La regional Hijos Paraná lanzó este viernes una sospecha sobre la muerte de un pediatra cordobés encontrado ahogado en un pozo en su casa. La especulación se funda en “la pista Córdoba”, una línea de investigación desprendida del juicio por la apropiación de los mellizos de la militante montonera desaparecida durante la última dictadura Raquel Negro y su compañero, también víctima del terrorismo de Estado, Tulio Valenzuela.

“Como no creemos en las casualidades, la muerte del pediatra cordobés Eduardo Halac nos resulta inmensamente sospechosa. Justo cuando la pista de Córdoba como posible destino del Melli Valenzuela Negro se hace pública, el médico muere de forma extraña al caer en un pozo dentro de su propiedad en esa provincia”, señalaron desde Hijos Paraná.

Raquel Negro y Tulio Valenzuela fueron dos militantes montoneros que estuvieron cautivos en el centro clandestino de detención “Quinta de Funes”. Raquel estaba embaraza de mellizos y cuando todos los presos políticos de es campo de concentración fueron fusilados, ella fue llevada a parir al Hospital Militar de Paraná en febrero de 1978, antes de ser desaparecida.

Desde el 6 de agosto se desarrolla en Paraná el juicio oral y público en el que se investiga el secuestro y la sustitución de la identidad de los hijos de Negro y Valenzuela. Sabrina, una de los dos mellizos, recuperó su identidad en 2008, mientras que su hermano todavía continúa desaparecido.

“En la clínica de la familia Halac se formaron en neonatología los socios del IPP (Instituto de Pediatría de Paraná) acusados por la retención y ocultamiento de los mellizos. Esto nos hace recordar al militar Paul Navone, que apareció suicidado en la misma provincia el día que debía prestar declaración indagatoria por estos mismos hechos”, denunció Hijos Paraná. La organización reclamó “una investigación a fondo de la posible vinculación de la muerte de Halac con la apropiación del Melli”.

Halac, el pediatra cuya muerte dudosa puso en alerta a Hijos Paraná.

Este jueves el diario cordobés La Voz publicó un artículo sobre el caso caratulado como «muerte de etiología dudosa», en el que se refiere al hallazgo de Halac ahogado en su domicilio.

“Pese a que el fiscal Ernesto de Aragón convocó a los detectives de la división Homicidios de la Policía, hasta el momento la principal hipótesis judicial en torno a la muerte del médico pediatra Eduardo Halac apunta a un accidente”, indica la nota sobre el médico pediatra encontrado sin vida.

“Según confiaron fuentes policiales –continúa el artículo de La Voz–, cerca de las 21.50 del miércoles se descubrió el cadáver del médico sumergido en un pozo de agua de unos 30 metros de profundidad ubicado en el patio de su casa de Bodereau 7763, Villa Rivera Indarte, al noroeste de la ciudad de Córdoba”.

El diario cordobés relata que fue un vecino el que llamó al 101 de la Policía, alertando que a Halac ese día lo habían visto a las 14 y luego ya no hubo manera de contactarlo. “Incluso, un jardinero fue a las 18, pero no lo atendió, aunque ingresó igual. En ese sentido, el jardinero indicó que estuvo en el patio y observó el pozo de agua destapado, por lo que «le colocó una tarima de madera para taparlo»”, indica la nota.

“Ante esto, los policías que habían llegado a esa hora de la noche al domicilio, quitaron la tarima y avisaron a los Bomberos para que fueran hasta allí y descendieran con un equipamiento especial” sigue el artículo. Y añade: “Cuando estos últimos llegaron y se sumergieron en el pozo, encontraron el cadáver del médico”.

Según La Voz, de acuerdo a lo investigado hasta ahora, «en el lugar no había faltante de nada: estaban los autos y todo abierto». “Por eso, la hipótesis de un robo se desvanece hasta este momento”, dice el diario de Córdoba.

“Sobre qué pudo haber ocurrido, según los primeros testimonios recolectados en el lugar se supo que sobre ese pozo está el tablero de luz de la casa, al que el médico concurría a observar cada vez que se cortaba el suministro de electricidad”.

Para La Voz “los investigadores piensan que Halac se cayó en el pozo, que por alguna razón estaba destapado, cuando fue a observar el tablero de electricidad”. “De todos modos, conviene aclarar que se trata de la hipótesis más fuerte, pero lejos está aún de ser la definitiva en torno a esta investigación. El caso está caratulado como «muerte de etiología dudosa»”, concluye el artículo periodístico.

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