La autorización como “salón de eventos” del ex Munich disparó numerosas reacciones en el Palacio Vasallo. La edila Fernanda Gigliani ingresó al Concejo Municipal dos proyectos de decreto relacionados con el llamado a licitación pública de concesión para la recuperación, equipamiento y explotación comercial del bar-restaurante ubicado en avenida Libertad y Necoche. Jorge Boasso también hizo un pedido de informes.

Mediante el primero de los decretos, la edila de Iniciativa Popular señala que “el Ejecutivo se abstendrá de dictar actos administrativos que autoricen a realizar eventos bailables en la concesión para la explotación comercial donde funcionaba el ex Munich”.

La norma propuesta apunta que “en ningún caso y bajo ninguna circunstancia el Ejecutivo podrá interponer la aplicación del artículo 36º de la ordenanza Nº 7.218/2001, para otorgar habilitaciones que posibiliten la realización de actividades que contravengan los procedimientos pautados para su tramitación en la normativa”.

Según señala el proyecto de Gigliani, el Ejecutivo procederá a intimar de modo fehaciente al concesionario adjudicatario para que dé inicio al trámite de habilitación. De no concretarse la apertura definitiva del emprendimiento, así como de los servicios conexos, en un prudencial plazo que fijará la administración municipal, la intendencia procederá a extinguir el contrato, aplicando el artículo 54º, inciso 2, del pliego de bases y condiciones.

La edila Gigliani elevó también el proyecto de decreto por el que se requiere al Ejecutivo que remita al Palacio Vasallo, la copia del acta del 30/11/12, suscripta por la administración municipal y Cuatromasuno SRL, concesionario del comercio apuntado, “donde se determina que el canon comprometido comenzará a abonarse luego de transcurridos 48 meses desde la habilitación comercial”.

A la edila le resultó “curioso que luego de la prórroga del llamado a licitación, -en noviembre de 2011 y a la que nadie se presentó-, al día siguiente apareciera una circular aclaratoria N°1, que debería aclarar y no modificar, pero que termina incorporando al pliego un nuevo rubro: ‘Salón de Eventos’, que no existe en Rosario, ya que no hay ningún nomenclador en la intendencia que establezca el mismo.

“La semana pasada –explicó Gigliani– nos dan la noticia que en este conflicto con la empresa, la misma interpreta que se le debe considerar a su favor la posibilidad de hacer actividad bailable y la Municipalidad sale diciendo que va a haber una solución intermedia, permitiéndose al emprendimiento comercial realizar seis eventos bailables, arrogándose la facultad del artículo 36º, de la ordenanza Nº 3.218, que en realidad es una facultad que tiene para casos eventuales y no permanentes, con lo que se desvirtúa la ordenanza vigente, por lo que debería regir el Registro de Oposición que es un derecho que le asiste a los vecinos para oponerse a este tipo de empresas”.

La legisladora se refirió también a que en el contrato de concesión se menciona un acta de noviembre de 2012, donde se establece que “recién el canon se comenzará a pagar cuatro años a partir de la habilitación del emprendimiento, lo que nos llama la atención, ya que no sabemos cuál ha sido la motivación que ha tenido el Ejecutivo al firmar ese acta y es por ello que hemos pedido que se nos remita esa información”.

“Está claro que se han hecho modificaciones, no ha pedido de un interesado, sino que el propio gobierno municipal incorpora un nuevo rubro en función del único oferente que es Cuatromasuno SRL, el que termina siendo adjudicatario de esta concesión. Es una solución intermedia mediante la cual se burla la normativa que se transforma en un antecedente complicado y arbitrario y sobre el cual se pueden apoyar otros emprendimientos locales que pueden pedir el mismo tratamiento”, subrayó Gigliani.

“Desde nuestro bloque pedimos que el Ejecutivo se abstenga de otorgar cualquier autorización para actividades bailables en ese lugar y que no aplique el artículo 36º, desvirtuando la naturaleza de una actividad eventual. Asimismo, por otro lado pedimos que se intime al concesionario para que inicie el proceso de habilitación y en el caso de que no lo haga, se le anule la concesión, que es la posibilidad que tiene en el pliego la Municipalidad de rescindir unilateralmente el contrato por incumplimiento del concesionario”, reclamó la concejala, quien por último recalcó: “Hace tres años que este emprendimiento debería haber empezado a funcionar y no lo hizo ya que incumplió los plazos de obra”.

Boasso también

Por su parte, el concejal Jorge Boasso, presentó un pedido de informes por la adjudicación para la explotación comercial del local situado en Avenida Libertad y Necochea (ex Munich) como un “salón de eventos”, y también recordó que se trata de un “rubro inexistente en la nomenclatura de la Municipalidad”.

Boasso indicó que desde la Secretaría de Gobierno de la Municipalidad señalaron que la habilitación incluye para el concesionario la posibilidad de hacer hasta seis eventos bailables por mes mediante un permiso circunstancial, “dejando en evidencia que dicho comercio abriría sus puertas bajo el ilícito, irregular y no tipificado rubro de «salón de eventos»”. “Además –continuó Boasso–, muestra un claro reconocimiento de una situación irregular, que viola toda la normativa vigente, por ejemplo, el registro de oposición de vecinos”.

“Hemos recibido el reclamo muy claro y justo por parte de los vecinos. Por qué habilitan un salón de eventos cuando no se encuentra en las bases de datos de Normativa web de la Municipalidad de Rosario. Aquí podría verse afectada la tranquilidad un barrio residencial mediante la realización de casamientos, eventos musicales, cumpleaños, fiestas privadas. Debemos considerar que este Salón de Eventos puede generar situaciones no deseables en la convivencia entre vecinos pudiendo afectar su vida cotidiana», expresó Boasso.

“El decreto original que abría la licitación Nº2670/11, refería a un comercio de «Bar – Restaurante», y dicho concepto es totalmente diferente concepto finalmente adjudicado de «Salón de eventos»”, concluyó el edil radical.

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