Este jueves, en la Casa Rosada, el presidente Mauricio Macri recibió a Chuck Robbins, director de Cisco Systems, una corporación informática reiteradamente denunciada y que cuenta con una condena del Tribunal Supremo de los EEUU.
El 25 de enero de este año el diario Clarín, en su afán por demostrar las bondades de la economía macrista, publicó un artículo titulado “Mauricio Macri sigue su rally de encuentros con grandes multinacionales”.
Mientras cubría el Foro de Davos, el periodista Ezequiel Burgo enumeró con fervor las rondas que llevaron al mandatario argentino a reunirse con “los número uno de Coca (Cola), Cargill y Microsoft, entre otros”, y subrayó: “El Presidente se vio hoy con los números uno de Pepsi, las mineras Pan American Silver y Goldcorp y la petrolera Statoil, que negocia un acuerdo con YPF”.
Más abajo, el enviado citó otro encuentro: “En tanto, el CEO de la multinacional estadounidense de tecnología Cisco Systems, Charles Robbins, que en los últimos 3 años invirtió 120 millones de dólares en construir infraestructura de Internet, analizó con el Presidente potenciales áreas de cooperación en educación, energía, ciberseguridad, acceso a internet y desarrollo de pequeñas y medianas empresas”.
Seis meses después, el propio Macri publicó en su cuenta de twitter un escueto texto: “Hoy recibimos al CEO de Cisco Systems, Chuck Robbins, en la Casa Rosada”
El nombre completo del CEO de la empresa global es Charles Hamilton Robbins, pero Macri lo trata por su apodo, el más familiar “Chuck”. Sería lo de menos. Los problemas de ese gigante informático con la ley son notables.
Una denuncia ante la Unidad de Cibercrimen de Suiza
Entre las complicaciones tribunalicias más recientes, hace un lustro Cisco System fue denunciada por robo de datos por la empresa de servicios Multiven”.
El 14 de marzo de 2013, el sitio web informativo Silicon publicó un artículo titulado “Una empresa de cloud computing acusa a Cisco de robar sus datos”, en el que Jaime Domenech reveló que “la empresa de servicios en la nube Multiven ha denunciado a Cisco Systems ante la Unidad de Cibercrimen de Suiza y el Departamento de Estado de Justicia por robo de datos”.
La grave acusación judicial de la compañía Multiven daba por seguro que “Cisco ha llevado a cabo varios hackeos en sus servidores, en los que ha robado archivos con copyright que pertenecen a su servicio de base de datos de conocimiento mysolvr.com”.
En la nota se detallan las acciones que presuntamente ejecutò la empresa cuyo CEO estuvo reunido este jueves con Macri: “Según se desprende de la acusación de Multiven, en total se produjeron cuatro intrusiones entre diciembre de 2009 y enero de 2010, provenientes de direcciones IP que estaban asignadas a Cisco, como recogen desde ITProPortal”.
Lo cierto es que quienes estaban encargados de administrar la seguridad informática de Multiven pudieron detectar y bloquear el primer ataque, “pero el asalto no terminó ahí y los firewalls instalados siguieron recibiendo paquetes de registros provenientes de las direcciones IP”, observó Silicon.
El sitio informativo recordó que “no es la primera vez que ambas empresas se ven envueltas en una disputa legal, ya que en 2008 Multiven acusó a Cisco de obligar a sus clientes a contratar el servicio Cisco SmarTnet para recibir sus actualizaciones de software, en un caso que finalmente fue sobreseído”.
Flojos de patentes
Un año más tarde del caso Multiven, el 19 de febrero de 2014, el mismo medio publicó otra denuncia: “Crossroads denuncia a Cisco y NetApp por infracción de patentes”.
Esta vez, Silicon relató que la empresa Crossroads Systems “ha presentado una denuncia contra Cisco Systems, NetApp y Quantum, a los que acusa de haber infringido una de sus patentes”.
La denunciante Crossroads es una empresa que provee soluciones para el archivo de datos, y precisamente decidió emprender acciones legales contra Cisco, NetApp y Quantum, porque las acusó de “haber incorporado su tecnología patentada en sus sistemas de almacenamiento”.
Otro sitio web, MarketWatch, reveló y detalló que “las patentes implicadas en este caso se refieren a tecnología que ayuda al acceso seguro y eficiente a sistemas de redes de almacenamiento, y forman parte de la familia ‘972”.
Ese grupo de patentes Crossroads las había licenciado con más de 40 empresas, y recibió por ello 60 millones de dólares en concepto de licencias y otros acuerdos.
Silicon informó que el presidente y CEO de Crossroads Systems, Richard K. Coleman Jr declaró que su compañía “tiene una responsabilidad con sus accionistas para maximizar el valor de los millones de dólares que han invertido en su propiedad intelectual”, y explicó que desde su empresa “buscan todas las vías posibles para evitar los litigios pero cuando se agotan esos caminos, no queda más remedio que perseguir a las empresas que siguen empleando su tecnología sin una licencia”, en referencia a Cisco System.
Condena del Supremo
Otra denuncia contra Cisco terminó con una condena contra la mega multinacional, en este caso del mismísimo Tribunal Supremo de EEUU, que laudó en su contra por copiar un sistema para mejorar las conexiones inalámbricas.
El fallo fue publicado por Mundo Contact el 26 de mayo de 2015 bajo el título “Pierde Cisco demanda por patentes”, citando un cable de la agencia de noticias española EFE.
“La compañía había asegurado que actuó de «buena fe» cuando copió y comercializó dicho sistema”, describe el artículo. Sin embargo, el alto tribunal rechazó los argumentos de Cisco, condenada en instancias judiciales inferiores “por copiar el sistema creado por la compañía Commil USA LLC, para mejorar las conexiones inalámbricas de diferentes aparatos tecnológicos con múltiples puntos de acceso”.
El gigante tecnológico californiano ya había sido declarada culpable anteriormente por dos jueces de infringir la ley de patentes y haber inducido a otros (a los clientes) a violarla mediante la venta de productos tecnológicos con conexión inalámbrica.
En junio de 2013 una corte de apelaciones llevó el caso al Supremo Tribunal, porque consideró que el juicio debía repetirse “para permitir a la empresa defender que sus actividades comerciales habían estado siempre guiadas por la «buena fe»”.
Fue entonces que en su recurso, Cisco Systems dijo que “creía que la patente de Commil USA LLC era «inválida» y que por eso fabricó sistemas similares y los vendió a sus clientes, aunque era consciente de que con su adquisición estos también estarían incumpliendo la ley”.
Si la promesa del CEO a Macri hace seis meses en Davos fue la de “cooperar” en rubros tan sensibles como “energía, ciberseguridad, acceso a internet y desarrollo de pequeñas y medianas empresas”, los presuntos beneficiarios de esa cooperación deberían estar atentos a tamaños antecedentes judiciales. A Macri, quien seguramente debe estar al tanto de estos percances tribunalicios de la compañía norteamericana, no parece temblarle el pulso al estrechar la mano de Chuck.