El plato fuerte de jornada fue una delicia. España jugó a un nivel superlativo, no dio indicios de extrañar a su DT saliente, y supo reponerse a un error arbitral y otro de su arquero. Portugal le rezó a Cristiano, y éste cumplió.
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Este partido del Grupo B se presentó como el más atractivo de toda la primera fase del Mundial de Rusia 2018. Y así lo fue. Cumplió a rajatabla cada pronóstico de buen fútbol que se hizo al respecto.
El encuentro disputado en Sochi fue atrapante desde principio a fin. No dio respiro. Porque de entrada nomás, el árbitro Gianluca Rocchi le regaló un penal al equipo luso, que Cristiano Ronaldo cambió por gol, cuando apenas corrían 4’.
Después, a los 24’ Diego Costa ajustó el resultado a lo que se veía en el campo, pero a uno del final de esa primera parte, otra vez CR7 se anotó un poroto, gracias a las manos de manteca de David de Gea, que no logró mostrar el buen nivel que le permite ganarle el puesto a Sergio Romero en el Manchester United.
Ya en el complemento, Costa volvió a golpear para los españoles a los 55’, y en seguida nomás, a los 58’, Nacho metió un zapatazo para darle la merecida victoria a su equipo. A partir de ahí, los de Fernando Hierro manejaron mejor aún los hilos del cotejo. Pero Ronaldo seguía en cancha, y por eso, la cosa terminó con la igualdad. Le hicieron una falta a los 88’, que la transformó en gol de tiro libre.
Más allá del resultado, España dejó en claro que la salida polémica y desprolija de Lopetegui (ya presentado en el Real Madrid) no dejó rastro alguno de trastorno. Y los lusitanos tendrán que seguir creyendo en Ronaldo.