EEUU decidió expulsar a 60 diplomáticos rusos por el caso Skripal, incluidos 12 empleados de la misión de Rusia en la ONU. Además, el gobierno de Donald Trump ordenó el cierre del consulado de Rusia en Seattle.
El ex agente doble de inteligencia Serguéi Skripal fue envenenado en la ciudad británica de Salisbury el 4 de marzo, y el Gobierno de del Reino Unido responsabiliza a Rusia por el incidente.
La Casa Blanca anunció, en un comunicado: «Hoy (por este lunes), el presidente Donald Trump ha ordenado la expulsión de decenas de oficiales de Inteligencia de Rusia de EEUU y el cierre del consulado ruso en Seattle debido a su proximidad a una de nuestras bases de submarinos y [la compañía] Boeing».
La Casa Blanca afirmó que EEUU «toma esta acción junto con nuestros aliados de la OTAN y los socios en todo el mundo en respuesta al uso de un arma química de grado militar por parte de Rusia en el territorio de Reino Unido».
En ese texto, Washington indicó que «EEUU está preparado para cooperar con el fin de construir una mejor relación» con los rusos, «pero eso sólo puede ocurrir con un cambio en el comportamiento del Gobierno de Rusia».
Respuesta de Rusia
«No se pueden dejar sin respuesta las acciones provocadoras de Washington», declaró por su parte el embajador de Rusia en EEUU, Anatoli Antónov.
Asimismo, el diplomático precisó que Rusia cerrará su consulado en Seattle el 30 de marzo. Antónov agregó que entre los expulsados estarán 46 diplomáticos de Washington y dos del Consulado General de Nueva York.
«EEUU está destruyendo lo poco que quedaba de las relaciones ruso-estadounidenses» y tendrá «toda la responsabilidad de las consecuencias», expresó el embajador de Rusia en territorio estadounidense.
Antónov sostuvo «una firme protesta por las acciones ilegales de EEUU» y subrayó que «hasta hoy, no existe ni una prueba sola de la injerencia Rusia en la investigación del caso ni de su participación en la tragedia que se produjo en Salisbury».
A su vez, el Ministerio de Exteriores de Rusia condenó este acto, que confirma «la tan mentada solidaridad con Londres», y denunció que «las autoridades del Reino Unido adoptaron una postura preconcebida, sesgada e hipócrita», al presentar acusaciones infundadas.
«A pesar de nuestras reiteradas solicitudes a Londres, la parte rusa no dispone de ninguna información al respecto», criticó ese organismo oficial de Rusia, que también prometió ofrecer una respuesta a este «paso hostil».
“Acusaciones infundadas”
La crisis diplomática se desencadenó después de que la primera ministra británica, Theresa May, afirmara que era «muy probable que Rusia fuera responsable» del envenenamiento. Al mismo tiempo, Londres se negó a proporcionarle a Moscú acceso a los materiales de la investigación sin explicar claramente los motivos.
«El argumento principal de Theresa May en cuanto a la culpabilidad de Rusia es «highly likely» [altamente probable, en español, la expresión utilizada por la «premier» británica]», ironizó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
A pesar de que Rusia se mostró abierta desde el primer momento a colaborar en la investigación del caso, Londres no solo se negó a cooperar con Moscú directamente, sino tampoco a través de intermediarios, algo que constituye una «grave violación» de la Convención sobre la prohibición de las armas químicas, según denunció Lavrov. «Es obvio que se está ocultando la verdad», criticó a su vez la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Por otra parte, pese a que May asegurara que el agente tóxico Novichok, supuestamente utilizado contra Skripal y su hija, fue «producido en Rusia», Moscú denunció que tanto el Reino Unido como EEUU trabajaron en el desarrollo de esta sustancia y existen razones para pensar que el agente podría haber sido producido en el propio territorio británico.
«Para probar que se trata del compuesto en cuestión, hay que compararlo con el estándar correspondiente. Si los británicos dicen que se trata del gas Novichok, entonces, a priori, tienen un estándar de esta sustancia, así como su colección y su fórmula», explicó el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia.
Sin embargo, la falta de argumentos convincentes no impidió que varios países expresaran su apoyo al Reino Unido. «¿Basándose en qué se hacen semejantes declaraciones? ¿Les entregaron datos de algún tipo? […] A nosotros nadie nos ha entregado nada, a la OPAQ nadie le ha entregado nada. Existe lo que se llaman pruebas, materiales, muestras de la sustancia encontrada. ¿Alguien además de las autoridades británicas tiene estos natos? Nadie», expuso Zajárova. «¿Cómo puedes solidarizarte con algo que no comprendes porque no tienes datos originales concretos?», se preguntó la diplomática.
Mientras tanto, el ex agente doble de inteligencia Serguéi Skripal y su hija Yulia, envenenados en la ciudad británica de Salisbury el 4 de marzo, siguen en un estado crítico. El jefe de la diplomacia rusa ha expresado la esperanza de que cuando se recuperen, puedan «arrojar luz» sobre lo ocurrido.
Represalias de otros países “solidarios”
14 países de la Unión Europea, Canadá y Ucrania también expulsaron a diplomáticos rusos por el caso Skripal, informó este lunes la agencia de noticias rusa RT.
El detalle es el siguiente:
Alemania, Polonia y Francia confirmaron que cada país expulsará a cuatro diplomáticos rusos en relación con el caso Skripal. La República Checa, por su parte, ha decidido expulsar a tres diplomáticos rusos.
Lituania anunció que expulsará a tres, mientras que Letonia expulsará a otro. Estonia, por su parte, anuncia la expulsión del agregado militar de la Embajada rusa en el país báltico. Rumania, Croacia y Finlandia han anunciado que expulsan a un funcionario de la diplomacia rusa, cada uno.
Dinamarca, así como los Países Bajos e Italia, optaron por expulsar del país a dos funcionarios rusos cada uno.
El presidente de Ucrania Piotr Poroshenko anunció, por su parte, que Kiev expulsarà a 13 diplomáticos rusos. Medidas similares decidió tomar Canadá, que anunció la expulsión de cuatro diplomáticos de Moscú por el mismo motivo.