Miles de manifestantes siguieron desde las 12, en plaza San Martín y por pantalla gigante, las alternativas del debate en el Congreso Nacional por la reforma previsional. La concentración comenzó luego de la jornada de piquetes en toda la ciudad en repudio de la medida impulsada por el gobierno de Mauricio Macri.
La pantalla entregaba imágenes de la discusión en la Cámara de Diputados de la Nación y de la represión en los alrededores del Congreso.
Hubo aplausos para los oradores que desde el recinto legislativo rechazaban la medida enviada por el presidente Macri, y silbidos y puteadas ante cada intervención oficialista, especialmente las de Elisa Carrió.
Sectores de todo el arco político, social y sindical, así como centenares de jóvenes «independientes», forjaron en la calle Santa Fe, frente a la sede local de gobernación, una nueva unidad que comenzó a cimentarse la semana pasada, cuando la movilización popular y los legisladores opositores lograron frenar el proyecto de Cambiemos.
Por momentos parecía esas escenas típicas de las épocas de los mundiales, en las que en espacios públicos se instalan pantallas para seguir a la selección nacional. Cantos, banderas y bombos agregaron el contexto sonoro ideal para emular al encuentro futbolero. La diferencia fue que las camisetas e insignias no pertenecían a una sola identidad, sino que eran de las distintas variantes del peronismo, las agrupaciones internas del kirchnerimo, las diversas corrientes de izquierda y decenas de sindicatos y movimientos sociales.
Alrededor de las 19, cuando comenzaron a desarmar el sonido y la pantalla, los manifestantes iniciaron su desconcentración pero con una idea instalada: que más allá del resultado de la votación en el Congreso, “habrá que seguir ocupando la calle porque esto recién empieza”, como dijo un veterano militante presente en la plaza, que si bien ya ingresó al sistema previsional, sabe que la lucha en defensa de los derechos de las mayorías no se jubila.