Con un frentazo de Matías Caruzzo en el complemento, el auriazul derrotó 1 a 0 a Banfield en el Gigante de Arroyito, por la primera fecha de la Superliga. El entrenador Edgardo Bauza tuvo un feliz regreso a su casa.
Con el Patón sentado en el banco Canaya después de más de 17 años, Rosario Central arrancó de la mejor manera su andar por el torneo local. No brilló desde el juego, pero se quedó con todos los puntos ante el siempre complicado Banfield, que no pudo tener dando órdenes Julio Falcioni, por cuestiones de salud.
La pelota casi siempre pasó por los pies auriazules, aunque las posibilidades con peligro no abundaron. De todas maneras, lo cierto es que las mejores -aunque fueron pocas- se vieron en el arco defendido por Iván Arboleda. Enfrente, Jeremías Ledesma fue casi un espectador de lujo.
El único grito de la noche se dio a los 9’ del segundo tiempo, a través de un cabezazo del debutante Matías Caruzzo, que cerró con festejo una buena jugada colectiva, y un preciso centro de Leonardo Gil.
El conjunto del sur bonaerense jamás tuvo la rebeldía suficiente como para merecer la igualdad, e incluso los del Patón contaron con chances de estirar la ventaja. El próximo viernes Central tendrá que viajar a Córdoba para abrir la segunda fecha de la Superliga ante Talleres, un rival de mayor porte que el Taladro.
🇺🇦👏🏽 ¡Que lindo volver a verte en tu casa Patón!
Emocionante regreso de Edgardo Bauza al Gigante de Arroyito. pic.twitter.com/2NqZFzfxdu
— Rosario Central (@CARCoficial) 12 de agosto de 2018