A través de redes sociales, un grupo de pibas busca superar la barrera machista que pretende dejarlas afuera del más maravilloso de los deportes. En La Revancha, como llaman a su espacio, difunden todas las alternativas de esta disciplina en la ciudad, desde una perspectiva de género.

Cecilia Grandi, Ileana Fankhauser, Micaela Fullana, Yamile y Macarena Montesdeoca, Carmina López y María García Beltrame participan desde hace varios años en distintos torneos de fútbol 5 en Rosario. Ahora, con el crecimiento del deporte en su versión femenina, comenzaron a jugar su partido fuera de la línea de cal, en el campo de la comunicación. Así surgió La Revancha, “un colectivo de mujeres que queremos difundir e informar sobre el fútbol femenino en la ciudad de Rosario”, según se definen. Se las puede seguir en Facebook, Instagram y Youtube.

El partido de vuelta

Foto: Manuel Costa

La batalla que las mujeres vienen dando en el campo popular también alcanza a los campos de juego, donde hoy las pibas pisan más fuerte. En La Revancha están dispuestas a mantener y mejorar ese resultado, y por eso buscan difundir –a través de información y entrevistas– esta disciplina en todas sus modalidades: fútbol 11, 5, de salón, playa. “En la actualidad no hay organismo ni institución que pueda informar sobre las cosas que están sucediendo en la ciudad con respecto al fútbol femenino”, lamenta María García Beltrame en diálogo con el eslabón, al que también se suma su compinche Macarena Montesdeoca: “Todavía vemos la participación de la mujer muy limitada. Hace muy poco se está iniciando una movida más interesante, más profesional, y todo eso se visibiliza más lento aún”.

Estas siete amigas –que sacian su fervor futbolero en distintos torneos de la ciudad, y que actualmente disputan uno que se llama Lady Gol– no se conforman con patear y correr detrás de la pelota, y por eso crearon este grupo autogestionado, que a través de trabajos audiovisuales y escritos, brinda información y notas de color. “Esto surgió de la necesidad de tener un canal que nos permita encontrarnos a las mujeres y poder apoyarnos en esto”, cuenta María, y Macarena devuelve la pared: “La idea es difundir, visibilizar el fútbol local. Hay mucho talento, con tres chicas en la Selección Argentina, y con posibilidades de jugar un Mundial. Estuvimos en la cobertura del primer clásico de fútbol femenino de 11 y se vio un gran nivel”. Y define García Beltrame: “Una de las falencias es que pocos saben de los avances del fútbol femenino en Rosario. Lo que nosotros queremos es mostrar eso que está pasando. Hay chicas que juegan en la Selección y no se les da importancia, pocos saben”.

El proyecto a corto plazo de este colectivo de muchachas es concentrar todo su material en un sitio web. “Cuando nos dé el presupuesto, la idea es llevar todo a una página, para publicar allí las notas que le hacemos a jugadoras importantes, de la Selección Rosarina de 11, de fútbol de salón”, adelanta María, que con los cortos puestos es defensora. “La Liga Rosarina nos ayuda como puede. Nosotros no pretendemos que haga algo específico, sino que nos abra las puertas para poder mostrar, y si creen que hay algo que se pueda hacer, nos ponemos a disposición de quienes sea. Queremos colaborar y mostrar”, agrega.

Género informativo

La Revancha sale a la cancha con el objetivo de poner el foco en la cuestión de género, en esa ola imparable que no para de crecer y que está transformando el mundo. “La relación con la cuestión de género está muy unida, porque a nuestro laburo lo abordamos desde una perspectiva de género”, señala Macarena. “Todo lo que tiene que ver con el fútbol femenino en Rosario está abarcado casi en su totalidad por los hombres, y por ahí no siempre entienden el punto al cual apuntamos, o la necesidad que tenemos”, aporta María, y argumenta: “He tenido conversaciones con distintos organizadores de torneos de 5 y realmente les he comentado que ellos no pueden ponerse en nuestro lugar, pensar en nuestras necesidades”.

Por último, tanto García Beltrame como Montesdeoca coinciden en que, si bien creció y mucho en los últimos tiempos, aún se le siguen poniendo trabas al fútbol femenino. “Queremos derribar las barreras que nos ponen a las mujeres a la hora de jugar, practicar y ver este deporte”, fustiga Macarena, y habilita a María para que termine la jugada:

“La idea es militar el fútbol femenino, que se nos empiece a escuchar, que esto pueda llegar a que todas las nenas que tengan ganas de jugar puedan hacerlo y que no sea un impedimento el ser mujer para jugar al fútbol”.

Tarde pero seguro

Foto: Manuel Costa

El amor por el fútbol, a varias de las integrantes del colectivo La Revancha, se les despertó de grandes. Pero les pegó fuerte. “Yo hace 5 o 6 años recién que juego al fútbol”, aclara María, y confiesa: “Yo odiaba el fútbol, cuando mi papá ponía un partido le decía por favor que me lo saque. Después de intentar con varios deportes, a los 23 se me ocurrió hacer un equipo de fútbol 5 y me enamoré. Dejé de fumar, todo mi cuerpo y mi vida se transformaron. Soy defensora. y a veces voy al arco”.

De sus compañeras, García Beltrame cuenta: “Somos 7 chicas que jugamos al fútbol, siempre sintético, porque nos encontramos con la práctica de este deporte todas de grande, la mayoría hace un par de años nomás que se sumaron, ya que hacían deportes pero de los que están bien vistos para las mujeres (risas). Tenemos entre 25 y 30 años, entrenamos una vez por semana, armando amistosos, y jugamos los domingos”.  Pero como siempre hay una excepción a la regla, Montesdeoca –la delantera del equipo– asegura que lo suyo viene desde casi siempre. “Tengo una relación muy amorosa con el fútbol. Lo veo desde muy chiquita, desde que tengo memoria, pero nunca lo pude practicar hasta los 18. Después tuve que dejar, porque tuve un hijo, y volví hace dos años aproximadamente. Mi equipo se llama Lasus. Me apasiona mucho el fútbol, me encanta verlo, lo disfruto mucho. Ojalá hubiese podido encontrar de chica un equipo para jugar”.

Solo los chicos

Candelaria tiene 7 años y juega, con compañeros varones, en Huracán de Chabás. Hace unos días, la Liga Casildense le prohibió jugar argumentando que el reglamento prohíbe que las nenas y los nenes jueguen juntos. El caso tuvo repercusión nacional y la Subsecretaría de Políticas de Género del gobierno de Santa Fe intervino en el caso de discriminación. El viernes último, los organizadores de la competencia resolvieron que la reglamentación comience a regir a partir de los 8 años, por lo que le permitirían a Candelaria jugar hasta fin de año. Consultadas al respecto, María y Macarena criticaron la falta de oportunidades que tienen las pequeñas que aman el deporte de la redonda. “Nosotros lo hemos vivido, tenemos chicas de pueblo que no pueden jugar al fútbol porque no las reconocen, ya que lo ven como un deporte masculino. Si la mujer juega es rara, está mal vista”, asevera García Beltrame. “Si voy a un club a anotar a mi hijo lo hago sin problemas, pero ahí mismo no existen las mismas posibilidades de anotar a una nena”, acompaña Montesdeoca, y concluye: “Lo que le pasó a Candelaria pasa siempre, porque por lo general los clubes no tienen equipos femeninos. Las nenas lo tienen que mirar desde afuera”.

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