El conjunto nacional apenas empató 1 a 1 ante Islandia, y dejó más dudas que certezas en su debut en el Grupo D. Sergio Agüero abrió el marcador, y al toque lo igualó Alfred Finnbogason. A Lionel Messi le atajaron un penal.
La cosa no comenzó de la mejor manera para el equipo dirigido por Jorge Sampaoli. El mal funcionamiento durante los 90’ no pudo disimularse ni siquiera con una victoria, ante el que se presentaba como el rival más débil de la zona.
El partido disputado en el Otkrytie Arena, de Moscú, se dio tal como se preveía, en el sentido de Argentina manejando la pelota, e intentando vulnerar un férreo esquema defensivo de los europeos.
Todo parecía simplificarse con el gol del Kün a los 19’, que prácticamente de espaldas pudo definir fuerte arriba, pero a los 23’, una serie de desprolijidades en el fondo, terminó con el grito islandés.
El público que copó y le dio color al estadio del Spartak, se topó con el gris que se observaba en el campo de juego. Al DT le duró poco el argumento de Javier Mascherano y Lucas Biglia como doble cinco, y sacó al del Milan.
Para colmo de males, el capitán argentino tuvo desde los once pasos la chance de lograr lo que el equipo no podía en el trámite del encuentro. Pero Hannes Halldórsson, que así se llama el arquero rival, le adivinó la intención y le ahogó el grito a los 63’.
Ahora resta esperar el resultado entre Croacia y Nigeria, que jugarán a partir de las 16. De cara a lo que viene, todo indica que el Zurdo realizará cambios. Esto recién empieza.
