Tras su fallido traspaso al Santos de Brasil y las versiones que circularon al respecto, el delantero explotó contra los directivos del club de Arroyito. “Me prometieron algo cuando firmé y no lo cumplieron”, reveló el capitán.

Caído su pase al conjunto brasileño, Marco Ruben encaró a la dirigencia desde una conferencia de prensa, donde expresó su malestar ante la situación que lo tuvo como protagonista, y los acusó de haberle incumplido el contrato. Seguiría en el club, pero no renovará a fin de año.

«Quiero explicar por qué no renové contrato. Lo venía aguantando porque no quería quilombo. Pero acá se dijeron muchas cosas que me dolieron muchísimo como que yo me quería ir libre en diciembre, que estaba enojado, que no estaba cómodo teniendo a Zampedri adelante y que me quería ir», arrancó el atacante.

En este sentido, detalló los motivos de su bronca: «Al momento de firmar, habíamos negociado un número en dólares y cuando veo, el contrato estaba en pesos, con una suba del 10 por ciento anual. Yo dije que no porque en en este país el dólar se estaba a un 35 o 40 por ciento. Me pidieron que les hiciera un favor y que firmara, que año a año me iban a ir acomodando eso. Y yo firmé. A partir de eso nunca más vinieron a hablar de ese tema. La oferta económica de Central no es superadora. El club me prometió algo cuando firmé y no lo cumplieron. Me fallaron, estoy cobrando el 50 por ciento de lo que firmé”.

Ruben aseguró que en el momento de estampar la firma «comenzó esta locura, este papelón, esta red de mentiras, intentando hacer mucho daño, mintiéndole a la gente”. Y agregó: “Por eso decidí apartarme de este quilombo y dejar que las cosas pasen. Por eso me abrí y dije que estaba dispuesto a salir de Central. Y que si llegaba una propuesta favorable para el club y para mí, por supuesto, me iba a ir. Me dañaron mucho e intentaron ponerme en contra a la gente».

Luego de esta situación tormentosa apareció el interés formal del Santos el pasado jueves, y las aguas se calmaron. Pero la negociación se complicó durante el fin de semana, y se terminó de caer este lunes. “No está definido que me quede, pero hoy lo único concreto que había se cayó. Por supuesto que yo sigo como el primer día entrenando acá con todo, a full como siempre”. De todas maneras, aclaró: “Por lo menos en este tiempo no estoy dispuesto a firmar la renovación. Que la gente no esté preocupada que yo no me voy a ir sin dejar un mango, pero tenemos que manejarnos bien”.

«Claramente hay un quiebre en la relación. Sé que las cosas salen de algún lado. Esto se trata de una dirigencia de fútbol y trabajan para Central. Me gustaría hablar con nombre y apellido, pero es un conjunto de dirigentes. Esta no es una situación linda para nada. Quiero que pasen las cosas y ver si ellos asumen algo y se terminan las mentiras», siguió el jugador.

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