El gobierno español del socialista Pedro Sánchez impulsó la aprobación de un decreto ley para exhumar los restos del dictador Francisco Franco y sacarlos del Valle de los Caídos. El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, confirmó que el Consejo de Ministros aprobará la norma, que modifica la Ley de Memoria Histórica de 2007, para así evitar que posibles demandas judiciales paralicen la exhumación.

El decreto ley del Ejecutivo debe ser convalidado luego por el Congreso por mayoría simple. Todos los analistas políticos españoles dan por descontado que esa mayoría se lograría. Sólo el Partido Popular (PP) se opone. El partido liberal de derecha Ciudadanos asegura que no lo hará, según informaron medios españoles.

Sánchez estaría cumpliendo de esta manera con un viejo anhelo de una buena parte de la sociedad española: la que viene luchando por la memoria, la verdad y la Justicia. El socialista llegó al gobierno a principios de junio, gracias a una moción de censura contra Mariano Rajoy, del PP, acusado por repetidos actos de corrupción.

La transformación del Valle de los Caídos en un sitio de Memoria sería un gran paso en el contexto de una España en la que tras la dictadura triunfó la amnesia, la versión de los vencedores y la impunidad.

Una buena parte de la sociedad española no dejó nunca de luchar por memoria, verdad y justicia. En 2007, la Ley de Memoria Histórica fue un gran avance, pero luego, con la llegada del PP al poder, se convirtió en letra muerta. Dejó de aplicarse. Las búsquedas de restos de personas muertas y desaparecidas durante el genocidio franquista se detuvieron.

Por eso, más allá de saludar la medida impulsada por el gobierno socialista, los organismos de derechos humanos y los familiares de las víctimas de la dictadura exigen que se avance más allá de lo simbólico y se retomen las exhumaciones y las búsquedas de fosas comunes. “En España, las cunetas están llenas de cadáveres”, es una frase que se repite entre los que luchan por los derechos humanos.

“Más que desenterrar a Franco, debemos enterrar el franquismo”, es otra frase que se escucha mucho por estos días. Y con razón. El franquismo, el falangismo, y otras expresiones de la ultraderecha están organizadas, vivas y muy activas en España, y se manifestaron públicamente en contra de la medida del gobierno.

El mandatario socialista señaló que el retiro del cuerpo del genocida se haría en julio pasado, pero los problemas con la familia del dictador retrasaron el proceso, que produce enconadas reacciones en algunos sectores de la derecha española, abiertamente franquista y falangista. Las visitas al Valle de los Caídos aumentaron en forma exponencial tras el anuncio del gobierno. Se produjeron manifestaciones fascistas en el lugar, y un grupo de militares retirados suscribió un manifiesto de apoyo al dictador.

“El Valle de los Caídos será lugar de memoria de las víctimas de la Guerra Civil española y la dictadura franquista, de acuerdo con los principios de pluralismo, reconciliación, paz y democracia que consagra la Constitución. Queda expresamente prohibida su utilización como mausoleo del dictador”. El artículo 29 del proyecto de reforma de la Ley de Memoria Histórica de 2007, presentada por Pedro Sánchez en diciembre del año pasado, establece el modelo de uso y gestión del monumento que guiará la actuación del Ejecutivo socialista una vez que culmine la exhumación de los restos del dictador.

“Será un lugar de información, conocimiento, identificación, dignificación y homenaje de aquellos cuyos restos se encuentran allí inhumados. Dispondrá, asimismo, de una dotación económica específica a cargo del Estado para la exhumación e identificación de los restos de las víctimas inhumadas, previa solicitud al efecto”, agrega el texto de la iniciativa.

Siguiendo las recomendaciones del informe de la Comisión de Expertos para el Futuro del Valle de los Caídos elaborado en 2011, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) propuso la derogación de los decretos y disposiciones de ley que asignan su gestión a Patrimonio Nacional para que sea el Gobierno, a través de un real decreto, quien determine el nuevo marco jurídico que debe regir el recinto y sus bienes. “Se consultará a los familiares de las víctimas en la formulación y desarrollo de esta normativa”, puntualiza el proyecto oficial.

En esa línea, y según las explicaciones ofrecidas por el ministro de Cultura y Deporte, la fórmula podría inspirarse en el campo de concentración de Auschwitz, gestionado por una fundación independiente con el objetivo de difundir la historia del nazismo para crear conciencia y evitar que en el futuro se produzcan fenómenos similares.

