Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), los servicios básicos demandan una porción cada vez mayor del salario. Los incrementos tarifarios desde diciembre de 2015 llegan hasta el 1800 por ciento.
La luz, el gas, la nafta, el transporte y los alquileres durante la gestión que encabeza Mauricio Macri son el problema más visible de la economía, no el déficit fiscal, como quiere hacer creer a la población el gobierno de los CEOs.
Los datos del informe del Cepa son demoledores: la inflación acumulada desde diciembre de 2015 se acerca al 100 por ciento, en tanto que los salarios crecieron muy por debajo de esa cifra: sólo un 69 por ciento en promedio.
Asimismo, los servicios públicos se llevan un porcentual cada vez mayor de los sueldos, asegura el estudio, en el que se brinda un panorama de los principales aumentos en los servicios públicos desde la llegada de Cambiemos al gobierno.
- La tarifa de luz ya lleva un incremento acumulado –desde diciembre de 2015– del 1.400 por ciento. Para fines de 2018, la tarifa subirá aún más: un 1.800 por ciento.
- La boleta del gas se paga actualmente 1.200 por ciento más, y en diciembre de 2018 la suba acumulada alcanzará el 1.520 por ciento.
- Los alquileres acumularon aumentos superiores al 400 por ciento.
- Los peajes aumentaron el 340 por ciento.
- El pasaje de colectivo en la Capital Federal subió un 232 por ciento hasta junio de 2018.
- Las naftas se incrementaron más del 100 por ciento.
Inflación y poder adquisitivo
Según el informe del Cepa, la inflación acumulada en este período llega el 90 por ciento, pero los salarios subieron a un ritmo mucho menor: 69 por ciento en promedio.
Además de la pérdida del poder adquisitivo salarial que se derivó de los incrementos salariales por debajo de la ratio inflacionaria, el centro de estudios puso sobre el tapete datos alarmantes: la proporción del salario destinado al pago de los servicios públicos creció de manera abrupta, obligando así a la familia a recortar gastos por otro lado para poder hacer frente a los tarifazos:
- Las facturas de luz, en diciembre de 2015, representaban un 0,3 por ciento del salario promedio. En 2018 pasó a ser el 3 por ciento de los ingresos.
- La boleta del gas, cuando asumió Macri, representaban en promedio el 1 por ciento del salario de un trabajador, y ahora se lleva el 7,9 por ciento de sus ingresos.
- En los alquileres, la incidencia sobre los salarios es mucho mayor. En diciembre de 2015 representaban el 12,7 por ciento de un salario promedio. En la actualidad, el alquiler se lleva más de un cuarto de los ingresos de un trabajador, el 26,1 por ciento.