y 2016– han estado marcados por críticas a la seguridad de los sistemas de Smartmatic e incluso por acusaciones de fraude.
Ahora quedó expuesto también su presunta seguridad ya que se registraron numerosos ataques informáticos contra la página de la CNE. Además hackearon su portal web y el de otras instituciones y medios.
Incluso CNN entrevistó a piratas informáticos a cargo de los ataques, que les aseguraron que la “lucha es digital” y mientras unos cortan las calles, “nosotros trancamos las redes”.
De todas maneras, desde CNE aseguraron que todos los contralores del voto fueron asentados y que se pueden auditar para despejar cualquier duda sobre manipulaciones.
Fuente: El Eslabón