A la reforma laboral macrista se le presentó un duro escollo, al generarse de hecho un frente sindical integrado por la Corriente Federal, Pablo Moyano y las dos CTA, que convocó a una movilización contra la iniciativa oficial.

Este lunes, la Corriente Federal realizó un plenario que reunió a 1.200 delegados en el camping que el Sindicato de Farmacia posee en Luján. Fue en ese marco que se produjo el anuncio, con la presencia del secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, quien anticipó que a la marcha –que se llevará adelante la semana próxima– se sumarán “otros sindicatos que integran el consejo directivo” de la central de trabajadores.

Del encuentro encabezado por el bancario Sergio Palazzo, también participaron Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, y Rubén Ruíz, del gremio de Gas, en nombre de la CTA Autónoma que conduce Pablo Micheli, entre otros dirigentes.

Fue notoria la presencia de los dirigentes políticos Jorge Taiana, Carlos Tomada y Héctor Recalde, claros representantes del peronismo kirchnerista.

La decisión de Pablo Moyano de sumarse a la movilización, comprometiendo además la participación de otros gremios de la CGT es clave a la hora de la gestación de un frente sindical que exceda a la dirigencia que ya se venía pronunciando a favor de un plan de lucha contra los intentos del gobierno de Cambiemos de retrotraer los derechos y conquistas laborales al preperonismo.

La marcha será al Congreso Nacional, y aunque resta determinar el día, quedó claro que se realizará la semana que viene.

A pesar de las modificaciones al proyecto original del macrismo introducidas por el triunvirato cegetista, que le restaron parte de lo peor de la iniciativa, está claro que para los gremios convocantes a la marcha el rechazo es frontal.

Así lo expresó Moyano desde el escenario en Luján: “Por más que algunos dirigentes hayan dicho que hay un acuerdo, somos muchos los dirigentes y muchísimos los trabajadores que no lo estamos, porque la reforma va a traer despidos y congelamiento de los salarios. Nos comprometemos desde la secretaría gremial de la CGT para hacer una gran marcha, con un montón de organizaciones que no estamos de acuerdo con lo que se ha firmado. No solamente Camioneros, sino muchos gremios que conforman el Consejo Directivo de la CGT vamos a estar en la calle”. El contundente pronunciamiento fue seguido por aplausos y la mirada atenta de Palazzo, quien le cedió el uso de la palabra al dirigente camionero.

Obviamente, el dirigente bancario no se quedó atrás, y destacó que con el proyecto del macrismo se ha llegado a “un punto de inflexión”. Palazzo también fue taxativo: “Éste es un gobierno que primero atacó a los trabajadores formales en las paritarias del año pasado, con acuerdos salariales por debajo de la inflación. Hoy ataca a los sectores más desprotegidos con el cambio del cálculo del haber jubilatorio, que también afectará a los beneficiarios de planes sociales y de la asignación universal por hijo. Y parece ser que el próximo año lo que le queda es ir inclusive por los propios planes sociales y la comida de los argentinos. Así que se hace necesario crear una unidad en la acción: aún teniendo algunas diferencias con algunos sectores, nos une la necesidad imperiosa de confrontar con un modelo político, económico y social que agrede a los trabajadores”.

Por si fuera necesario dejar en claro de qué va para los trabajadores la reforma macrista, Palazzo disparó: «Esto no es una reforma laboral, sino un sometimiento laboral. Este acto de hoy debe ser un punto de inflexión político y sindical. Si los dirigentes se olvidaron de los jubilados, la Corriente Federal, no».

El bancario cerró con una sentencia que recibió la ovación de todos los delegados de la Corriente Federal Sindical: «El enemigo está sentado en Balcarce 50».

Los integrantes del frente quedaron en volver a reunirse este martes o, a lo sumo, el miércoles, para definir el día en el que marcharán al Congreso, y se especula que tal vez se elija el mismo día en que se lleve adelante el debate de la reforma en el recinto, pero tampoco se conoce cuándo se dará el tratamiento.

Al plenario de Luján fueron invitados dirigentes de otros sectores sindicales, entre ellos Eduardo López, de Ctera-UTE, y Daniel Catalano, de ATE Capital, insertos en la CTA de los Argentinos de Yasky; Rubén Ruiz, de la APJ-Gas, y Jorge Cardelli, de la Federación Nacional Docente, ambos representando a la CTA Autónoma que conduce Pablo Micheli. También se pudo ver a referentes de la Ctep, aunque no participaron a nivel formal.

Los más destacados de la Corriente Federal fueron Héctor Amichetti, de la Federación Gráfica; Víctor Carricarte, de Farmacia, Vanesa Siley, del Sitraju, judiciales, y Walter Correa, de Curtidores.

Los puntos más críticos del proyecto macrista

Para los gremios que convocan a movilizarse, hay un núcleo duro de la reforma que cuestionan sin atenuantes.

La reforma, consideran, le pone límites al principio de irrenunciabilidad de derechos adquiridos, y favorece la presión patronal a los trabajadores para que renuncien a mejoras o conquistas.

Las pasantías, que con la excusa de impulsar el empleo joven lo precarizan, es considerado por la Corriente Federal, Moyano y las CTA como un liso y llano “fraude laboral”.

El abaratamiento de las indemnizaciones por despido, que deja afuera de la base de cálculo tanto aguinaldo como bonos, lo cual le resta carácter disuasorio a las cesantías.

La creación de fondos de despido solventados por el propio trabajador es otro de los puntos cruciales, pese a que la negociación del triunvirato habría morigerado o eliminado ese ítem.

Y otro punto que no toleran es la eliminación de la corresponsabilidad de las empresas que tercerizan, otro de los tópicos que la cúpula cegetista ya habría despejado del proyecto original, porque afecta en forma notoria el modelo sindical por rama o actividad.

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