Una buena cantidad de canayas se trasladó a la capital provincial para ver en acción al equipo de sus amores que, ahora sí, es dirigido técnica y ya no interinamente por Leonardo Fernández. Además, querían observar a la flamante incorporación, Néstor Ortigoza, con la 10 auriazul en la espalda. Y regresaron felices, por el triunfo (aunque se dio por la vía de los penales) y por algunos momentos de buen juego.
Desde el minuto inicial el conjunto de Arroyito se adueñó de la pelota y buscó permanentemente el arco rival, aunque sin que le sobrasen ideas a la hora de materializar en la red esas excursiones. Con un Ortigoza activo y pidiendo permanentemente el balón, las más claras del primer tiempo fueron para los dirigidos por Leo Fernández.
En la segunda mitad, la situación fue muy similar, con Central asumiendo el protagonismo y Lanús a la espera de algún contragolpe. Sin embargo, fueron los del sur del gran Buenos Aires los que lograron abrir el marcador. A la salida de un córner, Tomás Belmonte se desprendió de su marca y metió un cabezazo certero, desde el corazón del área, que hizo estéril el esfuerzo del arquerito Ledesma.
El canaya asimiló el golpe y salió a buscar el empate que consiguió a los 71 minutos, luego de que Ortigoza habilitara, demostrando su exquisita pegada, a Zampedri quien se la bajó a Ruben que no tuvo más que empujarla a la red.
El partido se diluyó a partir de ahí y hubo que resolver con disparos desde los doce pasos. Allí la figura fue el golero auriazul, que en la temporada anterior le sacó el puesto al experimentado Ruso Rodríguez, quien detuvo dos ejecuciones y permitió que su equipo se impusiera y se quedara con la Copa de Verano 2018.
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Detalle de la definición por penales
Para Central convirtieron Gil, Herrera, Tobio, Ferrari, Carrizo, Martínez, Fernández y Lioi; mientras que González estrelló su remate en el travesaño.
Para Lanús convirtieron Barrientos, Herrera, Rojas, Martínez, Di Placio, Di Renzo y Belmonte; en tanto que Ledesma contuvo los disparos de Vera y Thaller.