“Patrimonio cultural para mí no es. Para mí es patrimonio lo que toda la sociedad en su conjunto asume que hay que preservar para generaciones futuras. Como monumento de exaltación al franquismo creo que no es un patrimonio cultural de todos los españoles, sino de algunos o de parte. Pero si asumimos que ya existe este lugar, como por ejemplo los campos de concentración nazis que se han mantenido para que la gente no olvide el horror, desde ese punto de vista sí entiendo que sea un lugar donde se intente dar otra versión de lo que fue el final de la Guerra Civil y la posguerra”, explicó Guirao.

Un monumento horrendo dedicado al horror

Ubicado a 60 kilómetros de Madrid, se erige uno de los adefesios arquitectónicos más tristemente célebres del mundo. El Valle de los Caídos es una basílica católica (Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos) y un conjunto de esculturas monumentales creado entre 1940 y 1958. Está en el valle de Cuelgamuros, en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid, en la sierra de Guadarrama, a unos diez kilómetros al norte del monasterio de El Escorial. La cruz tiene 150 metros de altura y brazos de 24 metros cada uno.

El conjunto pertenece a Patrimonio Nacional desde su apertura al público el 1 de abril de 1959. Franco ordenó su construcción, y está enterrado allí junto con José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, además de unos 33 mil combatientes en la guerra civil pertenecientes a ambos bandos.

Según informó el diario digital español El confidencial, el grupo Movimiento por España convocó turnos de vigilancia para “defender a Franco” y el “Valle de los Caídos” con la intención de “impedir” que el gobierno cometa “un delito de profanación y prevaricación”. Fuentes del grupo aseguran que no quieren que la supuesta exhumación de los restos del dictador “les pille desprevenidos”.

Desde el movimiento insisten en que su intención es “defender el Estado de Derecho” y “la voluntad popular” española. Algo que, según dicen, se está manifestando claramente “en contra” en todas las encuestas que se realizan sobre la exhumación de los restos del dictador.

En este sentido, la líder de Movimiento por España, Pilar Gutiérrez, explicó que las rondas de vigilancia anunciadas forman parte de una acción anterior conocida como los Comités de Defensa del Valle (CDV), que como aseguran fuentes de la organización actuarán “sin violencia alguna”. La iniciativa viene a colación de las sucesivas reivindicaciones del pasado julio, especialmente la peregrinación del día 15, convocada también por Movimiento por España.

En un mensaje enviado por las redes sociales se anuncia que los turnos establecidos serán de 8 horas día y noche “tanto dentro como fuera del Valle”.

También se insta a los seguidores a continuar apuntándose como voluntarios o como retenes. Añade que están montando los retenes con gente que viva en la zona y “para estar alerta para salir rápido por si hace falta”.

La duración del dispositivo será, en palabras de Gutiérrez, “todo el tiempo que sea necesario”, hasta que el gobierno “desista” de su “malévola, delictiva y espuria pretensión” de “robar” a Franco.

No fue el único apoyo explícito a Franco. El Ministerio de Defensa llamará a declarar a los cinco reservistas que firmaron un manifiesto exaltando la figura del dictador. El teniente general Miguel Ángel Villarroya inició trámites de la información reservada respecto a los implicados y los llamará a declarar para ver si se ratifican en el contenido del escrito. Tras su declaración se enviará una propuesta de resolución a la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Sobre el resto de firmantes, el ministerio anunció que está analizando la lista de personas que apoyan el manifiesto para comprobar si existe alguna vinculación profesional con Defensa.

El Ministerio abrió una investigación y subrayó “el absoluto compromiso” de todos los hombres y mujeres que integran las fuerzas armadas con la Constitución y con sus valores.

En este sentido, grupo de militares activos, retirados y familiares de profesionales castrenses expresaron el “rechazo total” al escrito. “El general Franco no merece respeto ni desagravio alguno, sino nuestra repulsa más absoluta por haber encabezado un golpe de Estado sangriento y genocida contra la legal y legítima II República Española, la feroz guerra civil posterior y una dictadura opresiva e inclemente durante casi cuarenta años”, señalan en una declaración una veintena de firmantes.

El anuncio del gobierno, además, duplicó el número de visitas al Valle de los Caídos. Operó como una suerte de “efecto llamada”: 49.200 personas visitaron el Valle de los Caídos en julio. Es más del doble que en los meses anteriores, y comparativamente duplica la cifra de afluencia en julio de otros años. Así lo ha confirmado la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos al medio español digital Confidencial

Los datos provenientes de la Asociación muestran el incremento con respecto a meses anteriores, como puede ser junio, cuando las visitas fueron de 23.135 visitantes.

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